La ONU declara la primera semana de julio como la más calurosa jamás registrada en el mundo

Los primeros días de julio fueron la semana más calurosa jamás registrada en todo el planeta, según indicó la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Este año ya se había registrado el mes de junio más caluroso de la historia, señaló el organismo de la ONU, impulsado por el cambio climático y las primeras fases del patrón climático de El Niño.

Se trata del último de una serie de récords registrados a mediados de un año en el que se observaron una sequía en España y fuertes olas de calor en China, así como en Estados Unidos.

“El mundo acaba de experimentar la semana más calurosa jamás registrada, según los datos preliminares”, indicó la OMM en un comunicado, en el que añadió que las temperaturas estaban rompiendo récords tanto en tierra como en los océanos, lo que conlleva “impactos potencialmente devastadores en los ecosistemas y el medio ambiente”.

“Nos encontramos en territorio inexplorado y podemos esperar que se rompan más récords a medida que se siga desarrollando El Niño y que estos efectos se prolonguen hasta 2024“, comentó Christopher Hewitt, director de servicios climáticos de la OMM.

“Son noticias preocupantes para el planeta”.

Las temperaturas globales de la superficie del mar alcanzaron temperaturas récord para la época del año tanto en mayo como en junio, señaló Hewitt. “No se trata únicamente de la temperatura de la superficie, sino que todo el océano se está calentando y está absorbiendo energía que permanecerá ahí durante cientos de años”.

“Si los océanos se están calentando de forma considerable, eso tiene repercusiones en la atmósfera, en el hielo marino y en el hielo de todo el mundo”, comentó Michael Sparrow, jefe del programa mundial de investigación climática de la OMM.

Sin embargo, Sparrow explicó que es probable que los efectos de El Niño se perciban con mayor intensidad a finales de año. “El Niño todavía no ha empezado realmente”, dijo.

El servicio de vigilancia climática de Europa, Copernicus, indicó a la agencia de noticias AFP que sus datos también mostraban que la semana pasada probablemente fue la más calurosa desde que empezaron los registros en 1940.

Copernicus señaló que sus datos sugerían que el jueves probablemente se había registrado la temperatura promedio mundial más alta, después de varios días récord registrados a principios de semana.

‘Fuera de control’

A lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, los agentes federales informaron que las temperaturas extremas alcanzadas durante el fin de semana contribuyeron a la muerte de 10 personas y a que se rescatara a otras 45.

El suroeste de Estados Unidos se prepara para otra semana de temperaturas abrasadoras, ya que el lunes los meteorólogos ampliaron la alerta de calor excesivo hasta el fin de semana para la zona más poblada de Arizona y recomendaron a los residentes de algunas zonas de Nevada y Nuevo México que permanecieran en espacios interiores.

El área metropolitana de la ciudad de Phoenix estaba a punto de igualar o superar un récord establecido en el verano de 1974 correspondiente al mayor número de días consecutivos de temperaturas altas iguales o superiores a 43ºC.

La semana pasada, el Ministerio canadiense de Recursos Naturales indicó que el número de incendios forestales registrados en el país –más de 670 el viernes– era “extraordinario” y que se avecinaba un verano largo y difícil.

En lo que ha transcurrido de la estación, el humo de los incendios ha contaminado el aire de Canadá y del vecino Estados Unidos, afectando a más de 100 millones de personas.

En Estados Unidos, Texas experimentaba un prolongado “domo de calor” en el que el aire caliente queda atrapado en la atmósfera como si fuera un horno de convección, mientras que en Europa, España se preparaba para su segunda ola de calor desde hacía semanas.

En el sur de Irak, los legendarios pantanos sufrieron su peor ola de calor de los últimos 40 años, según informó el lunes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que advirtió sobre el “devastador impacto” en el ecosistema, así como en los agricultores y la pesca.

El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que “la situación que estamos presenciando ahora es la muestra de que el cambio climático está fuera de control”.

Muertes relacionadas con el calor

Las temperaturas más altas de lo normal también causan problemas de salud que varían desde el golpe de calor y la deshidratación hasta el estrés cardiovascular.

Una investigación publicada el lunes reveló que más de 61 mil personas murieron a causa del calor durante el verano europeo de 2022, que rompió los récords de temperatura.

La mayoría de las muertes fueron de personas mayores de 80 años y alrededor del 63% de las personas que fallecieron a causa del calor eran mujeres, según indica la investigación publicada en la revista Nature Medicine.

Los expertos señalan que es probable que el agotamiento por calor y los golpes de calor se vuelvan más frecuentes a medida que los efectos del cambio climático sean cada vez más extremos.

El golpe de calor es la enfermedad más grave relacionada con el calor y ocurre cuando el cuerpo pierde su capacidad para transpirar.

Jon Femling, médico de urgencias y científico de la Universidad de Nuevo México, explicó que el cuerpo intentaba compensarlo bombeando sangre a la piel como medio para refrescarse. Cuanto más respiraba una persona, perdía más líquidos, deshidratándose cada vez más.

“Por lo tanto, una de las primeras cosas que sucede es que tus músculos comienzan a sentirse cansados mientras tu cuerpo comienza a desconectarse”, explicó. “Y entonces puedes empezar a tener daños en los órganos cuando tus riñones no funcionan, tu bazo, tu hígado”.

El estrés que sufre el organismo puede provocar que el cerebro no reciba suficiente sangre, señaló. Con el agotamiento por calor, el cuerpo también podría volverse frío y húmedo. Las personas mayores, los niños y las personas con problemas de salud podrían correr mayores riesgos cuando las temperaturas fueran elevadas.

Agence France-Presse contribuyó a este artículo.