Enredo interior
Espacio mindfulness

Es escritora –cuatro libros publicados y dos en camino–, periodista, cantautora –más de 160 canciones–, experta en respiración, yoga y meditación. Dirige el Yomu Institute, es mamá de tres hijos y pionera en el arte de materializar ideas innovadoras. Es la creadora y fundadora del sistema Enciende tu corazón para inspirar la alegría en el despertar de la conciencia. Instagram: @cynthiazakofficial

Enredo interior Enredo interior
Foto: Pixabay

¿Podrá ese mosquito salir de la telaraña? ¿Liberarse rápidamente antes de ser devorado?

La inteligente araña no hace nada aparente, teje su red y espera a las presas con total certeza de que siempre algún insecto caerá en sus transparencias.

Es orden natural este proceso que resulta fascinante si lo traemos hacia nuestro interior, hacia lo que nos ocurre, la cantidad de veces que somos el mosquito atrapado en redes sociales, virtuales, intangibles que nos fagocitan y nos dejan sin voluntad.

¿Quién es responsable del enredo? La arañita que espera tranquila o nosotros que vamos a estas trampas sin voz ni voto? 

Es momento de hacernos esta pregunta porque vivimos en un tiempo en donde estas redes ocupan unos espacios inmensos en nuestras mentes, ideas, emociones, pensamientos y finalmente en nuestro cuerpo que recibe estos mensajes/embates de dudas, miedos, ansiedades que se convierten en baja de defensas y debilidad del sistema inmunológico.

Según datos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, “los adolescentes han pasado de usar el internet como un extra en las comunicaciones (cyber utilization) a la fuente primordial de encuentros (cyber immersion) y el 95% de los adolescentes están conectados a internet”.

El estudio ahonda en el impacto del cyberbullying, sexting (amenazas digitales, palabras hirientes, uso de fotos humillantes e intimidaciones) y el aumento de los niveles de depresión, ansiedad, tendencias suicidas y somatizaciones en niños, adolescentes y adultos.

Atención a estas estadísticas que les comparto porque muchas veces el impacto de los números comienzan a surtir efecto despertador para buscarle la salida a la red:

  • Entre 50 a 70% de los niños mayores de 11 años ya vieron pornografia y es igual para varones que para mujeres.

– Pasamos entre tres y cuatro horas por día en redes sociales, hay 3 mil 200 millones de usuarios de redes en el mundo entero que equivale al 40% de la población mundial.

– El número de usuarios activos en historias de Instagram aumentó de 150 millones en enero 2017 a 500 millones en enero 2019,

-mSomos pura data, usados por marketing para vendernos más y más cosas ya que estas redes nos conocen las tendencias, gustos, anhelos, proyectos y emociones al dedillo para que seamos consumidores sin límites de cosas materiales y también sutiles..

Todos iguales, moscas y mosquitos engañados por las telas tan sedosas y suaves que parecen no hacernos daño mientras flotamos en estos espacios irreales, imaginarios, hipnóticos y adictivos.

Para más comprensión la Dra. Mariam Dum, psicóloga clínica y experta en el impacto de redes, dice contundentemente: “la red social conquista nuestras emociones en un lugar invisible y hasta nuestra identidad sin darnos cuenta. Las redes hacen daño y la pregunta es cómo mi cerebro lo está absorbiendo. Nos tenemos que preguntar si lo que estamos viendo nos hace bien, la red te desconecta de tu ser y entras en un proceso poco consciente de tu ser. En las redes yo no veo al otro sino lo que me gustaría ser. Vemos lo que admiramos del otro que supuestamente yo no tengo”.

El tema es querer salir, darnos cuenta por obra de la conciencia de que algo no está bien, que las horas de sueño están reducidas, que nuestra imagen corporal vive desvirtuada por los reflejos que vemos en las redes, que los mensajes que recibimos confunden, son puro ruido, que esa tela de araña en apariencia inofensiva tiene mucho poder para dejarnos inmovilizados hasta ser finalmente devorados.

Buenas noticias

Si estás leyendo esta columna es porque has iniciado el camino de salida, no quiere decir que abandones por entero la red pero que ya te has convertido en un mosquito musculoso en voluntad y ánimo para poder acercarte a sus espejismos de colores sin ser comido por su canto de sirena.

Hermosa libertad que da la atención plena, la inteligencia emocional de poder desapegarse de todos los extremos y las exageraciones para que no todo sea a favor o en contra sino aprovechar la tecnología y estas redes para educarnos, crecer, abrir espacios para contar nuestras historias, descubrir maestros, escuchar varias campanas, inventar terrenos solidarios y encontrar las rendijas para volar a tiempo.

La meditación 

 -Agradece a tus dispositivos electrónicos lo bueno que te dan: la posibilidad de comunicación, conexión, descubrimiento, encuentro.

-Pide permiso antes de abrir tu teléfono o computadora para que ese momento en redes sea fructífero para ti y para los demás.

-Entra en redes con la imagen del mosquito superhéroe visualizando que eso es una tela de araña y que tú estás en control del viaje y la duración de la visita.

-Crea una desintoxicación gradual como por ejemplo dejar de ver historias, dejar de seguir cuentas, controlar el tiempo que pasas virtual.

-Al apagar o dejar la red siente un gran regocijo por tu poder interior y la claridad de tu desapego.

-Alégrate porque al hacer esto también comienzas a desatar redes internas que muchas veces son tan densas que no dejan.

Conecta con el episodio de mi podcast Enciende tu corazón con esta entrevista magnífica con la psicóloga clínica y experta en redes sociales Dr. Mariam Dum.

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