Discriminación: el fantasma visible de la pandemia
Historias del campo ciego
Discriminación: el fantasma visible de la pandemia
Foto: Sáshenka Gutiérrez/EFE.

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El cansancio prevalecía. Tras una agotadora jornada de labor nocturna de 12 horas en uno de los dos hospitales en que trabaja, Ana –quien me pide no usar su nombre real por temor a nuevas agresiones–, por fin llegaba a la Central de Autobuses del Norte para dirigirse hacia Pachuca. Corrían los primeros días de abril 2020, los meses iniciales de la pandemia por Covid-19.

Sucedió lo inesperado. Su uniforme blanco de enfermera se convirtió en su peor enemigo. Ana hizo contacto frontal con el fantasma visible de la pandemia: la discriminación. Al intentar abordar, los pasajeros que ya se encontraban arriba comenzaron a gritarle a ella improperios y a exigirle al conductor que no le permitiera el ascenso.

“Yo necesitaba trasladarme a mi destino, como cualquier otro ciudadano. No entendía lo que pasaba”, cuenta Ana.

En medio del escándalo de las voces de los pasajeros ya abordo, inicialmente Ana no tuvo otra alternativa que bajar de los primeros escalones del camión. Pero ya abajo, pidió hablar con uno de los trabajadores de la empresa de transporte pidiendo una explicación o justificante para no poder hacer su traslado a pesar de haber realizado el pago de su boleto.

Tras no haber argumento posible, la empresa hizo lo conducente para permitirle el acceso de abordaje y traslado. “A la gente no le quedó de otra, pero todo el camino ese día fue de agresión verbal hacia mí. De escuchar repetidas ocasiones que por personas como yo (enfermeras y médicos), todo esto (el incremento de contagios) se estaba tornando peor. Cuando lo único que estamos haciendo es trabajar y cuidar pacientes graves o que así lo requieren, bajo riesgo de nuestro propio contagio”.

A partir de esa dura experiencia, Ana, quien es enfermera “A”, no usa más su uniforme clínico (el blanco, el azul es el quirúrgico) al salir del hospital. Desde entonces usa “ropa normal” (de calle) para sus traslados y evitar así agresione,s o nuevos intentos de vulnerar alguno de sus derechos ciudadanos. ¿El uniforme de médicos y enfermeras no dignifica su trabajo, no es ropa normal? Pareciera una pregunta inútil, pero como todas las preguntas en el tema de la discriminación -hecho transversal que impacta en nuestra vida pública y privada-, no lo es.

En la voz de Ana hay desesperación. Dice no entender por qué si ha pasado casi un año ya del inicio de la pandemia por SARS-Cov-2, aún existen este tipo de reacciones de este tipo. “Entonces estábamos todos en el desconcierto, pero ahora, después de todo este tiempo y tanta pérdida… No concibo cómo puede haber personas que incluso crean que si ellos no enferman, el coronavirus no existe. ¡No podemos seguir así!”.

De marzo a diciembre de 2020: más de 400 casos en Conapred

¿En medio de la pandemia por Covid-19 has experimentado obligación a trabajar estando en situación de riesgo? ¿La negación de atención médica o un servicio público o privado? ¿Insultos, burlas, amenazas o malos tratos en situación de contagio? ¿Hostigamiento vecinal o laboral?

De marzo a diciembre de 2020, el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred), registró 462 peticiones de revisión de casos de discriminación relacionadas con Covid-19 en diferentes estados del país, como el caso de Ana –aunque no figura en esa lista-, o quizá como el tuyo, que mientras lees esta historia te identificas con ella.

He escuchado a muchos decir, yo misma he pensado: la pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Pero sin duda, con pandemia y sin ella, seguimos siendo un país altamente discriminatorio. ¿Yo discrimino, tú discriminas? ¿Qué haremos con ello?

La discriminación es un tema transversal, de políticas públicas. Pero no deja de ser personal.

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