A casi 70 años del voto de la mujer, sigue la lucha por los derechos de todas

Este 3 de julio se conmemora el día en que la mujer votó por primera vez en una elección federal en México, en 1955, y aunque ha habido avances en el acceso a sus derechos, los retos son evidentes ante la brecha en los espacios de poder, toma de decisiones y el acceso una vida más equitativa y segura para todas.

La lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos tuvo uno de sus momentos más representativos desde el nacimiento de México como nación, en 1821, cuando un grupo de mujeres de Zacatecas pidió al gobierno que diera el carácter de ciudadanas y así poder votar. La lucha se concretó más de 100 años después: en 1953 se hizo oficial que las mujeres del país podrían votar y fue hasta el 3 de julio de 1955 cuando se hizo realidad.

Pero tuvieron que pasar más de 60 años para que se elevara a rango constitucional la paridad entre mujeres y hombres en las candidaturas a la Cámara de Diputados, el Senado y los congresos estatales, en 2014, y cinco años más tarde se logró una nueva reforma que garantiza la paridad en los gobiernos municipales, estatales y gabinetes, así como en el Congreso de la Unión y el Poder Judicial.

Este año en México, nueve de los 32 estados serán gobernados por mujeres, un máximo histórico; cuatro de once ministros que integran el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación son mujeres; y 26 de los 32 congresos estatales están compuestos por el principio de paridad entre mujeres y hombres.

Pero en 200 años solo ha habido 14 mujeres en el Máximo Tribunal Judicial del país, actualmente no hay una sola mujer como coordinadora de un grupo parlamentario en la Cámara de Diputados ni en el Senado de la República, y las comisiones o cargos con mayor importancia siguen en manos de hombres.

La-Lista invitó a mujeres que ocupan cargos de representación y que encabezan liderazgos a reflexionar sobre los alcances logrados en casi 70 años y también sobre los retos más apremiantes para que las mujeres mexicanas alcancemos una verdadera paridad de género.

La presidenta del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, comunicó a La-Lista que “aún persisten prácticas y actitudes de la cultura patriarcal, algunas soterradas y otras manifiestas, que hacen que cualitativamente la brecha de responsabilidades y capacidad de despliegue de poder de las mujeres aun sea muy amplia en desventaja para nosotras las mujeres”.

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“Los avances que hemos logrado pueden revertirse o detenerse si bajamos la guardia“,

Olga Sánchez Cordero, presidenta del Senado.


La ministra en retiro advirtió que “falta trabajar mucho la sororidad y asimilar en el relevo generacional de mujeres en la toma de decisiones que los avances que hemos logrado pueden revertirse o detenerse si bajamos la guardia, si nos confiamos o si no defendemos los espacios políticos y las conquistas legales que hemos obtenido”.

Señaló que en todo el mundo hay muestras claras de contrarreformas y reacciones de grupos conservadores o de grupos empoderados por la cultura patriarcal a los que ya se las había arrebatado los espacios de poder, tal es el caso del retroceso en el derecho al aborto en Estados Unidos.

Los hombres siguen tomando las decisiones

Las mujeres que ocupan espacios relevantes en el Congreso coinciden en varios puntos, pero el más frecuente es que los hombres son quienes siguen tomando las decisiones en espacios de poder, ya que no hay una sola mujer coordinadora de un grupo parlamentario.

Al respecto, la presidenta del Senado afirmó que sería positivo reflexionar y poner en el debate la posibilidad de tener vicecoordinaciones parlamentarias que implicaran la presencia de un hombre y una mujer en la dirigencia de cada bancada, y obligar a que cada año de la legislatura se alternaran en la conducción de la bancada.

Patricia Mercado, quien fue candidata a la presidencia de la República en 2006, y actual senadora por el partido Movimiento Ciudadano, afirmó que las mujeres aún están lejos del poder de decisión, ya que todavía son los hombres quienes toman las decisiones entre ellos y las mujeres solo son informadas.

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Estamos lejos del poder, el poder de decisión, todavía son los hombres que se comunican entre ellos, toman decisiones entre ellos y nosotras somos informadas”,

Patricia Mercado, senadora de MC.


“Tenemos el poder del lugar, antes no teníamos más que unos espacios, sin embargo, ya en la toma decisiones sigue siendo un espacio muy masculino en todos los sentidos, pero sobre todo hablando de hombres, de cuerpos de hombres tomando decisiones”, dijo la senadora Mercado.

Además, aún con la reforma constitucional que obliga a los gobiernos estatales a mantener una paridad de género en sus gabinetes, no siempre se respeta debido a que no hay sanciones más allá del señalamiento moral.

Señaló que uno de los primeros acuerdos que alcanzaron las mujeres que integran la actual legislatura en el Congreso fue reconocer que ellas podían estar ahí trabajando gracias a otras mujeres que estaban en sus casas haciendo las labores que “les correspondían como género en esta cultura” y lo hacían en las peores condiciones, por lo que legislaron para que más de 2 millones de empleadas del hogar gocen de seguridad social y prestaciones de ley.

Aleida Alavez, vicecoordinadora de Morena en la Cámara de Diputados, coincidió en que el hecho de que el Congreso esté conformado por hombres y mujeres bajo el principio de paridad del 50% no significa que las mujeres están en los espacios de toma de decisiones, porque ninguna mujer es coordinadora de algún grupo parlamentario.

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“Esa vieja fórmula de asegurar espacios políticos y públicos para las mujeres a través ciertos porcentajes -aunque efectiva en su momento- hoy resulta limitada”,

Aleida Alavez, vicecoordinadora del GP de Morena en Diputados.


“Es cierto y hay que reconocer, que se ha avanzado mucho en este tema, pero seguimos teniendo prácticas institucionales e informales que limitan el crecimiento de las mujeres y que limitan su desarrollo”, dijo Alavez.

La legisladora expuso que la desigualdad de género no es un asunto exclusivo de las mujeres y que se trata de dejar atrás las políticas de las “cuotas de género”, pues esa vieja fórmula fue efectiva en su momento, pero actualmente resulta limitada porque no garantiza el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres y limita el reconocimiento de sus cualidades y capacidades.

Martha Lucía Mícher, presidenta de la comisión para la igualdad de género del Senado de la República, advirtió que sí ha habido avances representativos que han garantizado la paridad de género de forma gradual hasta lograr la reforma constitucional de 2019, pero eso no ha se ha traducido en mejores condiciones para las niñas y mujeres mexicanas.

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“Tenemos mujeres ocupando espacios de decisión y elección popular y la vida de las niñas y las mujeres no cambia”,

Martha Lucía Mícher, presidenta de la comisión para la igualdad de género del Senado.


“El hecho de que ya tengamos la paridad en los tres niveles de gobierno y en los tres poderes no ha garantizado el avance en el acceso del ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. Tenemos mujeres ocupando espacios de decisión y elección popular y la vida de las niñas y las mujeres no cambia”, dijo la senadora por la primera fuerza en el Congreso, Morena.

Los programas que hacen falta para reducir la brecha de género

En la agenda legislativa, las mujeres que ocupan cargos de representación señalan como una disparidad importante el tema de los cuidados y el trabajo en el hogar, ya que las mujeres suelen ser las que asumen la responsabilidad de cuidar a los adultos mayores, a las personas con alguna discapacidad y a las infancias y todas coinciden en que ésta debe ser una responsabilidad compartida.

“Los temas pendientes son el de los cuidados, pues la división sexual del trabajo casi sigue perfecta y sin ser tocada, los hombres en la cultura del género siguen siendo el proveedor, y las mujeres tenemos la responsabilidad de los cuidados sin remuneración”, explicó la senadora Mercado.

La diputada Aleida Alavez coincidió en que uno de los principales obstáculos para la promoción de las mujeres son las cargas familiares, ya que son las mujeres las que asumen la crianza de los hijos, el cuidado familiar y las labores domésticas y quienes piden bajas por maternidad.

“Esta circunstancia las coloca en desventaja, pues les genera obstáculos a la hora de retomar su labor profesional y conseguir una promoción porque no cuentan con el número de años o la antigüedad necesaria para competir en igualdad de condiciones”, dijo.

Al igual que las demás legisladoras, la senadora Mícher sostuvo que debe haber una distribución más equitativa de los cuidados, por lo que impulsa la iniciativa del Sistema Nacional de Cuidados, que habla de una serie de acciones que el Estado tiene que hacer para garantizar el cuidado a las familias y que no recaiga solamente en las hijas, esposas y madres.

Al respecto, la presidenta de la Comisión de Derechos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez, dijo que “una agenda fundamental para la equidad entre hombres y mujeres es la implementación de un Sistema de Cuidados diseñado de manera integral, que beneficie directamente a titulares de derechos de diversos grupos de atención prioritaria en función del ciclo de vida y condición de discapacidad, a partir del reconocimiento de la feminización de los cuidados”.

La Ombudsperson de la CDMX señaló que es preciso que se consoliden prácticas concretas a nivel administrativo y judicial para el respeto y garantía de los derechos de las mujeres ya reconocidos en nuestro bloque de constitucionalidad y legislación secundaria, ya que es en la implementación de las normas donde aún no se hacen valer los derechos de las mujeres, en especial a una vida libre de violencia.

La violencia de género

Las mujeres y niñas mexicanas enfrentan violencias en espacios públicos y privados con niveles que no corresponden con un Estado que debería de tener paridad de género en todos sus espacios de gobierno.

En 2021, México llegó a una cifra histórica de feminicidios, con 978 casos, aunque el gobierno mexicano asegura que este año han disminuido, pues se han registrado menos casos (385) en los primeros cinco meses que en el mismo período del año pasado (437). La violencia no solo se refleja en ese delito sino en la violencia estructural por la falta de acceso a una educación sexual plena y a servicios de salud reproductiva para niñas y adolescentes.

La senadora Patricia Mercado advirtió que el acoso y la violencia sexual son muy frecuentes en los espacios laborales debido a que sobre las mujeres cae la responsabilidad de los cuidados de los hijos, padres y personas con discapacidad en las familias.

Destacó que en México ocurren mil embarazos de mujeres menores de 19 años diariamente, de los cuales, 20 son de menores de 15 años y a raíz de la pandemia los casos aumentaron en un 30%, por lo que es importante brindar educación sexual completa a las niñas y adolescentes y que los congresos locales legislen para tener acceso al aborto, un derecho que ya se garantiza en nueve de los 32 estados de la República.

La representación de las mujeres indígenas y afrodescenciantes

La representación tampoco ha sido igual para todas, las mujeres indígenas y afrodescendientes han enfrentado muchas más dificultades que las mujeres blancas y mestizas para alcanzar los mismos niveles de educación, oportunidades profesionales y ocupar puestos de representación y lugares de poder en México.

Malú Mícher dijo que el reto más urgente es garantizar que haya más mujeres indígenas al frente de los gobiernos municipales, y aunque es alto el número de mujeres en la representación de regidoras, de síndicas y de presidentas municipales, en general, el de mujeres indígenas es bajísimo todavía.

Ha tomado casi 70 años para que una mujer afromexicana llegue al Senado de la República. María Celeste Sánchez se convirtió en la primera al ser compañera de fórmula de Citlali Hernández, quien pidió licencia en octubre de 2020.

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“Por la desigualdad, la pobreza, el racismo y la discriminación, hay mujeres que no pueden acceder a espacios de poder”,

Celeste Sánchez, senadora


Celeste Sánchez dijo que faltan programas de formación política enfocados a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad y más espacios de visibilidad de las necesidades especificas para estos sectores de la población. Además de una regulación de las acciones afirmativas que ya están vigentes.

Hay que hacer que los derechos políticos sean una realidad para todas las mujeres y no sólo para unas cuantas, dijo.

“A los derechos políticos deberían de poder acceder todas las mujeres. Sí hay paridad, pero como sabemos, por la desigualdad, la pobreza, el racismo y la discriminación, hay mujeres que no pueden acceder a espacios de poder. Faltan acciones afirmativas para garantizar que cualquier mujer tenga la posibilidad de estar en estos espacios”, expresó.

La nueva generación de feministas

La periodista independiente y escritora Laura Castellanos advirtió que a las mujeres mexicanas les tomó un siglo poder tener acceso no solo a puestos de representación sino a puestos legislativos para incidir en la exigencia de la creación de leyes con perspectiva de género.

Desde el momento en que fue posible el voto de la mujer, tuvieron que pasar entre 30 y 40 años para que se vieran reflejados en leyes y políticas los derechos de la mujer. El ejemplo más reciente fue la sentencia del Alto Tribunal al decidir en 2021 que el aborto no puede ser considerado un delito en México, lo que garantiza que ninguna mujer ni médico puede ser castigado penalmente por este derecho.

Castellanos también ve un cambio de conciencia en las mujeres que hoy aún son menores de 18 años y que son quienes van a protagonizar el relevo generacional en los cargos de poder en unos años y quienes tendrán una influencia en la decisión de las elecciones de 2024.

“Es una cuestión de mera lógica generacional, quienes están ahorita en el gobierno, con los años que tienen, veamos al presidente o su gabinete, van de salida y las nuevas generaciones, estas generaciones, en algún momento van a tener acceso al poder”, dijo Castellanos.

La autora de La Marcha del #TerremotoFeminista dijo que los cambios son graduales y que los movimientos feministas actualmente en México son unos de los más vibrantes en el mundo. “No solo es una marea verde, sino una marea variopinta luchando y exigiendo porque las mujeres y las niñas tengan derecho a una vida sin violencia y sin opresión”.

Lee aquí lo que escribieron sobre el voto de la mujer en México: