¿Inspiración o plagio en el proceso creativo? La hipertextualidad lo explica
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

¿Inspiración o plagio en el proceso creativo? La hipertextualidad lo explica ¿Inspiración o plagio en el proceso creativo? La hipertextualidad lo explica
Foto: DESIGNECOLOGIST / Unsplash.

Hace poco vi un video donde aparecía un hombre muy emocionado por haber “compuesto” la primer estrofa de su canción, pero luego su novia entre carcajadas le dice que esa pieza ya existe y procede a mostrársela. ¿Alguna vez te ha pasado eso? Sentir que encontraste el hilo negro, pero resulta que ya tenías las bases en tu consciente (o inconsciente) por haberlo visto o escuchado antes. En ese caso, ¿sería plagio o inspiración?

El proceso creativo es muy difícil, tanto para componer una canción como para montar una coreografía. Sin embargo, nunca partimos de cero, siempre hay algo que nos motiva o nos da una chispa de salida para crear algo más. El contexto y las condiciones donde estamos también son de gran peso para la creación, incluso hasta nuestro sentido del ánimo. Entonces, ¿esto significa que no existe nada nuevo desde cero?

Para comprender el proceso antes descrito me gusta la propuesta del teórico francés Gérard Genette llamada “transtextualidad”. Este concepto está abocado para la literatura y explica cómo es que se construyen los textos unos a partir de otros, donde nada parte desde cero, sino que siempre se toman referencias para crear algo nuevo. El escritor describe cinco formas en que esto se puede aplicar y la última de ellas es la hipertextualidad, cuando a partir de una obra A, se puede desprender la B.

El ejemplo más utilizado de lo anterior es El Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, el cual toma como referencia las novelas clásicas de caballería pero con un tinte de burla. Es así como el contexto que llevó al escritor, así como los elementos básicos de los textos anteriores le dieron las bases necesarias para poder hacer su propia obra.

Una premisa similar también la escuché de un profesor de la universidad, quién nos sugirió que parar adquirir un estilo narrativo en el periodismo primero teníamos que imitar uno. Cuando por fin habríamos de manejar al cien la técnica de alguien más para escribir, era momento de crear la propia con los elementos que más nos gustasen.

¿Entonces nada es nuevo? ¿Todo ya se ha inventado? Bajo este panorama el génesis total se quedó muy fuera de nuestro alcance, pero eso no implica que nuestra capacidad de invención y necesidad estén satisfechas, el proceso creativo es algo que se va alimentando por nuestro propio avance: lo nuevo que vamos conociendo y lo que ya sabíamos.

Pero ¿qué pasa con la música actualmente? ¿Todo se escucha igual? Es una realidad que vivimos en tiempos efímeros y muy globalizados, donde lo único que importa es el momento (y dura muy poco). Puede ser que un artista llegue al top global, pero si deja de producir entonces será opacado poco a poco por quienes sigan sacando más temas en tendencia. Es decir, la rapidez con la que se posiciona un canción, también puede caer.

Esta necesidad de querer algo más sobre un producto exitoso ha sido una estrategia comercial que se ha sobreexplotado hoy en día. Por ejemplo, en lo nuevo del regional mexicano, ¿cuantas canciones de Xavi se parecen “La diabla?, ¿cuantos éxitos de Grupo Frontera no se llevaron acabo con los mismos acordes?, ¿qué tal el parecido entre “Si no quieres no” y “El plumas”? Esto va más allá de la propuesta de la hipertextualidad, ya que tiene como objeto exprimir el último recurso antes de que salga de la oferta en el mercado.

A su contraparte, lo que sí podemos retomar de la teoría de Genette es que no somos un ente que surge desde cero. Además, nuestra propia composición, como la identidad, se forja partir de los hechos que vivimos, las personas que conocemos, las condiciones en que nos desarrollamos y muchos aspectos minúsculos que nos van haciendo uno solo. Somos el resultado de una mezcla de generaciones, y cada una va dejando una pequeña parte dentro de nosotros. Por ello, sería demasiado ingenuo pensar que no hay algo de ello en nuestro proceso creativo.

Bajo ese panorama, creo es importante aceptar la otredad que hay en nosotros y en lo que creamos, para después darle sentido a lo propio con elementos que podamos poner con total libertad y no con el inconsciente. En ese sentido, también entendemos que la multiculturalidad nos da mayores oportunidades de creación e inspiración; y esto mismo es lo que puede dar pie a un cambio transgresor para crear algo nuevo a partir de una obra base.

Dejémosle el génesis a quien reconozcamos como creador y preocupémonos por nuestro propio proceso, abrazando la hipertextualidad que nos tocó vivir. Recuerda que para el nacimiento de una gran obra, tuvieron que antecederle muchas otras.

Síguenos en

Google News
Flipboard