Es escritor, periodista, locutor, productor de radio y gestor cultural. Sus textos han aparecido en catálogos como Crafting our Digital Futures (Victoria & Albert Museum) y Do Flex Text (Buró Buró).
Ha escrito para Vogue, RollingStone, Revista 192, Esquire, Código, El Universal, entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor, Milenio Televisión, Bullterrier FM y Aire Libre FM.
X: @mangelangeles
La feria de todes
Vendrán las correcciones y los cambios de ritmo, pero lo cierto es que con un proyecto como la FIL Oaxaca ya estamos en otra página.
Vendrán las correcciones y los cambios de ritmo, pero lo cierto es que con un proyecto como la FIL Oaxaca ya estamos en otra página.
“Yo he venido a la @FILOaxaca porque esta es la feria más feminista, anticolonialista, lesbiana y opositora de todas, donde las disidencias traen su crítica y su pensamiento para hacerlo público”, me dijo la escritora Gabriela Wiener cuando la entrevisté en Aire Libre en nuestra cobertura de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Oaxaca. Luego de unos días de ello, sigo pensando en cuanto de cierto tiene esa idea.
En medio de un tiempo en el que nos hemos acostumbrado a ver los efectos de las llamadas mareas verde y marea Lila en Latinoamérica, que la FIL Oaxaca sea un espacio donde nos encontramos con letras de mujeres de manera equitativa es una confirmación de que se van conquistando lugares.
Sí, es cierto que hay nombres que antes contaban con más presencia, pero por otro lado, ahora hay una resonancia que difícilmente veíamos en otros festivales en los que solíamos encontrarnos con los habituales más habituales que nunca. A momentos, la FIL Oaxaca se siente como si fuera un espacio total y absolutamente horizontal, donde las conversaciones fluyen al ritmo de los mezcales pero también al ritmo natural de un grupo de gente pensando cómo es que imaginamos el futuro en función de lo que podemos entender del presente. En esta feria se habla con pares, más allá de la idea que otros festivales han impuesto, los rockstarismos no existen aquí.
Un momento clave de esta edición fue cuando la directora de la FIL Oaxaca, Vania Reséndiz Cerna, dio su discurso frente al muy polémico y cuestionado gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y junto a un grupo de personas que reunidas ahí presenciamos cómo la directora de una de las ferias más importantes del libro de México utilizaba una palabra que sigue incomodando a muchas personas: “todes”. Reséndiz hablaba de la importancia de hacer de la FIL un espacio de encuentro. Hablaba de voces que han sido calladas y de la oportunidad que un evento como este trae consigo. Reséndiz con su “todes” dejaba en claro que aquí se habla de otra forma y de otras cosas.
Durante estos días vimos a personas como Yolanda Segura, Isabel Zapata, Jazmina Barrera, la ya mencionada Gabriela Wiener y una serie de personajes como las periodistas Ilana Sod o Mariana H encabezando mesas y conversatorios desde donde una cosa era evidente: los espacios están cambiando al mismo ritmo que los estantes de las librerías y los libros que llevamos bajo el brazo y que desde ahí se van abriendo paso a más y más países. Vamos moviéndonos de lugar en función de lo que leemos y así, desde ahí, vamos escribiendo otra historia de lo que somos.
Vendrán las correcciones y los cambios de ritmo, pero lo cierto es que con un proyecto como la FIL Oaxaca ya estamos en otra página.