La crianza como un eje central en la sociedad
Lazos

Periodista egresada de la FES Acatlán, UNAM. Siempre aprendiz. Reportera, mamá de Natalia y columnista de Lazos, una publicación semanal que aborda temas sobre liderazgo femenino, maternidad feminista y crianza responsable. Twitter: @betty_corree

La crianza como un eje central en la sociedad
Foto: cottonbro en Pexels

El tema de la crianza se ha reducido a lo privado. Una actividad que queda centrada en la figura materna. Un atributo, un rol y una obligación única de las mujeres. Madres o no. Sin embargo, el tema de los cuidados y la crianza ha cobrado relevancia para la vida personal y profesional de las mujeres, donde la red de apoyo es fundamental para trabajar, estudiar o realizar cualquier otro tipo de actividades.

Walys Becerril, comunicóloga feminista con maestría y doctora en Ciencias Políticas y Sociales, explica que al mirar la crianza debe ser algo compartido y social, donde las políticas y las instituciones tendrían que colocar al cuidado como un eje central.

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Pero no siempre pasa así. La demanda laboral y el trabajo no remunerado provoca dobles a triples jornadas. De acuerdo con Becerril, las demandas y el modelo de la maternidad corresponde a una construcción histórica y cultural de cada época, provocando así que cada experiencia que se vive sea distinta.

En la actualidad, el modelo de mamá ‘super woman’ ha posicionado ciertos parámetros a cumplir: ser deportista, tener un buen cuerpo, autocuidado, excelente profesionistas, buena madre, cumplir con los deberes domésticos, entre un sinfín de requisitos, pero que en la práctica diaria es imposible. 

Pero en el tema laboral las exigencias se vuelven más agudas. “Parece que las mujeres deben separar la parte personal con la profesional. Los empleos no han entendido que esto es imposible porque están montadas en un modelo masculino y desde el hecho de que los hombres no son cuidadores. Pareciera que las mujeres deben demostrar que pueden con los dos papeles: crianza y trabajo, con las mismas exigencias”, dice Becerril.

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Es decir, no existe una igualdad en la exigencia. A lo que también se le suma la poca empatía entre compañeras mujeres viene por el desconocimiento sobre los cuidados. “La crianza es un asunto colectivo de responsabilidad social, donde deben entrar las instituciones laborales, la sociedad, la familia, los amigos, una tribu”, señala Becerril.

Por lo que la especialista recomienda que es necesario fortalecer un sistema de cuidados y bajar las exigencias, pese a lo complicado que pueda ser, para hacer maternidades más posibles, y por supuesto, construir y hacer tribu, porque así maternar y criar es más fácil.

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