Romper las cadenas: energía libre
Corto Circuito Paul es doctor en Políticas Públicas y cuenta con 14 años de experiencia en el sector energético donde destacan PEMEX, Brio Suministradora Energética y Ombudsman Energía México. Actualmente, es socio de Perceptia21 Energía y co-host de Corto Circuito. Adicionalmente, es profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey y el Colegio de la Frontera Norte, y ha sido investigador de NRGI, SEforAll y el BID. Twitter: @paulalejandros
Romper las cadenas: energía libre
Foto de Luca Nardone en Pexels

“La libertad es una posibilidad que se actualiza cada vez que un hombre dice No al poder”. escribía para la posteridad Octavio Paz. Potentes palabras que reflejan la historia de 200 años del México independiente. Agregaría el mexicano que la libertad es una elección que se ejerce para poner en marcha el movimiento frente, contra o hacia algo. Entonces, la libertad es algo que elegimos y elegir es libertad.

Podemos elegir en muchas áreas de nuestras vidas desde qué leer y qué escuchar hasta qué estudiar y cuánto dormir. Pero hay un área en nuestras vidas como mexicanos donde no hay libertad, donde no podemos elegir y, por ello, donde persisten las cadenas del paternalismo estatal: el sector eléctrico.

Nos hemos acostumbrado a pensar que no somos lo suficientemente maduros para elegir nuestro proveedor de servicios de energía eléctrica y que la forma más efectiva de mantener los precios de la energía bajos es a través de la provisión del servicio a través de una sola empresa en los términos que la empresa y el Estado considere que son los mejores para los consumidores mexicanos.

Es un mito que el mexicano no tenga la madurez para responder efectivamente a las señales de precio. Cuando un usuario doméstico salta a la tarifa de Alto Consumo, que es una tarifa de penalización que cobra casi cinco veces el consto de la tarifa doméstica más baja, hay un patrón que he observado de manera común. En primer lugar, la negación; pensar que CFE se equivocó en las lecturas, o que hay un error en la factura.

En segundo lugar, inmediatamente todos se vuelven conscientes de la eficiencia energética y cambian; cambian los hábitos de consumo, apagan la televisión que nadie está viendo, apagan las luces de los cuartos que nadie está usando. Cambian también algunos aparatos, ese refrigerador que tiene más de 10 años; compran algunas luces LED para remplazar esas bombillas incandescentes.

En tercer lugar, buscan y, remarco, buscan alternativas. La única alternativa para estos hogares que están encadenados a la CFE es poner paneles solares y es la razón por la cual, cada día, los hogares mexicanos que tienen la posibilidad instalan paneles solares en sus techos con la finalidad de tener al menos un poco de control en sus consumos de energía. 

Un modelo de una sola empresa y control de precios no es un modelo que abona a la libertad. La libertad energética de los ciudadanos empieza por romper las cadenas del monopolio legal y de facto, lo cual es contrario a lo que establece la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el titular del Ejecutivo aprobada semanas atrás por el Congreso cambiando solo algunas comas.

La reforma no abona a romper las cadenas y promover energía libre para todos los mexicanos, por el contrario, refuerza las cadenas del monopolio estatal. Mientras que en otros países donde se liberan los mercados eléctricos, los consumidores terminan migrando de los esquemas de protección estatales, aquí condenamos a los mexicanos a tener una sola opción.

Por ejemplo, en el Reino Unido, el mismo regulador energético, Ofgem, ha declarado que, si bien se mantiene la tarifa de protección, los consumidores que han cambiado a contratos flexibles han tenido mayores ahorros. El regulador incluso tiene una herramienta comparativa donde todos los suministradores de energía muestras sus precios, plazos, esquemas y modelos contractuales.

En México, donde una corriente sostiene que es una traición a la patria abogar por la energía libre y es señal de patriotismo sufrir por apoyar a la empresa del Estado, porque no tenemos opciones y no tenemos opciones por voluntad estatal, les dejo un mensaje, inspirado por George Washington, “Guárdate de las imposiciones del falso patriotismo energético”. Rompe las cadenas.

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