Si Frida estuviera aquí
Drama y Pop
Si Frida estuviera aquí
Colectivos feministas protestan en la sede nacional de Morena contra el candidato a gobernador de Guerrero Félix Salgado, quien cuenta con acusaciones de violación. Foto: Sáshenka Gutiérrez/EFE.

Pienso en el 8 de marzo del año pasado y no puedo dejar de sorprenderme lo mucho y poco que cambió el mundo desde entonces.

Nos encerramos, nos enfermamos, muchos trágicamente se fueron, la economía es un desastre, y sin embargo, el grito desesperado de miles de mujeres que exigieron respeto en las calles de México, se perdió a la mitad del caos. El reclamo legítimo de ellas, que exigen que no las agredan, que no las violen, que no las maten, y si fuera posible, que tengan un trato igual, no debe dejar de ser vigente, a diario.

Cierro los ojos y pienso en los debates que habrán tenido las feministas hace 100 años. Pienso, por ejemplo, en Frida: hace 70 años ella habló a través de sus obras o de forma literal sobre la necesidad de abordar abiertamente la sexualidad y el aborto; el rol de la mujer en la política, la necesidad de dar un nuevo papel a las mujeres en los asuntos públicos, dentro de varios otros temas. Hoy, los tópicos que la hicieron ícono del feminismo, han avanzado relativamente poco.

¿Qué pensaría Frida, si viera a Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de Guerrero? ¿Si viera el apoyo que tiene de la izquierda, que en su momento tanto defendió a través del marxismo? ¿Qué diría de un progresismo mexicano que piensa que el feminismo es algo meramente ornamental y que el pacto patriarcal es una simulación importada, una mera moda?

Hay que decir las cosas por su nombre: la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura de Querrero es una afrenta contra las mujeres de México y la dignidad de un país. El caso omiso a las denuncias de cinco mujeres por abuso sexual en su contra, es equiparable a la sordera de un país machista que se niega a escuchar la voz de millones de mujeres que reclaman respeto a sus derechos humanos.

Si Frida estuviera viva, haría pinturas de Félix tras las rejas y les pondría trompas de elefante a sus defensores; seguramente tendría unas redes sociales con millones de seguidores, y su Instagram, sería uno de los más vistos en el mundo. Si viviera, seguramente sería una voz potente, de esas que necesitamos para que los atropellos a la razón sean inaceptables y la sensatez sea un poco más común, y no sólo la excepción esporádica.

Seguramente hoy seré uno de muchos que escribirán sobre este tema. Eso es algo muy bueno. La voz de uno contra las injusticias es más útil cuando es parte de un coro que dice al unísono que es tiempo de cambiar las cosas, sin importar si eres hombre o mujer.

Si Frida estuviera viva, sería una voz grave y potente, de esas que se necesitan para cambiar una realidad que no da para más.

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