La confusión de la transición
Energía sin política

Es ingeniero químico con 28 años de experiencia en la elaboración, evaluación y asesoría de proyectos en la industria de hidrocarburos, geotermia, electricidad, energía y economía. Twitter: @economiaoil

La confusión de la transición
Millones de personas en el mundo no cuentan con acceso a la electricidad. Foto: Rodolfo Clix / Pexels.

En México continuamos dejando de ser una potencia desde que la ideología fue parte del desarrollo económico, y esto continúa hasta nuestros días. De una vez por todas dejemos de pensar as.

El mundo ha cambiado en estos últimos 50 días: creamos el pentecostés económico, no esperamos una postpandemia, y el mundo sigue confundido sobre el futuro energético.

Debemos dejarlo claro: la electricidad no es energía, es una portadora de la energía para poder ser usada en actividades que la humanidad ha creado desde las revoluciones industrial, tecnológica y comercial.

Dejemos de sesgar las prospectivas sobre cómo nos adaptaremos al nuevo entorno.

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Primero que nada, dejemos de confundir a la gente sobre la emisión cero para 2050 y dejemos en claro que esto no significa dejar de contaminar; continuaremos haciéndolo. En el mundo continuaremos utilizando el carbón, crudo y gas natural como portadores de energía, como lo explica la Agencia Internacional de Energía IEA (2021), Net Zero para 2050.

La confusión surge porque el mundo cada vez utiliza más la energía que proviene de la electricidad, solamente. Esto provoca que la gente piense que “la transición energética”, de la que todo el mundo comenta, habla y se apropia, se refiere solo a las energías limpias para generar electricidad, cuando no es así.

Ante esta dislexia energética, es importante aclarar que la transición se enfoca en el tipo de energías primarias que serán tomadas para ser transformadas en electricidad y no en el balance energético. Solo estamos hablando de una parte de la ecuación.

El balance energético tiene que ver con transformar la energía primaria en electricidad y la inversión que implica utilizar las tecnologías que lo harán posible.

En Mexico estamos cayendo en una parte peligrosa al creer que la ideología manda sobre el dinero, y esto ha quedado demostrado con los compromisos adquiridos por México con el Banco Mundial en estos últimos 12 meses al solicitar préstamos por 2,500 millones de dólares para programas de la parte de recursos naturales para el futuro. ¿En dónde está ese dinero? ¿En cuáles programas fue usado? Está bajo una primicia ideológica, donde los garantes son de la SHCP. ¿Alguien sabrá en qué fueron o serán usados?

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Ante los cambios que vienen en el mundo, donde el total de las energías primarias serán convertidas en portadores de energía, 51% son para combustibles y 49% electricidad en 2050, bajo una diplomacia ambientalista.

Entonces continuar pensando que “cero emisiones” refieren a dejar de contaminar del total a lo que consume el ser humano de la naturaleza, dista de una realidad ideológica pro-ambientalista para el futuro, pues están los otros procesos industriales como los combustibles, derivados de la petroquímica, y otros procesos que continuarán siendo parte de nuestra vida.

Esta nueva forma de pensar en el mundo, al realizar el balance energético entre lo que tomamos, transformamos, y generamos para la utilización, creará nuevas oportunidades sustanciales; la gente tendrá que enfrentar nuevos problemas de seguridad energética, incluida la volatilidad de los precios y los costos adicionales de las transiciones

La gente seguirá contaminando, y no dejará de hacerlo, solo que tratará de controlar y mantener la producción actual, pero teniendo el dinero suficiente, bajo la premisa:

SER UTILIZADO PARA LA TRANFORMACIÓN DEL FUTURO, SIN UNA IDEOLGÍA HEGEMÓNICA BAJO UNA DIPLOMACIA AMBIENTALISTA.

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