La comedia es como un cuchillo
Peso muerto

Comediante de stand up oriundo de CDMX. Inició en la comedia en 2012 y desde entonces ha tenido varias participaciones en Comedy Central y tres especiales de una hora en Netflix. Se ha presentado en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Recientemente comenzó su participación en la escena de stand up comedy en Los Ángeles. Luego de un breve paso por la barra de opinión de Canal 11, hoy se dedica a meter sus narices en temas de la agenda pública en su podcast Status Qlo y en La-Lista. Instagram: @ballartavaleverga

La comedia es como un cuchillo
Foto: Pixabay

¿Cuál es la función de la comedia? Estuve reflexionando en ello a partir de una entrevista que tuve con mi amigo el master Arturo Rodríguez, periodista, en su canal Notas Sin Pauta en YouTube. Fue una charla muy amena, como las que siempre tenemos cuando estamos juntos, con una cámara encendida o en un encuentro casual.

“El maestro” (como le llamamos muchas personas de cariño) tiene una facilidad para la palabra y un entendimiento profundo del interés del público y lo demuestra en toda oportunidad, sin importar en qué banquillo de una entrevista esté sentado. “¿Cuál es la función de la comedia?”, me preguntó, luego de recalcar que en una conversación reciente señalé que “la obligación de la comedia no es el educar“.

El stand up es un género tan nuevo en nuestra cultura que a veces siento que el público no lo entiende muy bien, lo reconocen, que fue una de las batallas que muchos luchamos al inicio, y ya es ganancia. El stand up es una de las artes escénicas más egoístas que existen. Se trata de externar tu opinión aderezada con remates jocosos.

¿Tu opinión es tu punto de vista? No lo es. Tu opinión es el entendimiento que tienes del tema, tu punto de vista es la postura que decides tomar una vez que reflexionas sobre tu opinión. El objetivo de la comedia es el que quien ejecuta decida darle, o tal vez peco de egoísmo por la naturaleza de la disciplina de comedia en la que he decidido profesionalizarme, pero a veces, si he de ser sincero, la comedia se siente como un cuchillo. Es mi venganza contra el mundo.

Cuando intentaba salir de Chicoloapan y de la pobreza en la que vivíamos, me imaginaba que el mundo se esforzaba por hundirme cada vez más. A los pobres se nos inculca no ser artistas “porque te mueres de hambre”, pero ¿y si ya me estoy muriendo? No hablo de un hambre real, sino de una de fantasía, el hambre de no querer seguir existiendo del mismo modo. De quebrar el status quo. De virar hacia otro lado, sin importar las consecuencias.

Mis días en el barrio no eran placenteros, eran de una eterna angustia por un futuro incierto que reflejaba esa misma incertidumbre del presente. Sin prospecto de trabajo, educación u oportunidades, fantasear con el futuro le hace a uno la vida más liviana. Mis tardes se iban en lecturas y mis noches en escribir. Lo que sea, pero escribir. Cuentos, pensamientos, palabras, guiones, etc. Piezas de ficción que esperaba algún día salieran del anonimato y poder vivir de ellas. De mi cerebro. No pude hacerlo sino hasta 10 años después. 

La comedia se siente como un cuchillo porque con ella puedo pelearme con mi pasado, con el de todos los mexicanos, y revivir las iras personales y públicas que como sociedad tenemos atoradas en la garganta.

La ortodoxia de los medios de comunicación y su respeto inamovible a titanes del pasado que ostentaron todo el poder es risible. Te exigen una deferencia absoluta por estas figuras de polvo que dejaron de ser, hace mucho tiempo, los gigantes que fueron por y para Televisa.

El Olimpo del entretenimiento latino en el siglo XX hoy es reducido a un montón de programas de chismes, telenovelas y noticiarios. Con el tiempo, la coraza de Televisa terminó degradándose y exponiendo su esqueleto raquítico. Televisa posicionaba a quien quería por las razones que quería. Televisa inmortalizó las mañanitas a la Virgen de Guadalupe porque, a través de la promoción de este ícono, se expandía la idea de unidad nacional. Patria y religión. Y patria entendida como el PRI. Televisa nunca fue ni será un abogado de las buenas costumbres, sino un fantasma de los protocolos arcaicos sociales: familia, catolicismo, pobreza idealizada y blancura. 

La comedia la considero un arma porque con ella puedo defenderme de todo lo que los remanentes de este viejo imperio derruido puedan lanzarme, como ente social; la rebaba cultural de la exaltación a la nada. A las instituciones creadas en el pasado idílico, cuando todo era mejor y todo era mejor porque nadie decía nada, porque vivían amordazados. Si tienes el único altavoz en el pueblo y hablas lo suficientemente fuerte y seguido, por más sin razones que puedas exponer la gente podría empezar a confundir la realidad que esgrimes como la verdad absoluta.

¿Es hoy en día más democrática la situación de los medios de comunicación? Si todos se rigen por las mismas mañas que antaño, será entonces una tiranía más equitativa pero tiranía a fin de cuentas. ¿Está usted de acuerdo con esta opinión? Busque en los medios qué debe pensar al respecto, qué postura tomar, y me responde.

Yo acá lo espero, con mi cuchillo desenvainado. Saludos.

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