La cruda historia detrás de la película <em>Tiburón</em>, de Steven Spielberg

La película Tiburón de Steven Spielberg está próxima a cumplir 50 años de su estreno y sigue siendo considerada como uno de los pilares del cine de suspenso y de terror, pero existe una escalofriante historia detrás de este filme que tiene que ver con el hundimiento del USS Indianapolis, considerado como el mayor desastre naval de la historia de la Marina estadounidense.

La película tiene como protagonista principal a un tiburón blanco gigante que representa una gran amenaza para los habitantes y turistas de un pueblo costero, por lo que el alcalde de la región, junto al jefe de la policía, un pescador y un científico trabajan en un plan para la caza del escualo.

La película se estrenó en junio de 1975 y marcó un precedente en el cine de suspenso y terror, en lo que ha sido uno de los rodajes más desafiantes en la carrera de Spielberg, que en aquel entonces tenía apenas 28 años de edad.

Una de las curiosidades del filme es que los tiburones mecánicos que fueron construidos para este filme funcionaban de forma intermitente, por lo que Steven decidió optar por insinuar la presencia del escuelo con una inquietante música de John Williams, decisión que a la postre fue uno de los mayores aciertos de la película.

Entre las escenas más memorables de Tiburón, hay una que destaca por encima de las demás gracias a la historia que hay detrás: la conexión con el hundimiento del USS Indianapolis, algo que Steven Spielberg decidió incluir en el producto final.

En este punto, la trama se desenvuelven en el mar, lo que lleva a Quint a contar lo que aconteció en esta tragedia considerada como el mayor desastre naval de la historia de la Marina estadounidense.

En julio de 1945, el buque de guerra antes mencionado fue hundido por el impacto de torpedos japoneses, lo que ocasionó que más de 1 mil 100 hombres cayeran al agua. Pese a que muchos lograron sobrevivir, no sabían que después tendrían que hacer frente a una amenaza mucho más temible: los tiburones.

“Esos ojos negros se vuelven blancos cuando muerden”, describe Quint, quien contó que los hombres se agruparon y patalearon para tratar de ahuyentar a los tiburones, aunque no funcionó en su totalidad.

Al amanecer, se encontraron con que más de 100 hombres habían sido devorados en la primera noche. Una cifra que aumentó en los próximos días, pues de los 1 mil 195 que habían sobrevivido en primera instancia, solo 316 fueron encontrados con vida después del ataque de los tiburones.

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