Persona no binarie, melómane y psicólogue social por la UNAM. Interesade en la lucha LGBT+, el antirracismo y el anticapacitismo. Adjunte de investigación y comunicación en RacismoMX.
@Momemilio en todos lados.
Melomanía racista y misógina
La industria musical refleja desigualdades de género y raza. Mujeres racializadas enfrentan retos para alcanzar el reconocimiento y la fama, pese a su talento. ¿Sabes qué factores limitan su acceso a premios y popularidad? ¡Sigue leyendo!
La industria musical refleja desigualdades de género y raza. Mujeres racializadas enfrentan retos para alcanzar el reconocimiento y la fama, pese a su talento. ¿Sabes qué factores limitan su acceso a premios y popularidad? ¡Sigue leyendo!
En la industria musical parece que existen dos tipos de parámetros para alcanzar el éxito y la fama. Uno de ellos es a través del reconocimiento de la crítica, ya sea en reseñas musicales o en entrega de premios como los Grammy. Por otro lado, está el reconocimiento de les escuchas.
La popularidad de un álbum o artista, las listas de Billboard y de manera más reciente los oyentes mensuales de las plataformas de streaming. ¿Pero qué perfil logra tal reconocimiento y popularidad en la industria musical?
En términos de popularidad, existen por lo menos 3 sitios posicionados como los más visitados para que el público en general pueda emitir una opinión:
En ellos se puede visualizar los álbumes mejores calificados o más populares. En todos se suele encontrar al inicio de las listas a Radiohead, Kendrick Lamar o Pink Floyd. Si bien hay representación de hombres afro y racializados, los materiales discográficos de mujeres brillan por su ausencia. La única excepción son un par de álbumes de la artista islandesa Björk.
Si se ordenan los álbumes mejor calificados por la crítica, aunque aparecen mujeres dentro de los primeros 25 ninguna es mujer racializada. En el caso de las premiaciones, se puede mencionar que en los Grammy únicamente son 20 mujeres las que han ganado el Grammy al Mejor Álbum del Año, 5 de ellas racializadas (Yoko Ono, Natalie Cole, Whitney Houston, Lauryn Hill y Norah Jones).
En la sexagésimo séptima edición de los Premios Grammy de 2025 la academia tiene la oportunidad no solo de nominar, sino de premiar a artistas racializadas. Ya sea en las categorías principales o en categorías específicas por género.
Según el periodo de elegibilidad para nominaciones, estarían en la terna Doja Cat, Beyoncé, Kali Uchis, entre otras. Lamentablemente, también estarían artistas como Taylor Swift o Ed Sheeran cuya sola presencia podría arrebatarles triunfos a artistas racializadas mujeres solo por su popularidad mediática o gracias al mismo apoyo de las propias discográficas le dan para que artistas promocionen su trabajo.
También se ha comentado sobre cómo la crítica suele ser más dura con mujeres solistas. Pero lo es aún más con mujeres racializadas. En lo musical es común que las cantantes terminan con poco reconocimiento, desde la composición hasta la producción, el esfuerzo se les atribuye a los hombres. A las mujeres solo se les premia por su voz, como si fuera un instrumento más en las canciones.
Finalmente, una organización inglesa llamada Black Lives in Music, lanzó un informe llamado Being Black in the UK Music Industry que destaca que 6 de cada 10 artistas negros de Inglaterra han experimentado racismo durante su carrera. En términos de ganancias, las mujeres negras ganan por lo menos 11 mil pesos menos que las mujeres blancas.
Un 44% de las mujeres encuestadas comentaron que tuvieron que cambiar su apariencia para ser aceptadas en la industria.
Una artista afro comentó:
“Ser mujer negra y madre trabajadora me coloca literalmente al final de la jerarquía. La industria se compone principalmente de camarillas blancas en la cima”.
Considero necesario que dejemos de darle el voto de confianza a los hombres por sobre las mujeres. Ellos han comandado la industria musical desde el inicio de la comercialización de la música, por lo tanto, es necesario que las mujeres racializadas obtengan el reconocimiento que merecen tanto en popularidad, como en ser acreedoras de premios.
Hay que tener en cuenta que muchas veces las disqueras eligen dejar de apoyar proyectos que contienen mayor propuesta musical simplemente porque la gente no coloca las mismas exigencias en artistas hombres, o artistas blanqueades.
Nosotres como escuchas tenemos el poder de cambiar lo que se reconoce como consumible y popular, de cambiar el paradigma de qué perfiles logran ser exitosos y forzar a la industria para que mujeres racializadas obtengan popularidad y reconocimiento en la música.
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