Es política y líder de opinión. Se ha desempeñado como diputada Federal en las Legislaturas LXI y LXIII. Cuenta con más de 20 años de experiencia en análisis político mexicano e internacional. Actualmente se desempeña como empresaria, líder de opinión y columnista en diversos medios de prensa y televisión. X: @asarur IG: @adrianasarur
Francia, un año para recordar
Emmanuel Macron tiene una opción para nombrar al primer ministro que lo acompañará hasta el 2027 y es buscarlo fuera del entramado político, un tecnócrata –seguramente un “enarca”– para dirimir este entuerto.
Emmanuel Macron tiene una opción para nombrar al primer ministro que lo acompañará hasta el 2027 y es buscarlo fuera del entramado político, un tecnócrata –seguramente un “enarca”– para dirimir este entuerto.
El año que transcurre será uno inolvidable para Francia. Y mucho más para su presidente Emmanuel Macron. Revueltas sociales, la derrota en las elecciones europeas, llamar a comicios anticipados para el legislativo, el inminente avance de la ultraderecha de Marine Le Pen, cambios abruptos de primer ministro, la unión de las izquierdas –nunca antes visto–, la participación ciudadana para detener a la extrema derecha, el triunfo del Nuevo Frente Popular (NFP) y el respiro de Jean-Luc Mélenchon, sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Por si fuera poco, tenemos que sumar la falta de consenso para formar gobierno a casi dos meses de las elecciones. Aunque Macron ha iniciado una serie de conversaciones con todas las fuerzas políticas, ninguna de estas ha dado su brazo a torcer –ni lo hará–. La propuesta del NFP para primera ministra es la economista Lucie Castets. Sin embargo, el presidente Macron, quien tiene la potestad de nombrar al primer ministro, la descartó previendo una moción de censura por parte de la Asamblea Nacional.
Le Pen y aliados de extrema derecha y de derecha no permitirán un gobierno de izquierda y harán hasta lo imposible para dinamitar a cualquier aspirante que huela a mayor inmigración o a defensa de los okupas. Aunque Marine Le Pen sabe perfecto que no le alcanza para poner a algún candidato emanado de sus filas y con su visión política, su apuesta será apoyar a alguien de la coalición del presidente Macron.
Por su parte, Macron lo ha dicho claro: no dejará llegar al Elíseo a ninguna propuesta de los extremos del espectro político, nadie de Francia Insumisa ni tampoco de Agrupación Nacional. Le Pen lo tiene claro, pero las izquierdas, que concentran la mayoría de las curules (193), ven esta decisión como antidemocrática e incluso la califican de traición por parte de Macron y aunque el presidente sabe que tampoco puede apoyar a uno de los “suyos”, seguirá insistiendo en un perfil centrista y, preferiblemente, con poco arraigo en el sistema de partidos.
Así, una Francia que está acostumbrada a grandes mayorías en el Parlamento, hoy se encuentra en un espasmo para llegar a un puerto común. Emmanuel Macron tiene una opción para nombrar al primer ministro que lo acompañará hasta el 2027 y es buscarlo fuera del entramado político, un tecnócrata –seguramente un “enarca”– para dirimir este entuerto. Para lograrlo, Macron tendrá que echar mano a todo su oficio de negociador si no quiere que este 2024 termine con otra revuelta social.