El avistamiento de un rover de la NASA reaviva el temor respecto a la basura espacial humana
El fragmento de manta térmica que ha reavivado la preocupación sobre los riesgos de contaminación del prístino entorno marciano. Foto: Perseverance Mars Rover de la Nasa / @NASAPersevere

El rover Perseverance de la NASA normalmente emite imágenes evocadoras de desolados paisajes polvorientos, tormentas de arena de tonos rojos y muestras de rocas marcianas. Por ello, sus operadores quedaron sorprendidos cuando el lunes recibieron una imagen de un objeto plateado y brillante que se asemeja a un paquete de papas fritas tirado entre dos rocas.

El objeto, concluyó el equipo de la NASA, es un fragmento de escombro desechado por la nave robótica durante su aterrizaje en febrero de 2021.

“Mi equipo encontró algo inesperado: Es un fragmento de una manta térmica que creen que puede proceder de mi plataforma de descenso, que es la mochila cohete que me hizo aterrizar el día del aterrizaje en 2021”, informó la cuenta de Twitter de Perseverance.

“Ese trozo de papel aluminio brillante forma parte de una manta térmica, un material utilizado para controlar las temperaturas. Es una sorpresa encontrar esto aquí: Mi plataforma de descenso se estrelló a unos 2 km de distancia. ¿Acaso este fragmento aterrizó aquí después de eso, o fue arrastrado por el viento?“.

La imagen ha reavivado la preocupación sobre el riesgo de que la exploración espacial contamine los prístinos entornos de Marte y la Luna. El Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967 creó la obligación, en virtud del derecho internacional, de evitar la contaminación perjudicial del espacio exterior, la Luna y otros cuerpos celestes, sin embargo, algunos sostienen que la ley no está lo suficientemente detallada como para garantizar la protección.

No obstante, en el caso de la basura de Perseverance, el profesor Andrew Coates, científico espacial del Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard de la UCL, comentó: “La buena noticia es que todo queda esterilizado antes de ir a Marte, y que el ambiente de radiación espacial ayuda durante el viaje de nueve meses hasta Marte, al igual que el difícil ambiente de la superficie”.

“Como es muy difícil aterrizar en Marte debido a la delgada atmósfera, las sondas siempre tienen un hardware de sistema de aterrizaje asociado que también aterriza en la superficie –paracaídas, cubiertas traseras y sistemas de aterrizaje– como la grúa aérea para Perseverance y Curiosity, bolsas de aire y sistemas de retrocohetes para misiones anteriores”, añadió. “Estos ‘vuelan hacia el atardecer’ desde el lugar de aterrizaje y finalmente se estrellan, no obstante, el riesgo de contaminación es muy bajo“.

Evitar la contaminación es un factor crucial para misiones como Perseverance, cuyo objetivo es buscar señales de vida antigua en el cráter Jezero de Marte. Los científicos creen que hace más de 3.5 millones de años, la zona estuvo inundada de agua y albergó un antiguo delta fluvial. Es posible que la vida microbiana haya sobrevivido en Jezero durante este período de mayor humedad, por lo que el rover, del tamaño de un auto, está recogiendo muestras de suelo para enviarlas a la Tierra y que los científicos puedan examinarlas en busca de signos de vida antigua.

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