Gana pareja afroamericana caso de discriminación tras valuación inferior de su vivienda
El caso de los Austin también apareció en el documental Our America: Lowballed de la cadena ABC. Foto: Stefani Reynolds/AFP/Getty Images

Cuando Paul Austin y Tenisha Tate-Austin consultaron a un valuador para que estimara el valor de su casa en 2020, descubrieron que valía 995 mil dólares (unos 17 millones de pesos). Por lo que esta pareja afroamericana, que compró su casa en diciembre de 2016 y gastó miles de dólares en renovaciones durante años, decidió buscar una segunda opinión. “Blanquearon” su propiedad y le pidieron a un amigo blanco que se hiciera pasar por el propietario. Semanas después, otro valuador estimó la casa en un millón 482 mil 500 dólares (unos 26 millones de pesos).

La pareja interpuso una demanda por discriminación. Los Austin, cuyo caso apareció en el documental Our America: Lowballed de la cadena ABC, llegaron el martes a un acuerdo sobre la demanda federal de derechos civiles interpuesta contra Janette Miller y la empresa Miller and Perotti Real Estate Appraisals Inc, informó el periódico San Francisco Chronicle.

Recibirán una cantidad no revelada en concepto de compensación económica de parte de Janette Miller y su empresa, Miller and Perotti Real Estate Appraisals, informó la publicación.

También se exige que Miller asista a un curso formativo sobre prevención de la discriminación en materia de vivienda y que vea el documental.

La demanda de la pareja por discriminación, solo una de las muchas que se han presentado en Estados Unidos, ofrece una muestra de cómo las estimaciones del valor de las viviendas están plagadas de racismo sistémico, lo que exacerba las desigualdades entre los propietarios de viviendas que desean determinar el valor de su propiedad.

Revela el modo en que se valora a los propietarios blancos mientras se devalúa a los propietarios afroamericanos según los vecindarios en los que residen, un crudo recordatorio de las prolongadas consecuencias que tuvieron las políticas federales, como la práctica discriminatoria “redlining”, en la división de las ciudades estadounidenses.

Dichas devaluaciones agravaron la ya creciente brecha de riqueza. En 2021, un análisis de más de 12 millones de estimaciones del valor de viviendas realizado por la corporación Federal Home Loan Mortgage Corporation, también conocida como Freddie Mac, reveló que las viviendas ubicadas en vecindarios afroamericanos se habían devaluado hasta un 23% en promedio, en comparación con las viviendas ubicadas en vecindarios blancos.

Además, en un estudio realizado en 2022 sobre datos recientemente hechos públicos de estimaciones de la Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda publicados el pasado mes de noviembre, los investigadores descubrieron que los propietarios de viviendas blancos tenían el doble de probabilidades de ver subir el valor de sus viviendas en comparación con los propietarios afroamericanos.

A diferencia de estudios anteriores, Junia Howell, profesora invitada de Sociología en la Universidad de Illinois Chicago, y Elizabeth Korver-Glenn, profesora auxiliar de Sociología en la Universidad Washington en San Luis, analizaron más de 47 millones de informes de estimaciones recopilados de valuadores con licencia entre 2013 y 2022.

Los datos se hicieron públicos por primera vez, una década después de que Howell y Korver-Glenn los solicitaran por primera vez. Descubrieron que la brecha entre el valor de las viviendas entre unos y otros aumentó en la última década.

Cuando desglosaron los datos por raza, los resultados fueron impactantes: los valuadores valoraron las viviendas ubicadas en vecindarios blancos dos veces y media más caras que las viviendas ubicadas en vecindarios afroamericanos.

En el caso de las viviendas situadas en vecindarios latinos, la diferencia es mayor, a pesar de que el valor de las viviendas de los residentes latinos era mayor que el valor de las viviendas de los residentes afroamericanos. Y la mayor diferencia de estimación se registró entre el valor de las viviendas ubicadas en barrios blancos y las situadas en comunidades de indios americanos, nativos de Alaska, asiáticos del sudeste e isleños del Pacífico.

Entre 2020 y 2022, debido a la pandemia y a las decisiones de política monetaria, el valor promedio de una vivienda situada en un vecindario blanco aumentó más del doble que el de las viviendas situadas en vecindarios de personas afroamericanas.

Howell explicó que ella y Korver-Glenn comenzaron a estudiar el tema cuando analizaron la forma en que los valuadores realizaban sus estimaciones en Houston, Texas. Entrevistaron a más de 100 profesionales del sector inmobiliario en Houston y descubrieron que las formas en que los valuadores describían las cualidades de las viviendas de un vecindario estaban “racializadas” mediante el uso de un lenguaje codificado.

Sin embargo, el estudio no se limitó a la forma en que los valuadores individuales determinaban el valor de las viviendas, sino que destacó el racismo estructural: tras analizar el tamaño de la propiedad, la calidad y los factores del vecindario en propiedades idénticas ubicadas en vecindarios blancos, afroamericanos y latinos, descubrieron que, en 2015, las viviendas situadas en vecindarios blancos de Houston valían más del doble que las propiedades similares ubicadas en vecindarios afroamericanos y latinos.

“Esperamos que al atraer la atención hacia nuestro caso… podamos ayudar a cambiar la forma en que funciona el sector de la estimación”. Tenisha Tate-Austin

Años después, Howell y Korver-Glenn descubrieron que entre las 107 áreas metropolitanas más grandes desde 1980 hasta 2015, las casas ubicadas en vecindarios blancos fueron valoradas en 246 mil dólares (unos 4 millones de pesos) más que las casas comparables en comunidades afro socioeconómicamente similares. Y esos valores en los vecindarios blancos aumentaron siete veces más que en los otros vecindarios.

“Demostró que no estábamos progresando. Avanzábamos en dirección contraria”, dijo Howell. Añadió que el actual proceso de estimación, que depende de la noción de que el valor de una vivienda está determinado por el lugar donde está ubicada, es “un proceso contemporáneo que perpetúa la desigualdad”.

En un comunicado enviado al periódico San Francisco Chronicle a través de sus abogados, los Tate-Austin calificaron la supresión de su identidad solo para obtener un mayor valor de su vivienda como una “experiencia desgarradora”.

“Esperamos que al atraer la atención sobre nuestro caso y este acuerdo judicial, podamos ayudar a cambiar la forma en que funciona el sector de la estimación”, comentó Tate-Austin.

Howell señaló que los casos que llamaron la atención y surgieron en demandas públicas indicaban que existían muchos más casos entre las millones de estimaciones que se realizan cada año en los que las valoraciones dispares de viviendas pasan desapercibidas.

“Los que llamaron la atención de la nación son los que podemos comprender con más facilidad, porque entendemos ese discurso del racismo individual”, explicó Howell. “Lo que resulta más difícil de asimilar como nación es que no tiene sentido que las comunidades afroamericanas tengan una estimación del valor de las viviendas tan radicalmente diferente al de las comunidades vecinas o cercanas”.

“Todo nuestro sistema de vivienda está construido sobre la supremacía blanca”, añadió.

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