SpaceX contrata al niño que se convirtió en el graduado más joven de una universidad californiana

A Kairan Quazi le faltan varios años para poder ver legalmente una película de clasificación R en el cine él solo o comprar una bebida en el bar, sin embargo, está a punto de obtener un título universitario y empezar a trabajar en SpaceX.

Aparte de eso, el joven de 14 años insiste en que ha tenido una trayectoria académica bastante normal.

La historia de Quazi se volvió viral después de que los medios de comunicación de California informaran que se estaba preparando para graduarse de la Universidad de Santa Clara el 17 de junio.

El originario del Área de la Bahía no solo se convertiría en el graduado más joven en los 172 años de historia de la escuela, sino que también está a punto de unirse a una corta lista de personas que se graduaron de la universidad en su infancia.

Oldest.org, una página web de cultura e historia, tiene una lista de los 10 graduados universitarios más jóvenes de la historia. Quazi tiene aproximadamente la misma edad que las personas que ocupan los puestos seis a nueve de dicha lista.

Tal como relata la cadena de televisión KGO de San Francisco, la familia de Quazi descubrió por primera vez su avanzado intelecto cuando empezó a hablar con frases completas a la edad de tan solo dos años. Cuando estaba en la guardería escuchaba la Radio Pública Nacional y hablaba con sus maestros y compañeros sobre las historias que oía, según informó Los Angeles Times.

Después, en tercer grado, Quazi realizó varias pruebas que demostraron que su inteligencia se situaba en el percentil 99.9 de la población general, según indicó la revista BrainGain.

Quazi no se sentía desafiado por su tarea escolar, y sus profesores, su pediatra y sus padres llegaron a la conclusión de que “la educación convencional no era el camino adecuado” para su aprendizaje acelerado, explicó Quazi a KGO.

Posteriormente se inscribió en el centro de estudios superiores Las Positas –donde también trabajó como cotizado tutor– y se mudó a Santa Clara para estudiar informática e ingeniería dos años después, cuando tenía 11 años.

Cuando cambió de universidad, Quazi también consiguió unas prácticas para estudiantes universitarios que implicaban un trabajo de inteligencia artificial generativa en el laboratorio de investigación de la empresa tecnológica Intel.

En el entorno universitario fue donde “sentí que estaba aprendiendo al nivel que debía aprender”, comentó Quazi al periódico Los Angeles Times.

Quazi comentó a KGO que su experiencia fue en gran medida normal. Se relajaba jugando videojuegos, informó el Times.

Pasaba parte de su tiempo libre leyendo, sobre todo obras del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick y del periodista Michael Lewis, entre cuyos libros figuran La gran apuesta, una crónica de la crisis financiera de 2008, y Moneyball: El arte de ganar un juego injusto, una historia sobre el movimiento de análisis deportivo. También formó parte del senado estudiantil.

“No había nada con qué compararlo (como para) decir: ‘Oh, esto es diferente'”, comentó Quazi. “Pero lo disfruté mucho: hice muchos amigos cercanos. Creo que al cabo de unos días desapareció la novedad de estar ahí”.

En fechas más recientes, Quazi consiguió una entrevista de trabajo con Starlink, la división de internet por satélite de SpaceX, la empresa de vuelos espaciales de Elon Musk. Quazi contó al Times que codiciaba el puesto porque le permitiría formar parte de algo más grande que él mismo.

Starlink le dio una fecha de inicio en julio. Tras su graduación, Quazi y su madre tienen planeado mudarse de su departamento en Santa Clara a una casa en Redmond, Washington, que esté más cerca de su trabajo en Starlink.

“Ella está cambiando su vida para llevarme a Washington”, comentó Quazi a KGO sobre su madre, a la que describió como su mayor apoyo. “Estoy eternamente agradecido con ella”.

Quazi también comentó al Times que espera que la atención que los medios de comunicación le prestan convenza a “líderes en posiciones influyentes (de) desafiar sus prejuicios e ideas equivocadas”.

En su página de LinkedIn, recientemente señaló que las decisiones de Las Positas de aceptarlo como estudiante y de Intel de concederle un periodo de prácticas “cambiaron todo” para mejor.

“Con suerte, podré abrir la puerta a más personas como yo”, dijo Quazi, según informó el Times.