Tengo un sueño
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
Tengo un sueño
Foto: Edgar Rubio/Auditorio Nacional

No es verdad que la gente pare de perseguir sus sueños porque sean mayores,

se hacen mayores porque dejan de perseguir sus sueños.

Gabriel García Márquez

Al norte de Veracruz se encuentra Zozocolco de Hidalgo, lugar en el que la humedad se respira de día y de noche por su clima caluroso y lluvias recurrentes, sitio en el que es común encontrarle forma a las nubes e inventarse múltiples historias. Ahí las tradiciones vinculadas a la Huasteca se transmiten desde antes de nacer, pero en los últimos años la llegada de plataformas e internet, además de la televisión, ha cambiado las dinámicas de vida, situación a la que se abona la búsqueda de sustento cada vez más lejos de sus casas, lo que ha influido en la convivencia familiar y cada vez es más difícil sentarse a la mesa todos juntos o disfrutar de una conversación al caer la noche. 

Serie de aspectos que en los tiempos que corren se vuelven tierra fértil para las organizaciones delictivas, trata de personas, el abuso y la violencia provocados por la incertidumbre de la vida misma entre las cabezas de familia. Ante ese panorama, desde hace 9 años, se instauró un Semillero de música, pequeño oasis para las infancias, jóvenes de la zona y municipios vecinos que durante este tiempo les ha dado otra perspectiva de vida. 

Remanso creativo al que llegan a las 3 de la tarde y descubren la música desde cero, muchos de ellos por su familia saben de oídas temas de su región, entonces aprenden a leer partituras, conversan y se preparan durante cuatro horas todos los días para superar su nivel y poder participar en las distintas convocatorias y actividades. 

Entre esas actividades se encuentra el concierto Tengo un sueño, en el Auditorio Nacional, evento para el cual se lleva a cabo una serie de procesos de selección y es ahí donde los nóveles artistas tienen que echar toda la carne al asador.

Una vez seleccionados, los integrantes de los semilleros creativos de las diversas disciplinas entre teatro, danza, circo, música y lenguas se concentran en el Centro Vacacional Oaxtepec en Morelos. Durante una semana ocupan salones, habitaciones y las distintas áreas verdes para ensayar, convivir y disfrutar una experiencia única. 

Hay quienes participan por cuarta o quinta ocasión y me cuentan la emoción de reencontrarse con amigas y amigos de otros estados, algunos incluso traen regalos o recuerdos de su lugar de origen y poco a poco van llenando su mapa de la República Mexicana, para otros más es su primera vez y no tenían grandes expectativas, algunos incluso empezaron un poco obligados por los abuelos o padres y poco a poco le agarraron el gusto; ahora dicen que se quieren dedicar a las artes toda su vida. 

Tener la oportunidad de verlos y conversar con ellos revitaliza el espíritu, es encontrarse también con artistas y creadores que entregan sus saberes dando clases y guiando a las y los alumnos hacia una nueva ventana en sus vidas, por ejemplo, me contaba el maestro de circo que en Tlaxcala, donde él da clases, ya uno de los primeros alumnos se inscribió en la licenciatura de circo en Puebla, eso me dijo, es un regalo de vida. 

El resultado final de esta aventura en la que participan 645 niñas, niños y jóvenes se podrá disfrutar el próximo 23 de noviembre en el concierto que en esta ocasión será con causa, ya que si llevan juguetes o útiles escolares podrán obtener boletos sin costo. La cita es a las 19:00 horas en el Auditorio Nacional y la provocación de este Archipiélago es que se animen a conocer el trabajo del Semillero Creativo más cercano, les aseguro que será una vivencia transformadora. 

 

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