La crisis México-Ecuador
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

La crisis México-Ecuador
Conflicto México-Ecuador. Mapa: Wikimedia Commons

En días recientes tuvo una importante difusión la noticia de la irrupción de la fuerza policiaca ecuatoriana en la embajada de México en aquel país. Con ello, Ecuador cruzó algunas de las líneas más sensibles y consideradas inquebrantables en las relaciones internacionales.

Por supuesto, el rompimiento de estas reglas esenciales para la convivencia de la Comunidad Internacional generó una crisis sin precedentes en las relaciones siempre amistosas entre ambos países, dándonos una idea de lo que ello significa el hecho de que estas relaciones datan de cerca de más de 180 años. Por otra parte, las reacciones de diversos países y de distintos organismos internacionales no se ha hecho esperar (aunque en algunos casos la contundencia y rapidez de éstas no hayan sido las esperadas), siendo este otro ejemplo de la magnitud de lo grave que fue el error cometido por el gobierno ecuatoriano y por su presidente Daniel Noboa.

Para que lo anterior sucediera hubo una serie de antecedentes que de alguna manera escalaron paulatinamente la tensión diplomática entre ambos países y sus presidentes (debiendo subrayar que las acciones del presidente Noboa mostraron una clara desproporción).

Y es que a pocos días de la llegada a la presidencia de Ecuador de Daniel Noboa a finales del año 2023, Jorge Glas (quien fuera vicepresidente entre los años 2013 y 2018 tenía alrededor de 1 año de haber salido en libertad condicional de la cárcel por haber sido implicado en el caso Odebrecht) solicitó su ingreso y salvaguarda en la embajada mexicana en Quito, a lo que nuestra Cancillería accedió dándole la calidad de huésped y comprometiéndose a analizar su situación en caso de que llegara a solicitar asilo político (tratándose esta de una institución que se trata de un derecho para la persona y una facultad discrecional para el Estado en caso de que la primera considere que se encuentra en peligro su vida, su libertad o seguridad por ideas o actividades políticas directamente relacionadas con su perfil público, y carezca de la protección de su país), lo cual se convirtió en la razón principal de que Ecuador declarara persona non grata a la hasta ese momento embajadora de México en Ecuador.

No te pierdas: La degradación de la Conabio y las prioridades del gobierno

A lo anterior siguió que el asilo fuera efectivamente solicitado por Glas y otorgado por nuestro país, lo que conllevó que el gobierno ecuatoriano atacara la embajada mexicana y el pasado 6 de abril la Cancillería mexicana comunicara la ruptura de relaciones diplomáticas luego de las consultas realizadas con nuestro jefe de Estado, el presidente López Obrador.

Frente al anuncio del propio presidente López Obrador de que nuestro país denunciará ante la Corte Internacional de Justicia y otras instancias este claro atropello, no debe cabernos duda de que es momento de apoyar a nuestro jefe de Estado y a nuestra Cancillería luego de la agresión sufrida, pues es injustificable que desde algunos sectores con los que nuestro presidente guarda diferencias ideológicas se pretenda respaldar cualquier posición que no sea la de nuestro país, la de nuestra soberanía y la de nuestra dignidad.

En tiempos en que cada vez más líderes políticos muestran un claro desdén por las reglas que nos hemos otorgado buscando convivir armónicamente, hechos como el sucedido no deben existir y deben ser castigados de manera ejemplar.

No te pierdas: La actual crisis de la migración

Síguenos en

Google News
Flipboard