¿Crecimiento económico? ¡En dónde!
Energía sin política

Es ingeniero químico con 28 años de experiencia en la elaboración, evaluación y asesoría de proyectos en la industria de hidrocarburos, geotermia, electricidad, energía y economía. Twitter: @economiaoil

¿Crecimiento económico? ¡En dónde!
El puerto de Rotterdam, gran centro logístico de Europa. Foto: Andrey Sharpilo/Unsplash.com

Hay jóvenes que me preguntan: ¿Qué es mejorar para un país, el crecimiento o el desarrollo económico?

Hoy hay un cambio radical en todas las economías mundiales en la que los países implementan sus estrategias en todas las actividades que puedan realiza en el mercado global, al intercambiar e interactuar con países dentro de sus regiones. El objetivo es reducir costos ante la gran incertidumbre sobre el consumo de productos y servicios y dentro de las actividades de los sectores primario, secundario y terciario.

En México, en todos los sexenios, incluyendo el actual, las administraciones confunden siempre estos dos términos. Por ello, todos deberíamos presionar para que se diferencien a futuro en los nuevos modelos económicos que surgirán a partir de 2021. La diferencia entre ambos parámetros económicos es:

  • Crecimiento: tiene que ver con el aumento de la productividad y los ingresos de un territorio o país.
  • Desarrollo: se enfoca en medir las mejoras en las condiciones de vida de una población.

Durante la pandemia, los países se han enfocado en el desarrollo económico, a fin de tener las bases para que la población pueda hacer frente a cualquier cambio para el futuro y minimizar la incertidumbre de cuando poder tener al virus bajo control.

Algunos países otorgaron estímulos a empresas y personas para no detener el desarrollo económico. Esto trajo cambios en la forma de enfocar el futuro.

El crecimiento económico en 2020 se vio afectado porque cada país perdió el control debido a la rapidez de la propagación del virus, dejando expuestas sus economías por la falta de una respuesta rápida en contra de algo incierto.

La única forma de no colapsar fue limitar a las personas económicamente activas, incluyendo su movilidad. Esta acción trajo como consecuencia la limitación de la circulación del dinero, primero dentro de la económica de un país, posteriormente entre las regiones y al final en todo el mundo.

Se colapsó el intercambio de productos, servicios y materias primas lo que trajo como consecuencia directa una contracción sin precedente en el transporte. En este punto cabe aclarar que casi 80% del petróleo global se utiliza para generar combustibles para la movilidad de motores, turbinas o cualquier tipo de motor de combustión interna. El crudo, es la materia prima de mayor intercambio comercial entre los países, y el gas es un mercado regionalizado entre los que comparten fronteras.

La caída del precio del petróleo significó una menor cantidad de ingresos dentro de los países productores; además de que muchos dependen de las exportaciones o su transformación en combustibles.

Algunos países optaron por dejar que el crecimiento fluctuara en forma libre por la falta de un control inmediato directo en sus economías. La falta de intercambios comerciales afectó en forma directa sus balanzas comerciales. Algunos países entendieron que tenían que fortalecer su economía interna, y simplemente apoyaron el desarrollo económico.

Nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, en enero tenía alrededor de 158 millones de personas empleadas, y en abril tuvieron 23 millones en el desempleo.

Los programas de ayudas a empleados ayudaron a continuar con el desarrollo económico. Por ello, al cierre de 2020 sólo se reportaron 10 millones de personas desocupada, de acuerdo con el buró de Estadísticas Laborales de EU. Allá esperan reducir esa cifra de desocupados en los próximos meses, en función del nuevo plan de la nueva administración, así como un programa de vacunación acorde al desarrollo económico para, posteriormente, enfocarse en el crecimiento.

En México, estamos preocupados por el crecimiento económico como primer punto, siendo que este no se puede lograr si no hay un plan de desarrollo económico. Al cierre de 2020 hay 2 millones de personas desempleadas, sin un programa de ayuda, y una pérdida de casi 16 mil millones de pesos que dejaron de circular en la economía del país.

Hoy en el desarrollo económico depende de tres variables para alcanzarse: el consumo de combustibles, el incremento de la actividades secundarias y terciarias, y tener un número elevado de personas vacunadas en el menor tiempo posible.

En respuesta a la pregunta inicial: un país deberá concentrarse primero en el desarrollo económico. Una vez fortalecido, con su población económicamente activa y protegida del virus, proceder a eliminar la incertidumbre de invertir en nuestro país. Con ello, se tendrá, ahora sí, un crecimiento económico en función de una balanza comercial fortalecida.

Un país que quiera iniciar una recuperación basada sólo en el crecimiento obtendrá una economía con alta incertidumbre. No tener a una población sana, junto a su política económica, energética, financiera y social, será un rotundo fracaso.

Cambiemos los paradigmas, dogmas e ideologías, que iniciaron con las administraciones del pasado y que continúan en el presente.

El futuro es la oportunidad para madurar.

Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech Architect

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