Subsidio para centrales obsoletas
Corto Circuito Paul es doctor en Políticas Públicas y cuenta con 14 años de experiencia en el sector energético donde destacan PEMEX, Brio Suministradora Energética y Ombudsman Energía México. Actualmente, es socio de Perceptia21 Energía y co-host de Corto Circuito. Adicionalmente, es profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey y el Colegio de la Frontera Norte, y ha sido investigador de NRGI, SEforAll y el BID. Twitter: @paulalejandros
Subsidio para centrales obsoletas
Foto: Alexander Schimmeck/Unsplash.com

Desde diciembre de 2019, la Comisión Federal de Electricidad presentó a la Secretaría de Energía su pliego petitorio que incluía una serie de reformas que deberían desarrollar en conjunto SENER, CRE, CENACE y la CRE para regresarle poder económico a la empresa del Estado. Una de estas peticiones era el establecimiento de una “Tarifa de Respaldo para Centrales Eléctricas Renovables variable bajo el amparo de la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica”.

Para dar contexto, imagina que en tu factura mensual de Netflix se desglosara de la siguiente forma: cargo por servicio, impuesto especial, impuesto al valor agregado y respaldo para mantener las tiendas de Blockbuster. Otro ejemplo, que ahora todas tus compras en Amazon tuvieran un cargo por respaldo para mantener las tiendas de Best Buy México para evitar el cierre de sus tiendas en México.

La lógica detrás de este respaldo sería que tendríamos que sostener a Blockbuster y a Best Buy para que ofrezcan respaldo, es decir, que estén ahí cuando no tengas internet y quieras rentar un DVD o pedir un producto en línea. No serán tu primera opción, pero estarán ahí por si las necesitas por la módica cantidad de un pago mensual de respaldo.

A estas empresas podrían sumárseles Blackberry, Kodak, Polaroid, Pontiac, Videocentro, Mexicana de Aviación, Gigante, K2, Viana, entre muchas otras. Son empresas que en el proceso creativo–destructivo de la economía no logran adaptarse, reducir costos, innovar, implementar sistemas de gestión más eficiente para competir y crear valor. Al final terminan por salir del negocio.

Este respaldo funcionaría como un subsidio cruzado, es decir, se le pagaría a las empresas que ya no son competitivas para que no quiebren a través del pago de servicios de competidores que funcionaría como alternativa a los resctates del gobierno que se pagan con los impuestos de los contribuyentes. A la larga, esto se convierte en una falla de mercado, porque en la medida que tenemos que subsidiar a las empresas que ya no son competitivas, disminuyen los incentivos para innovar y crear nuevos empleos.

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La lógica detrás de la tarifa de respaldo que propone CFE no es otra cosa que una propuesta de un subisidio cruzado. Es decir, que las empresas de energía renovable paguen porque las centrales obsoletas han dejado de ser competitivas y no han sido despachadas por sus costos.

Así lo propone la iniciativa preferente que pretende reformar la Ley de la Industria Eléctrica para, entre otras cosas, cambiar el orden de despacho económico: “las centrales de generación de CFE proporcionan el respaldo, sin ser retribuido, durante las horas que no producen energía, derivado de la ausencia de radiación solar y viento”.

La Administración Federal señala que se le debe pagar a CFE por estar esperando y generar cuando las energías renovables solar y eólica no produzcan energía. Como si se le tuviera que pagar a Blockbuster por estar esperando durante las horas que no renta DVDs hasta que a alguien se le vaya el internet.

El tema de fondo es que el respaldo no existe, al menos no como un producto comerciable en el Mercado Eléctrico Mayorista. Las centrales pueden vender energía, incluyendo cuando no estén disponibles las centrales solares y ecólicas, pueden vender servicios conexos para proporcionar estabilidad al sistema y Potencia para proveer capacidad adicional en las horas críticas. El nuevo servicio conexo, entonces, es un subsidio cruzado que terminará pagando el consumidor.

Por lo pronto, la pregunta más importante ¿Estaríamos de acuerdo con pagar un costo adicional para que se mantengan en operación centrales obsoletas? Quizá la respuesta se halle en otra pregunta ¿Qué tan alto sería el costo de este respaldo para los consumidores ya sea en nuestros recibos de luz o por destinar parte de nuestros impuestos para su supervivencia? No conozco la respuesta pero lo que sí podríamos adelantar es que entre más tiempo pase sin tomar decisiones de fondo en la gobernanza corporativa de la empresa, más caro podría resultar el mantener subsidios y crear nuevos para sostener económicamente a centrales obsoletas.

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