Este domingo será la ceremonia de la entrega de los premios de la Academia de Artes y
Ciencias Cinematográficas, el Oscar, galardón que se dice recibió ese nombre luego de que Margaret Herrick, bibliotecaria de la Academia dijera que la estatua se parecía a su tío, Oscar.
Anécdota que se cristalizó en 1939 cuando la propia Academia utilizó el nombre, desde entonces la industria hollywoodense entrega este premio a lo que sus miembros consideran es lo mejor del cine en el año en turno.
Para la entrega de este año, la número 97 las expectativas, polémicas y quinielas no se han hecho esperar sobre todo si pensamos en la cinta con 13 nominaciones y que trae consigo varios premios en los Goya, Globos de Oro, BAFTA, Cannes, entre otros, es una de las películas más premiadas y nominadas de la historia, pero también una de las más denostadas.
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Me atrevo a decir que nadie ha quedado ajeno a los dimes y diretes sobre la más reciente película de Jacques Audiard, desde lo rocanbolesca que les ha parecido, otros más que la han considerado ofensiva por los tópicos abordados como son las personas desaparecidas y las buscadoras, así como la transición del protagonista y otros rasgos circunstanciales de la película no se toleraron, a pesar de que claramente es una ficción.
“Emilia Pérez” fue tendencia semanas, meses y cada tanto recuperaba fuerza dependiendo la premiación en puerta o declaración desafortunada tanto del director como de Karla Sofía Gascón, actriz que fue víctima de su propio juego, ya que en estos tiempos de mantener la calma en redes sociales, se desbocó.
Ojo, pienso que hizo lo que cualquier persona haría, defenderse y defender su trabajo, pero a veces también es necesario repensar las cosas, echar mano de consejos y en algunos casos dejar fluir, todo lo que sucedió la dejó fuera y vapuleada, algo que probablemente repercutirá en la ceremonia del Oscar, donde esa posibilidad de ser la primera mujer trans en ganar un premio se le escabulle de las manos, todo porque como le dijo Trump a Zelenski, se trata de un juego de cartas y si no las juegas como se debe, quedas fuera y toca pagar. Si me lo preguntan es un reflejo de la sin razón que nos invade y cada vez nos aproxima más a la barbarie.
Nos leemos el domingo con palomitas y conversaciones en redes sobre quién se llevó el Oscar