Sacerdotes denuncian robo armado en la carretera México-Querétaro

Dos sacerdotes fueron agredidos en la carretera México-Querétaro por presuntos ladrones que colocaron piedras en el camino para detenerlos y despojarlos de sus pertenencias el pasado jueves 3 de agosto.

De acuerdo con información que fue compartida por la revista católica Desde la fe de la Arquidiócesis Primada de México, los hechos se perpetraron cerca de las 08:30 horas de ese día, cuando ambos sacerdotes fueron atacados con disparos por varios delincuentes.

“Escuché dos disparos, después otro más; luego, fueron cuatro”, describió el sacerdote Cristian Iván Castañeda Silva, quien condenó los hechos.

El sacerdote describió que conducía su vehículo desde el estado de Zacatecas hacia la Ciudad de México (CDMX) para llegar a una residencia, cuando un sacerdote que viajaba en otro vehículo golpeó una piedra que se encontraba en la carretera, por lo que tuvieron que orillarse.

“En un tramo de la autopista, el padre Juan golpeó una piedra grande que estaba en el pavimento. Era tan grande que tuvo que orillarse para revisar. A unos 100 metros de distancia había otros dos vehículos dañados por la misma roca”, narró el sacerdote Cristian al semanario.

El padre Cristian detalló que también estacionó su auto y en cuestión de segundos, un hombre salió entre la maleza ordenando que se tiraran al suelo, mientras sacaba un arma.

“Lo vi de frente. Detrás de él, otro sujeto con un arma disparó dos veces al aire. Al escuchar los tiros, mis piernas se desbloquearon. Corrí como pude, sin pensar, alcancé a subir a mi vehículo”.

Contó que fue lesionado por fragmentos de bala que rozaron uno de sus costados mientras intentaba huir, sin embargo, su compañero sacerdote estaba en el suelo, sujetado ya por un delincuente.

“Escuché otro disparo antes de poder acelerar. El primer sujeto intentó entrar a mi coche. Con la pistola rompió el cristal del copiloto, pero logré avanzar con rapidez. Dos rocas grandes, lanzadas por delincuentes, golpearon mi parabrisas. Buscaban detenerme a como diera lugar”, agregó el sacerdote.

Asimismo, lamentó que el caso quedó impune, ya que, a pesar de realizar la denuncia al número de emergencias 911 para recibir ayuda, nadie acudió; solamente una patrulla de la Guardia Nacional (GN), pero quienes iban a bordo “no sabían nada”.