Reforma eléctrica, las consecuencias
Corto Circuito

Víctor es doctor en ciencias, es un liberal apasionado del sector energético y de la lucha contra el cambio climático, es vocero de la Plataforma México Clima y Energía y socio de la consultoría especializada Perceptia21 Energía. Twitter: @vicfc7

Reforma eléctrica, las consecuencias
Foto: @CFENacional.

El día de ayer, el presidente envió una iniciativa de Reforma Eléctrica que deberá discutirse en máximo dos meses. La iniciativa tiene cinco objetivos principales, y cada uno de ellos terminará por afectar a los mexicanos de alguna forma.

  • La primera parte busca que solo el Estado (o sea, un grupo de burócratas) decida quién puede generar electricidad. La reforma de 2013 cambió esto para que todos podamos tener un permiso de generación si cumplíamos con la ley y entonces generar energía para nuestro consumo o para comercializarla. Así se permitía que los generadores compitieran para ofrecer energía más barata y se logró con éxito. Ahora sólo si papá gobierno quiere podremos generar.
  • La segunda intención es poder seguir contaminando. Para frenar el cambio climático, los países que firmamos el Acuerdo de París nos comprometimos a generar energía mediante fuentes limpias e incrementar cada año. Para incentivar eso, se creó el mecanismo de Certificados de Energía Limpia (CEL). Por eso los CEL sólo se les otorgaban a los nuevos generadores de energía limpia, a los anteriores no, fuese cual fuese su nombre. Pero como este gobierno no quiere invertir ni tiene dinero para hacerlo, quieren simular la nueva capacidad otorgando CEL a generadoras viejas. En el 2019, lo intentaron hacer mediante cambios en lineamientos, pero fracasaron en tribunales y ahora quieren modificar la ley para poder fingir legalmente.
  • La tercera intención afectará a todos los mexicanos. En la ley de 2014, para proteger a los hogares mexicanos, se obligaba a quien nos vende energía (el suministrador de servicios básicos) a comprar la energía en subastas. Así, aseguraba que se comprara la energía más barata del mercado, con contratos de largo plazo, fijos. Gracias a esos contratos, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pagaba, por ejemplo, 381 pesos por cada MWh mientras que por sus plantas le cuesta en promedio producirla unos 1,505 pesos (datos de noviembre 2020). Ahora el presidente propone que CFE pueda comprar con quien quiera la energía. Esto permitirá que CFE compre lo que desarrolla, aunque sea más caro; o pueda decidir sus compras discrecionalmente, encareciendo la energía para el usuario pequeño.

Lee también: Los benditos 132,000 megawatts

  • El punto cinco tendrá un impacto durísimo en la economía mexicana: el presidente pretende que aquellas empresas que, solas o en sociedad, construyeron un parque de generación, invirtieron en transmisión y cumplían con el pago de su cuota de transmisión, ahora pierdan su permiso. Esas empresas invirtieron así porque pueden generar más barato. Hoy les quitan la opción de seguir bajando costos y los obligan a comprarle a CFE. Así, las empresas tendrán incentivos para irse a otro país que les ofrezca energía barata. Las compañías que se queden tendrán que incrementar sus precios, generando inflación.

Finalmente, el gobierno busca eliminar contratos de venta de energía a CFE previos a la Reforma Energética. Con esto, afecta a centrales que entregaban energía a costos más bajos que los de CFE. Esto parece una expropiación de facto.

¿Cuáles serán los logros del gobierno mexicano? Decir que fortalece a CFE, aunque la haga pagar más y lo paguemos los mexicanos. Incrementar la pérdida de empleos, aumentar los conflictos comerciales internacionales, perder los juicios y además tener que pagar por todo ello y, prolongar más la recesión económica que las decisiones del gobierno federal han causado desde 2018. Ah: también mantener las aportaciones de México para el cambio climático, no luchar contra él.

Síguenos en

Google News
Flipboard