Inflación y reordenamiento del comercio informal, secuelas del Covid-19
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

Inflación y reordenamiento del comercio informal, secuelas del Covid-19
©Foto: Angélica Escobar/La-lista.

Es molesto no poder caminar por los pasillos del metro por la cantidad de puestos ambulantes, también es incómodo tener que andar por el arrollo vehicular en las calles del Centro Histórico porque los comerciantes se han apoderado de las banquetas. Estas inconformidades no son nuevas, pero la pandemia de Covid-19 agravó el problema. 

En febrero de este año el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estimó que el coronavirus dejó a 9.8 millones de nuevos pobres durante 2020. En el caso de la Ciudad de México, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) calculó que más de 70 mil micronegocios cerraron sus puertas para siempre. Bajo este panorama, se entiende porqué hay tanta gente vendiendo artículos en las calles. 

Esta semana, el Banco de México elevó su tasa de interés al 5% para frenar la inflación. A nivel anual, la inflación se elevó a 6.2%. Los precios al consumidor se elevaron más de lo esperado, Bloomberg estimó un 6.1%. Aunado a ello, el secretario de Gobierno de la capital, Martí Batres, anunció un reordenamiento al comercio informal en la capital. Aunque no hay una cifra exacta sobre cuántas personas están en esa situación, dijo que colaborará con empresas, vecinos y líderes gremiales. 

Durante la tercera ola de Covid-19, el economista Darío Ibarra me explicó que el primer paso para echar a andar a la ciudad es inyectar dinero en la base de la pirámide: que la gente de a pie tenga con qué gastar. Insistió en que los apoyos se debían concentrar en la clase trabajadora y no en las empresas, cual fuera su tamaño. 

Ojalá las acciones de la capital no se queden en un reordenamiento y consenso con los líderes gremiales del comercio informal. Que la válvula de escape no se convierta en un vicio difícil de erradicar. El gobierno local y federal tiene la titánica tarea de convertir al comercio informal en formal, de capacitar a los nuevos comerciantes en los beneficios que hay en mantenerse en regla y los nuevos modelos de negocios: ecommerce

Como ciudadanos también nos toca ser tolerantes y comprensivos. Hay gente que vive al día y esto es consecuencia de un problema mundial. Que las secuelas del Covid-19, por más molestas que nos parezcan, no nos lleve a criminalizar o juzgar a la gente que ha encontrado una manera de sustentar a su familia. Ojalá esto tampoco lo hagan las autoridades.

Es molesto caminar entre ambulantaje, pero también hay que tomarlo como un aprendizaje para reforzar nuestra empatía y comprensión, así como un recordatorio para exigirle a los Ejecutivos locales y el federal que hagan más que paliativos para enfrentar las consecuencias de esta enfermedad.

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