¿Regreso a clases parejo para todos?: ciclo escolar 2023-2024

Esta semana marca el inicio del ciclo escolar 2023-2024 con un nuevo plan de estudios que abarca desde preescolar hasta bachillerato. Con tantas prisas por tener una victoria en la política educativa antes de terminar el sexenio, el gobierno puso ya en marcha un nuevo esquema educativo cuyos libros de texto han sido objeto de controversia nacional. En este sentido, ¿fue posible para las autoridades garantizar una transición uniforme al nuevo plan de estudios y con los materiales necesarios?

El ambiente que rodea este regreso a clases es agridulce. Las fallas de origen y contenido de los libros de texto son graves por no haber cumplido el debido proceso y diseñar e imprimir libros antes de concluir los programas de estudio. Pero más allá, las autoridades gubernamentales no fueron capaces de establecer las condiciones básicas para garantizar que todos los niños, niñas y jóvenes tuvieran acceso a los mismos materiales, en tiempo y forma, para la implementación adecuada del nuevo plan. Sobre todo, de uno tan ambicioso como el que se plantea. En este contexto, se ponen en riesgo las condiciones de aprendizaje para millones de estudiantes.

¿Cuál era el escenario indispensable para poner en marcha un proyecto educativo nacional? Docentes ampliamente capacitados respecto al nuevo plan de estudios con libros de texto diseñados con base en programas de estudio aprobados a través del debido proceso y estudiantes de educación básica en todos los estados del país con acceso a libros de texto gratuitos (LTG) para arrancar el primer día de clases. Nada de lo anterior sucedió. Además, dos estados (Coahuila y Chihuahua) no contarán con los libros de texto y otros siete se han manifestado en contra de su distribución.

La batalla legal continuará. Los más privilegiados tendrán mejores herramientas y recursos para adaptarse con mayor facilidad y acceder a una educación de mayor calidad, mientras que las escuelas con menos recursos tendrán menos herramientas para enfrentar el actual caos y quedarán relegadas, una vez más, a condiciones subóptimas de aprendizaje. En consecuencia, es posible que el resultado sea una mayor brecha de aprendizaje en la ya deteriorada calidad educativa.

El gobierno actual no solo desaprovechó la oportunidad de modernizar la educación y revisar los planes de estudio con enfoque inclusivo y vanguardista sino que, además, fue incapaz de asegurar las condiciones mínimas para comenzar el primer día de clases. Si quieren comprobar que la educación es prioritaria para lograr un cambio de raíz se necesitará invertir tiempo y dinero en mejorar las herramientas de aprendizaje y acompañamiento a docentes. Hoy los estudiantes vuelven a las aulas, pero no todos tendrán acceso a una educación de alta calidad.