Periodista. Editor de Política en La-Lista.
El ridículo de Samuel y ¿dónde está la nueva generación?
¿Dónde están esos jóvenes políticos que emocionen a nuestra generación? En la precampaña apareció fugazmente Samuel, pero terminó en ridículo.
¿Dónde están esos jóvenes políticos que emocionen a nuestra generación? En la precampaña apareció fugazmente Samuel, pero terminó en ridículo.
Samuel García tuvo la campaña más corta de las que tengo memoria: duró 9 días, en los que visitó 13 municipios, casi todos del norte.
Si tuviera un equipo legal robusto, hubiera sabido antes que era muy probable que se quedara sin poder elegir a su sucesor y no hubiera hecho el novelón que protagonizó y mantuvo en incertidumbre a Nuevo León, que tuvo hasta dos gobernadores durante dos días.
Pero el ridículo de Samuel pasa también a afectar a una nueva generación que no encuentra cabida en la vieja política.
A propósito de lo ocurrido con Samuel, León Krauze se pregunta en una columna reciente: “¿Dónde están nuestros políticos jóvenes?”, en la que concluye que “México todavía no conoce al político joven que tome la estafeta e impulse al país a otro discurso y otras formas en la vida pública. El lopezobradorismo se ha quedado lejos de la promesa de renovación moral que está en el centro de su identidad. Ni Claudia Sheinbaum ni Xochitl Gálvez representan ese cambio generacional. Representan otras cosas, que vale la pena discutir y debatir a fondo antes de las elecciones, pero no representan un cambio generacional“.
“El momento para el arribo de esa generación no será el 2024. Las cartas están echadas ya. Pero para el 2030, el asunto debe ser distinto. La generación nacida a finales de los 70 y principios de los 80 estará en plenitud. Alguien tiene que asumir la responsabilidad de representarla. El vacío no es una opción. Dejar libre el escenario implicaría claudicar en la adopción de la agenda y los intereses, de al menos dos generaciones jóvenes, a las que les surge representación, mucho más allá de TikTok y tenis fosforescentes”, abunda.
Si revisamos por partido, Morena podría tener a esa juventud representada en la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien no haría mal en ir a la boleta en unos años.
En la militancia de Morena podemos encontrar otros jóvenes promesa como Temístocles Villanueva, quien busca ser alcalde en la Cuauhtémoc.
En el PAN, PRI y PRD, sus dirigentes no son jóvenes sino que los tres son viejos lobos de mar. Pero en el PRI, por ejemplo, encuentro juventudes capaces de tumbar spots de radio y televisión, como Miguel Álvarez.
En el PAN, los jóvenes que nos quieren conducir son los hijos de la precandidata Xóchitl Gálvez. ¿Qué otras cualidades tienen aparte de ser sus hijos?
En fin que a esa nueva generación hay que irla sacando como agujas en un pajar. Ojalá que Samuel no vuelva a cometer los mismos errores y sea más maduro en 2030. Ojalá que los partidos entiendan que estamos cansados de los mismos rostros de siempre. Ahí está el ejemplo que puso Xóchitl al presentar a un equipo conformado solo por integrantes de los tres partidos que la postulan. Así no emociona a nadie.
Nuestra generación tiene que ser representada por una nueva generación de políticos, aunque corran el riesgo de hacer el ridículo, como Samuel.