Ghislaine Maxwell intenta que anulen su condena por tráfico sexual
El fiscal del distrito sur de Nueva York anuncia los cargos contra Ghislaine Maxwell en julio de 2020. Foto: Jason Szenes/EPA

Cuando el equipo legal de Ghislaine Maxwell apeló su condena de diciembre de 2021 por haber ayudado a Jeffrey Epstein a abusar sexualmente de niñas adolescentes, su nuevo abogado principal reiteró en gran medida las quejas que ella misma formuló durante mucho tiempo sobre el proceso de alto nivel penal.

El abogado, Arthur Aidala, señaló que Maxwell era una “sustituta” de Epstein que fue procesada “para satisfacer la indignación pública provocada por un acuerdo de no procesamiento nada popular y por la muerte del responsable de los delitos”. Epstein, que fue detenido en julio de 2019 por tráfico sexual de niñas adolescentes, murió en la cárcel un mes después, en agosto, mientras estaba en espera de juicio.

Maxwell fue detenida en julio de 2020. Aidala, que representó a Harvey Weinstein en el juicio por violación del productor de cine caído en desgracia en Manhattan, también sostuvo que Maxwell se sentía tan abrumada por las “condiciones inhumanas” de la cárcel que “en el momento del juicio, se encontraba tan desorientada y debilitada que era incapaz de ayudar significativamente en su propia defensa, y mucho menos de testificar”.

No obstante, es posible que los comentarios de Aidala tuvieran más por objetivo suscitar la simpatía de los medios de comunicación que ser un indicador del probable éxito de la apelación. Maxwell no puede presentar una apelación basada en sus propias alegaciones de que fue una sustituta desventurada de Epstein, o que estuvo demasiado cansada durante el juicio.

El equipo legal de Maxwell tendrá que argumentar en su lugar que se cometieron errores legales en el proceso contra ella que exigen la anulación del veredicto, y es ahí donde su intento de que se revoque su condena será exitoso o –según muchos expertos legales– lo más probable es que fracase.

De hecho, Aidala sostiene que los fiscales federales de Nueva York incumplieron un antiguo acuerdo de no enjuiciamiento que, según él, prohibía que se presentaran cargos contra Maxwell en relación con los delitos de Epstein.

El acuerdo de no enjuiciamiento era una disposición del controvertido acuerdo de culpabilidad de Epstein firmado en 2007 en Florida, el cual le permitió evitar cargos federales por acusaciones de delitos sexuales.

“Por una cuestión de debido proceso, el gobierno debería estar sujeto a los más altos estándares tanto de promesa como de desempeño en su acuerdo con sus ciudadanos”, señaló Aidala sobre la disposición de no enjuiciamiento.

Aidala también sostuvo que se le denegó a Maxwell el derecho a tener un juicio justo debido al lío con el miembro del jurado Scotty David. Durante la selección del jurado, David no reveló que de niño sufrió abusos sexuales –una pregunta que se hizo a los posibles jurados–, lo cual motivó que los abogados de Maxwell solicitaran un nuevo juicio.

David, que afirmó que no lo reveló en el cuestionario para jurados debido a una distracción, comentó en entrevistas posteriores al juicio que discutió este supuesto abuso con sus compañeros del jurado, lo cual les permitió ver las cosas desde la perspectiva de la víctima.

La jueza, Alison Nathan, rechazó la petición de Maxwell de que se llevara a cabo un nuevo juicio debido a la omisión de David. A Maxwell “le negaron su derecho a ser juzgada por un jurado justo e imparcial cuando un miembro del jurado reveló que hizo declaraciones materialmente falsas durante la selección del jurado que ocultaban que él había experimentado ‘exactamente lo mismo’ que las víctimas, es decir, abuso sexual infantil”, indicó también Aidala.

“Para agravar el error, durante las deliberaciones del jurado, utilizó su experiencia previa no revelada para convencer a otros miembros del jurado de que la acusada era culpable”. Aunque Aidala citó estos supuestos errores de derecho en declaraciones públicas, el camino para demostrarlos ante el tribunal de apelación del segundo circuito y convencer a un panel de apelación de que estas cuestiones eran lo suficientemente atroces como para anular la condena de Maxwell y ordenar un nuevo juicio es arduo.

Los datos de la administración judicial de 2015 indican que menos del 9% de las apelaciones federales derivaron en anulaciones de condenas de los tribunales inferiores. “La probabilidad de que el segundo circuito revoque el veredicto de su juicio es cercana a cero”, señaló Ron Kuby, abogado defensor penal de gran experiencia especializado en derechos civiles. “El segundo circuito suele confirmar casi todas las condenas penales en general”.

En los raros casos en que el segundo circuito revoca el veredicto de un tribunal de primera instancia, lo que da lugar a un nuevo juicio, suele deberse a que los fiscales exageraron una teoría jurídica, o a que la Corte Suprema de Estados Unidos tomó una decisión que afecta los procedimientos en los tribunales inferiores, explicó Kuby. “Pero en el juicio de Maxwell no hubo nada de eso, el juicio de Maxwell se desarrolló en un territorio legal muy bien preparado”, dijo Kuby.

El proceso contra Maxwell –que surgió a raíz de actuar como proveedora de víctimas de Epstein– no se complicó con acusaciones de asociación delictuosa, ni con intrincados cargos de soborno. “Se trata de elementos muy, muy, muy sofisticados, pero fundamentalmente es el enjuiciamiento de una proxeneta, que no es tan complicado”, indicó Kuby.

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Ghislaine Maxwell con Jeffrey Epstein en 2005. Epstein se suicidó en una celda de la cárcel de Manhattan en 2019, mientras estaba en espera de juicio. Foto: Patrick McMullan/Getty Images

Hablando en general sobre las apelaciones, el veterano abogado defensor penal Kevin Faga señaló que si un tribunal de apelaciones no encuentra ningún error de derecho, la petición no llegará a ninguna parte. Es una “carga difícil demostrar que se produjo un error de derecho”.

“Sus abogados tendrán que convencer a un tribunal de apelación de que hubo un error de derecho cometido por el tribunal de primera instancia, y si tienen éxito, el tribunal de apelación tiene que determinar” si el error justifica un nuevo juicio o una investigación más exhaustiva antes de determinar si se debería llevar a cabo un nuevo juicio, señaló Faga. Un panel de apelación puede ordenar que el caso regrese al tribunal de primera instancia para que se lleve a cabo una audiencia sobre diversas cuestiones.

Rachel Fiset, cofundadora del despacho Zweiback, Fiset & Zalduendo, de Los Ángeles, comentó que consideraba “improbable” que la apelación fuera exitosa. Aunque es probable que Maxwell, condenada a 20 años de prisión, fracase en su apelación, aún tiene motivos para intentarlo. “Se enfrenta a una condena muy larga, y están buscando formas de anularla, y no hay ninguna opción más que la apelación”, comentó Fiset.

“No tiene mucho que perder, salvo el precio de la apelación”. “No es inusual que personas con muchos medios apelen su condena con la esperanza de que sea anulada. Maxwell se ha mantenido muy firme en que no cometió esos delitos y que no es su culpa, por lo que no resulta sorprendente la apelación”.

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