De Ellsberg a Assange: Teixeira se une a la lista de perseguidos por filtraciones

Jack Teixeira, de 21 años, miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, que el viernes fue acusado de filtrar documentos clasificados del Pentágono, se suma a una larga lista de personas que han sido procesadas por la presunta divulgación de información confidencial de seguridad nacional de Estados Unidos.

Las filtraciones anteriores abarcaron desde información sobre las guerras de Estados Unidos en Vietnam, Irak y Afganistán hasta detalles sobre la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses.

A pesar de la diversidad de temas, el trato dispensado a los filtradores ha tenido en común el carácter implacable del gobierno estadounidense a la hora de perseguir a aquellos a los que acusa de quebrantar su confianza.

Daniel Ellsberg

En marzo de 1971, Ellsberg, analista militar, filtró un estudio de ultrasecreto al periódico New York Times. El documento, que se conoció posteriormente como los Pentagon Papers, abarcaba la implicación de Estados Unidos en Vietnam entre 1945 y 1967 y exponía las iniciativas encubiertas emprendidas por los sucesivos presidentes estadounidenses para intensificar el conflicto, al tiempo que ocultaban sus profundas dudas sobre las posibilidades de conseguir la victoria.

Ellsberg fue procesado en virtud de la Ley de Espionaje de 1917 –una ley diseñada para atrapar a los espías de la Primera Guerra Mundial– y se enfrentó a una pena máxima de 115 años de cárcel. Todos los cargos fueron retirados después de que se revelara que el FBI interceptó ilegalmente las comunicaciones de Ellsberg.

A principios del mes pasado, Ellsberg, de 92 años, que ha llegado a ser venerado como el decano de los denunciantes, reveló que padece un cáncer terminal y que le quedan pocos meses de vida.

Jeffrey Sterling

Sterling, exagente de operaciones de la CIA, cumplió más de dos años de una pena de 42 meses tras ser procesado en virtud de la Ley de Espionaje por supuestamente filtrar información sobre una operación encubierta fallida de Estados Unidos con Irán al entonces periodista del New York Times James Risen. En 2003, Risen publicó detalles de la operación en un libro titulado State of War.

No fue hasta 2011, bajo el gobierno de Barack Obama, que Sterling fue detenido. Los fiscales federales lo acusaron de filtrar detalles de la operación con Irán por “enojo y resentimiento”, una referencia a una afirmación anterior de Sterling, que es afroamericano, de que sufrió discriminación cuando trabajaba en la CIA. Sterling niega haber hablado con Risen sobre el asunto de Irán.

Thomas Drake

Exalto cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Drake fue acusado en 2010 de filtrar información clasificada al periódico Baltimore Sun. Se enfrentó a 10 cargos que suponían una posible pena de 35 años, aunque los cargos se redujeron a un único delito menor por el que se le impuso un año de libertad condicional.

Drake siempre ha insistido en que no tenía intención de perjudicar la seguridad nacional, y se ha descrito a sí mismo como un denunciante que intentaba alertar sobre los fallos técnicos que existían en los programas de la NSA y que suponían una pérdida de miles de millones de dólares.

Chelsea Manning

Como exanalista de inteligencia enviada a las afueras de Bagdad durante la guerra de Irak, Manning tuvo acceso a información clasificada que reveló los caprichos de la guerra allí y en Afganistán. En 2010 filtró cientos de miles de archivos militares y cables diplomáticos a través del sitio de información abierta WikiLeaks, en lo que constituyó una de las mayores revelaciones de secretos militares de la historia de Estados Unidos.

Tres años después, fue condenada en virtud de la Ley de Espionaje. Se le impuso una pena de 35 años, de los que cumplió siete. En un libro de memorias publicado el año pasado, README.txt, escribió: “Lo que hice durante mi conscripción fue un acto de rebelión, de resistencia y de desobediencia civil”.

John Kiriakou

Kiriakou, exagente de antiterrorismo de la CIA, fue condenado a dos años de prisión en 2012 por filtrar a un periodista la identidad de un agente encubierto. Él fue el primer agente de la CIA en ser encarcelado por ello.

Los fiscales insistieron en que procesaron a Kiriakou con el fin de proteger la seguridad de los agentes encubiertos del gobierno. Kiriakou contraargumentó que era un denunciante que intentaba revelar el uso de la tortura en la denominada “guerra contra el terrorismo”.

Kiriakou fue el primer exagente del gobierno que habló públicamente sobre la práctica de la tortura con agua, utilizada contra los sospechosos de terrorismo después del 11 de septiembre.

Edward Snowden

En 2013, Snowden reveló información confidencial sobre la red de vigilancia del gobierno estadounidense centrada en las comunicaciones digitales de millones de estadounidenses a través de los periódicos The Guardian y Washington Post. Snowden, que trabajaba en aquel momento como contratista de la NSA, huyó a Hong Kong y desde ahí a Rusia, donde se le concedió asilo.

Después de que se revelara a través de The Guardian, varios políticos republicanos exigieron que Snowden fuera extraditado a Estados Unidos para juzgarlo como traidor. Donald Trump pidió su ejecución tres años antes de ser elegido presidente de Estados Unidos.

Como muestra de apoyo, varias figuras públicas destacadas, entre ellas Ellsberg, han elogiado a Snowden como héroe prodemocrático al que se le debería permitir regresar a casa con un indulto.

Reality Winner

La excontratista de inteligencia de la NSA y lingüista de la Fuerza Aérea fue sentenciada a más de cinco años de prisión en virtud de la Ley de Espionaje en 2018 por filtrar un documento ultrasecreto sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Se declaró culpable de haber entregado una copia de un informe clasificado sobre el hackeo ruso a proveedores de software de votación en la contienda electoral de 2016.

Quedó en libertad al cabo de tres años. Después de recuperar su libertad comentó a la cadena CBS: “No soy una traidora, no soy una espía. Soy alguien que únicamente actuó por amor a lo que representa este país”.

Julian Assange

El fundador de WikiLeaks fue acusado inicialmente en 2019 de conspiración para hackear una computadora militar, una acusación que surgió de la filtración masiva de Manning a WikiLeaks nueve años antes. Posteriormente, ese mismo año, se amplió drásticamente la gravedad del caso que los fiscales presentaron contra él para incluir 17 cargos de violación de la Ley de Espionaje.

Assange ha permanecido recluido durante los últimos cuatro años en la prisión de Belmarsh, en Londres, mientras el proceso de extradición avanza en los tribunales británicos. El gobierno de Joe Biden se ha visto sometido a crecientes presiones para que retire los cargos, incluso por parte de los principales medios de comunicación, sobre la base de que la acusación está restringiendo la libertad de prensa.

Jack Teixeira

El miembro de la Guardia Nacional Aérea encuentra ahora que su nombre ha sido añadido a la lista. El viernes fue acusado ante un tribunal federal de Boston de dos cargos relacionados con la Ley de Espionaje, cada uno de ellos con una posible pena de 10 años.

Los fiscales alegan que tienen pruebas que demuestran que Teixeira retuvo y difundió ilegalmente cientos de documentos clasificados de defensa. El FBI indicó que Teixeira disponía de una autorización de seguridad para acceder a información confidencial clasificada como “ultrasecreta/información confidencial compartimentada”.

Se cree que la filtración de los documentos del Pentágono tiene su origen en la plataforma de redes sociales Discord. Al parecer, Teixeira frecuentó la plataforma durante varios años para publicar mensajes sobre armas, videojuegos y memes racistas, aunque aún se desconocen los motivos de la supuesta filtración.