Aquello de lo que nadie habla
Gran Angular
Aquello de lo que nadie habla
Una niña en el pabellón de desnutrición en el hospital materno e infantil Al-Sabeen en Saná, la capital de Yemen controlada por los hutíes. Foto: Mohammed Huwais/AFP

Siempre me ha sorprendido lo poco que se habla en nuestro país de lo que ocurre en otras latitudes, particularmente de aquello que sucede fuera de América y Europa. Es como si el resto del mundo no tuviera lecciones que enseñarnos, como si lo que sucediera en Wuhan, China, no pudiera tener efectos en México. Nuestra visión local, o en el mejor de los casos regional, deja de lado importantes reflexiones sobre lo que sucede en otros rincones del planeta.

Me pregunto, ¿en qué meridiano dejan de importarnos las muertes a los mexicanos? Una masacre en una escuela en Estados Unidos en la cual mueren seis personas es motivo de nuestra atención, pero no lo es una explosión en Medio Oriente que cobra la vida de cientos de personas y peor aún, conflictos como la guerra en Yemen, la peor crisis humanitaria causada por el hombre, es prácticamente desconocida en México.

Cuando comencé a hacer análisis de política internacional en medios de comunicación, más de una persona me advirtió que tenía que hablar de lo que a los mexicanos “les importa”. “No vale la pena hablar de África o de conflictos en Oriente Medio con los cuales los mexicanos no sienten ninguna conexión, eso no vende”, escuche más de una vez. Todo pareciera indicar que Turquía es el punto más alejado de México al cual los analistas internacionales de este país debiéramos prestarle atención. Pero entonces, ¿por qué estudiamos en los libros de historia las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki? ¿Por qué incluimos salas dedicadas a los genocidios ocurridos en Ruanda o en Camboya en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México? ¿Será que tienen que pasar décadas para que abramos los ojos respecto a las crisis humanitarias?

Hoy, aunque “no venda”, con el humilde fin de generar conciencia, quiero repetir que hay una guerra olvidada en Yemen.

En marzo de 2015 se desató un enfrentamiento entre el gobierno yemení y los rebeldes hutíes, entre el norte y el sur del país, pero el conflicto rápidamente escaló a nivel regional y global. Una coalición de nueve países árabes, encabezados por Arabia Saudita apoyan al inoperante gobierno yemení mientras que los rebeldes hutíes son apoyados por Irán. A eso se ha sumado la intervención de al menos 3 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, EU, Francia y el Reino Unido, que aportan armas al campo encabezado por Arabia Saudita. Seis años han pasado y el caos humanitario no ha hecho más que agravarse, teniendo como víctimas a los 30 millones de yemeníes, que para ponerlo en perspectiva equivalen casi al total de la población de Guatemala, Honduras y El Salvador juntos.

Este conflicto armado ha cobrado la vida de casi un cuarto de millón de personas. La hambruna en Yemen, que es el país más pobre del Medio Oriente y que desde antes del inicio de la guerra tenía ya problemas de inseguridad alimentaria, se ha agudizado de manera preocupante. De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas, de los 30 millones de yemeníes, 20 millones se encuentran en situación de inseguridad alimentaria y 16.2 millones viven con altos niveles de desnutrición, mientras que cerca de 400,000 niños, menores de cinco años, están en riesgo de morir de inanición.

La guerra también ha desplazado a 4 millones de personas de sus hogares dentro del país y la organización Médicos Sin Fronteras ha denunciado que “entre 2018 y 2020 se han registrado al menos 40 incidentes de violencia contra el hospital general Al-Thawra.” Quienes hayan visitado o hayan leído sobre los ataques militares a hospitales civiles, sabrán que este es un de los crímenes de guerra más dolorosos para una población. La masacre del hospital de Vukovar, en Croacia, que hoy alberga un museo para generar conciencia, es un doloroso ejemplo de ello.  

Es difícil encontrar una salida para un conflicto de esta naturaleza que involucra a tantos actores, a nivel local, regional y global, pero sin duda Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos tienen parte de la solución en sus manos. Pues son ellos quienes pueden frenar la agresividad bélica de Arabia Saudita y presionar a Irán para detener su apoyo a los hutíes.

La pandemia por Covid-19 ha eclipsado aún más a esta terrible crisis que ha sido una de las más ignoradas por la comunidad internacional. Muchos países en el mundo no estamos viendo o no queremos voltear a ver a Yemen. Parece como si estuviéramos esperando a que esto también forme parte de los libros de historia.  

*Brenda es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y maestra en Gestión del Desarrollo Internacional por la London School of Economics
@B_Estefan

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