¿Ebrard Reloaded?
Pasillos del palacio
¿Ebrard Reloaded?
Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores. Foto: Facebook / Marcelo Ebrard

Desde aquellos días en los que “las corcholatas” estaban en franca disputa por la designación de aquel que recibiría el bastón de mando, ni más ni menos que de las manos del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya se perfilaba con absoluta claridad que Claudia Sheinbaum resultaría ser la triunfadora de este proceso y que dado el jaloneo que se produjo a partir de la derrota de Marcelo Ebrard, no habría duda de que el hermano y amigo del presidente, Adán Augusto López Hernández, se perfilaría como el líder de la bancada morenista en el Senado de la República que se estrenará al arrancar la nueva administración.

Desde entonces y hasta el día de hoy, a pesar de los altibajos que ha sufrido Adán Augusto, ha existido un consenso tácito y expreso entre expertos y analistas en el sentido de que el exsecretario de gobernación y exgobernador de Tabasco efectivamente tendría una función central en la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum para luego convertirse en la cabeza de los senadores de Morena.

Pero algo sucedió en los últimos días que produjo sorpresa y nerviosismo entre los observadores del Palacio Nacional. La bendición presidencial para que Adán pudiese ser registrado como candidato no llegó cuando se esperaba; ésta se retrasó y cuando finalmente se dio, no dejaron de hacerse preguntas en secreto sobre si esta breve dilación resultaba de un asunto irrelevante o si había algún elemento de fondo que la justificara.

Lo que pocos sabían es que durante esos días también sucedió un evento que podría estar relacionado con el tiempo adicional que tuvo que pasar a Adán Augusto en la sala de espera de la repartición de las candidaturas.

Resulta que Marcelo Ebrard, el exsecretario de Relaciones Exteriores, aparentemente regresó de la puerta trasera por la que había salido para entrar una vez más al Palacio Nacional y por la puerta grande, ahora con la finalidad de sentarse con su líder, el presidente López Obrador, quien aparentemente fue afectuoso con él al expresarle que su participación dentro del proyecto de la transformación seguía siendo bienvenida y además importante. Al respecto nos cuentan nuestros confidentes que transitan por los pasillos del palacio que se le vio a Ebrard salir muy contento después de expresarle al presidente su inquebrantable lealtad.

Habría ahora que ponderar cuál será la reacción de Adán Augusto López, sobre todo a la luz del hecho de que después de esa visita ya se comenta que el coordinador de los senadores de la 4T será el hijo descarriado que volvió al nido.

¿Será?

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