La Ley Malena y sus claroscuros

La historia de María Elena Ríos es la historia de una mujer con talento y talante. María Elena es saxofonista, es comunicóloga. Es una activista y luchadora por los DDHH. La hemos visto en muchas ocasiones en televisión y si hacemos un ejercicio de memoria, casi es seguro que su voz es reconocible. Tristemente, no solo por su labor como creadora de música e intérprete, sino por la manera en la que su nombre tuvo que interrumpir en nuestra vida diaria a partir de una experiencia sufrida en la suya.  

Esta semana, su nombre volvió a ser tomado en cuenta por titulares de diversos periódicos y medios nacionales. La razón es sencilla: la llamada Ley Malena. Y es que el Congreso de la Ciudad de México -con 42 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención- se aprobó la Ley contra Ataques con Ácido. María Elena Ríos al ser una de sus principales promotoras, es hoy referencia al nombrar a dicha ley como ella. Vaya triunfo para la justicia y al mismo tiempo, vaya historia con tantos matices.

Es sin duda un hecho celebratorio porque nos recuerda que la lucha por la justicia siempre será un compromiso ciudadano y que apoyar causas así es una responsabilidad ciudadana. Es por otro lado un hecho que nos obliga a la reflexión por una sencilla razón: es febrero de 2024. María Elena Ríos fue víctima de un ataque en 2019 sin que hasta el momento pueda decir que en su caso ha ganado la justicia. En enero de 2023, la diputada morenista Marcela Fuente, presentó la iniciativa ante el Congreso de la CDMX a partir de la cual se puede trazar el proceso que hoy hace realidad a esta ley que lamentablemente nos ilustra como país: vamos tarde en cuestiones de derechos y la impunidad nos respira en la nuca. 

“Es muy importante esta reforma porque marca un precedente y un hasta aquí a todos los agresores de mis compañeras, porque no son lesiones que se tardan en curar entre 15 y 20 días, porque no es como dicen los jueces: que solamente necesitamos un facial. Tenemos las pruebas del crimen en nuestro cuerpo, nos cambiaron nuestro proyecto de vida, pero ya no más” dice María Elena Ríos en un video publicado en sus redes y con apenas esas sencillas frases nos confirma cómo es que hay todo un aparato aceitado de manera perfecta que sigue descalificando las violencias en función de los poderes ejercidos por apenas unos cuantos. 

La Ciudad de México se suma así a una lista que ya inlcuye a entidades como  Baja California (en donde la Ley Malena se aprobó hace unos días, el 29 de enero) y en Puebla, donde se logró desde marzo de 2023. Oaxaca, lugar en el que María Elena Ríos fue agredida, sigue pendiente en la lista. Al igual que todas las demás entidades donde los congresos locales no la tienen aún en agenda. 

Su caso también, mientras el exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, acusado por María Elena por haberla atacado con ácido, siga sin enfrentar la justicia, todavía no podemos decir que esto es una victoria.

María Elena Ríos es una mujer con talento y talante que merece que los capítulos que firma en su vida sean celebratorios de sus creaciones y logros y en los que la palabra justicia sea una garantía y no un objetivo en sí.