‘Nos convertimos en el blanco de tiroteos’: comunidad asiática en EU
Vigilia con velas en San Francisco en enero por las víctimas de los tiroteos masivos perpetrados en Monterey Park y Half Moon Bay. Foto: Justin Sullivan/Getty Images

Para Kevin Leung, instructor jefe de una escuela de kung fu ubicada en Monterey Park, en el condado californiano de Los Ángeles, las últimas ocho semanas han constituido un desorientador reajuste a la normalidad.

Su academia, Siu Lum Pai Kung Fu Association, llevaba años impartiendo clases semanales en el Star Ballroom Dance Studio, lugar donde conocía a muchos miembros de la comunidad. Para combatir el aumento de la violencia contra los asiáticos durante la pandemia, Leung también impartió ahí muchas clases gratuitas de defensa personal para personas mayores de origen asiático.

No obstante, desde que un tirador abrió fuego en el salón de baile durante el Año Nuevo Lunar en enero, matando a 11 personas, Leung cuestiona la eficacia de las iniciativas de seguridad lideradas por la comunidad –con frecuencia aquellas que protegen a los miembros más vulnerables del grupo– ante la ausencia de políticas de control de armas más estrictas.

“Nos entrenamos a nosotros mismos y nos pusimos en contacto con la comunidad para estar más atentos”, explicó. “Pero incluso con toda la preparación del mundo, si alguien viene con un arma, ¿qué puedes hacer?”.

Casi dos meses después de que dos tiroteos consecutivos en Monterey Park y Half Moon Bay, California, dejaran 18 muertos –la mayoría de ellos ciudadanos mayores de ascendencia asiática– en menos de 48 horas, los organizadores asiático estadounidenses, los propietarios de armas y los defensores del control de armas se encuentran divididos respecto a cómo abordar el doble aumento de la violencia con armas de fuego y de la posesión de armas en su comunidad. Ambos agresores, que también eran inmigrantes asiáticos, figuraban entre los autores de tiroteos masivos de mayor edad en la historia de Estados Unidos.

Incluso antes de los tiroteos, más de dos tercios de los asiático estadounidenses del estado indicaron que les preocupaba la violencia con armas de fuego, el porcentaje más alto entre todos los grupos raciales, según datos de la California Health Interview Survey (Encuesta de Salud de California) de 2021.

Solo un tercio de la población blanca, por el contrario, respondió de forma similar. Casi la mitad de los adolescentes afroamericanos y asiático estadounidenses expresaron su preocupación de ser víctimas de la violencia con armas de fuego. Los asiático estadounidenses también expresaron su firme apoyo a leyes en materia de armas más estrictas.

Sin embargo, no siempre ha sido así. Po Murray, cofundadora del grupo nacional de defensa del control de armas Newtown Action Alliance, señaló que, históricamente, las muertes provocadas por armas de fuego han sido inferiores entre los asiático estadounidenses, quienes, por tanto, no se han pronunciado abiertamente sobre el control de armas a nivel nacional, ni lo han considerado un problema que les afecte.

“Creo que las cosas empezaron a cambiar en los últimos años, desde que nos hemos convertido en blanco de la violencia con armas de fuego”, explicó, destacando el marcado aumento de los delitos motivados por el odio contra los asiáticos, así como una serie de tiroteos masivos de gran repercusión.

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La pandemia supuso un aumento de la violencia contra los asiáticos. Foto: Jeenah Moon/Reuters

Algunos expertos señalan que la creciente familiaridad de los asiático estadounidenses con la violencia con armas de fuego también constituye un indicio de asimilación.

Aunque países como Corea del Sur y China reinan en los deportes de tiro, también han impuesto fuertes restricciones a la posesión de armas entre los civiles.

Newtown Action Alliance, junto con los grupos progresistas AAPI Victory Alliance, MomsRising y Chinese for Affirmative Action, crearon la coalición AAPI Against Gun Violence para involucrar a la diáspora asiática en la cuestión de la prevención de la violencia con armas de fuego. Estos grupos lideran los esfuerzos a favor de la prohibición de las armas de asalto y el establecimiento de salvaguardias como la comprobación universal de antecedentes y la Ethan’s Law (Ley de Ethan), que obliga a los propietarios de armas de fuego a mantenerlas guardadas.

El presidente estadounidense, Joe Biden, visitó Monterey Park la semana pasada para reunirse con las familias y las víctimas del tiroteo y anunciar su orden ejecutiva cuyo objetivo es ampliar las verificaciones de antecedentes previas a la venta de armas de fuego.

En un ámbito más local, el senador estatal demócrata Dave Min, vicepresidente del caucus legislativo de asiáticos e isleños del Pacífico, presentó el mes pasado una ley que prohíbe que los bancos vinculados a fabricantes de armas de fuego operen en el estado, y otra ley que obliga a los vendedores de armas autorizados por el gobierno federal a tomar un curso anual de capacitación sobre “prácticas de venta responsables”.

No obstante, algunos propietarios de armas asiático estadounidenses consideran que estas acciones son una postura política que no refleja las preocupaciones de los miembros de la comunidad. En Monterey Park, los residentes y propietarios de negocios comentaron a The Guardian que se sintieron “aliviados” de que el ataque no tuviera una motivación racial, y argumentaron que la ley relativa al control de armas no evitaría todos los ataques.

Ray Kim, fundador de la página de Facebook Asian American Gun Owners of California, un grupo de afinidad compuesto por más de 8 mil miembros, señaló que se estaba utilizando la violencia contra personas asiáticas de la tercera edad y mujeres para justificar lo que denominó “la narrativa de la ‘prohibición del AR-15′”.

Desde que fundó el grupo en 2020, explicó Kim, este experimentó tres notables aumentos en el número de miembros durante los episodios de violencia contra los asiáticos.

El primero se produjo al inicio del confinamiento por la pandemia; el siguiente, durante las protestas de George Floyd; y, finalmente, después del asesinato de un anciano tailandés, Vicha Ratanapakdee, en San Francisco en febrero de 2021.

Los asiático estadounidenses compraron armas de fuego en cifras récord en los últimos tres años, un fenómeno impulsado principalmente por el aumento de la violencia contra los asiáticos, según indica la organización comercial National Shooting Sports Foundation.

Los asiático estadounidenses que experimentaron o fueron testigos del aumento de actos de racismo durante la pandemia eran más propensos a comprar armas de fuego con fines de autodefensa, según reveló un estudio revisado por pares de la Universidad de Michigan y la Universidad Eastern Michigan.

“Tenemos que hacer un esfuerzo adicional para capacitarnos profesionalmente y buscar la forma adecuada de adoptar la actitud cultural correcta respecto a la posesión de armas de fuego”, señaló Kim.

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Kamala Harris deja flores en un monumento improvisado en el Star Ballroom Dance Studio en enero. Foto: Patrick T Fallon/AFP/Getty Images

Para Tom Nguyen, fundador de la academia de armas de fuego LA Progressive Shooters, los tiroteos perpetrados en California reflejan una incipiente crisis de salud mental que afecta a las personas mayores inmigrantes asiáticas, un grupo demográfico traumatizado por las olas sucesivas de violencia.

La petición de leyes más estrictas en materia de armas, comentó, le pareció que era la respuesta “predictiva” de los políticos después de este tipo de tragedias. Las nuevas restricciones impuestas respecto a los permisos para portar armas ocultas en público, señaló, no detendrían a las personas que no tienen intención de cumplir la ley, pero impedirían que los propietarios de armas “ejercieran su derecho a protegerse”.

Nguyen comentó que esperaba que el interés por su academia aumentara en las próximas semanas, como suele ocurrir después de tiroteos de gran repercusión. Muchos de sus alumnos asiáticos, explicó, compraron sus primeras armas en los dos últimos años porque se sentían impotentes ante el aumento de los homicidios y los delitos violentos.

“Me dicen: ‘Tengo que hacer algo para protegerme a mí y a mi familia'”, explicó.

Cuando Brittney Au fundó Compassion in SGV, un grupo de voluntarios que ofrecía servicios de acompañamiento y defensa personal a personas mayores asiáticas del valle de San Gabriel, nunca se le ocurrió que las personas a las que estaba protegiendo de la violencia racial serían los objetivos –y los perpetradores– de tiroteos masivos.

Para Au, las tragedias ocurridas en Monterey Park y Half Moon Bay no solo fueron impactantes, sino también una llamada de atención de que los asiático estadounidenses deberían ser más proactivos en lo que respecta a la lucha por medidas más estrictas de control de armas.

“Es demasiado fácil comprar un arma y no debería ser así”, señaló. “No debería ser más fácil comprar un arma que comprar medicamentos de venta libre”.

Murray, de Newtown Action Alliance, comentó que el aumento de la posesión de armas por parte de los asiático estadounidenses constituía una tendencia preocupante, ya que las investigaciones han asociado la posesión de armas en el hogar con un elevado riesgo de suicidio.

Murray señaló que la coalición AAPI Against Gun Violence estuvo trabajando para educar a los asiático estadounidenses sobre los peligros que las armas de fuego representan para su comunidad. Parte de esa educación, explicó, consistía en mostrar cómo los grupos de presión a favor de las armas han explotado el miedo colectivo a los crímenes de odio para aumentar sus ganancias.

De 2015 a 2019, más de 3 mil asiático estadounidenses murieron en suicidios cometidos con armas de fuego, homicidios y tiroteos accidentales. Los ataques consecutivos que ocurrieron el mes pasado se suman a una larga lista de tiroteos masivos perpetrados contra víctimas asiáticas, desde el tiroteo en la escuela primaria de Stockton, California, en 1989, que dejó cinco niños refugiados muertos, hasta la masacre en el spa de Atlanta en 2021, que dejó ocho mujeres muertas, entre ellas seis de ascendencia asiática.

“Lo que cabe esperar es que, a medida que se filtren más y más armas en todas nuestras comunidades, habrá más muertes y heridos por armas de fuego”, señaló.

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