Apple le hace un guiño obligado al derecho a reparar
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Periodista especializado en Tecnología con especial interés en la privacidad, el espionaje, la ciberseguridad y los derechos en la esfera digital. Observador de realidades, a veces provocador y defensor de la igualdad, la inclusión y el libre albedrío.
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Apple le hace un guiño obligado al derecho a reparar
En Reino Unido, Apple emplea a 7,000 personas y opera 38 tiendas minoristas, la mayor cantidad en cualquier país de Europa. Foto: Mike Segar/Reuters

Quienes compramos un teléfono móvil, una computadora o cualquier dispositivo electrónico, a veces sentimos que adquirimos un producto desechable: unas veces dejan de funcionar y otras simplemente se vuelven obsoletos. Entonces tenemos dos alternativas: acudir al servicio técnico del fabricante, quien nos cobrará la reparación o actualización del equipo casi como si fuera nuevo, o comprar uno nuevo.

Antes, si tú o algún conocido tenían conocimientos de electrónica, podían reparar el dispositivo sin demasiadas complicaciones. Hoy todavía se puede hacer, pero corriendo el riesgo de que pierda alguna funcionalidad o baje su rendimiento debido a los candados que los fabricantes colocan a sus productos si un tercero les mete mano.

Incluso en los últimos años han surgido propuestas legislativas, que afortunadamente no han prosperado, en las que se busca criminalizar el acto de arreglar por nuestra cuenta un equipo electrónico, argumentando que de esa forma se protege la propiedad intelectual. Una ley de esta naturaleza es un golpe a nuestro derecho a reparar. Suena absurdo pues al adquirir un dispositivo, pasa a ser de nuestra propiedad y deberíamos poder manipularlo sin represalias.

A inicios de noviembre salió a la luz que la funcionalidad de reconocimiento facial en los nuevos iPhone 13 quedaba inutilizable si los usuarios reemplazaban la pantalla fuera de los centros oficiales de servicio técnico de Apple, incluso con refacciones originales. Este hallazgo generó inconformidad entre sus usuarios y los grupos de defensa de los consumidores al ser un atentado a nuestro derecho a la reparación. La firma terminó por reconsiderar esta medida y lanzó una actualización del sistema operativo para retirar el candado.

No solo eso. Apple anunció el miércoles el inicio de un programa de autorreparación en el que pondrá los manuales, las herramientas y refacciones a disposición de los consumidores para que puedan reparar sus dispositivos por sí mismos. Este programa iniciará con los iPhone 12 y 13, y continuará con las computadoras Mac equipadas con el microprocesador M1.

Según Apple, esta reparación de autoservicio estará disponible a principios del próximo año en los Estados Unidos y expandirá a otros países a lo largo de 2022. La fase inicial se enfocará en la pantalla del iPhone, la batería y la cámara.

“Los clientes se unen a más de 5 mil proveedores de servicios autorizados de Apple y 2 mil 800 proveedores de reparación independientes que tienen acceso a estas piezas, herramientas y manuales”, sostuvo la compañía en un comunicado de prensa.

Aunque Apple asegura que este programa permitirá a los consumidores disfrutar de productos duraderos, conservando su valor, lo cierto es que busca atajar las disposiciones del gobierno estadounidense para combatir las prácticas anticompetitivas.

Hace cuatro meses, el presidente de Estados Unidos, José Biden, firmó una orden Ejecutiva en la que instruyó a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés) a generar normativas y ejercer su autoridad para combatir las “restricciones anticompetitivas injustas sobre la reparación o autorreparación de artículos por parte de terceros”.

Estas disposiciones incluidas en la también llamada “Ley Biden” se une a la serie de medidas aprobadas por el Comité de Mercado Interior del Parlamento Europeo el año pasado que buscan combatir la obsolescencia programada y reconocer el derecho a la reparación. Lo aprobado en Europa consiste en la creación de un etiquetado que informe a los consumidores qué tan fácil  es reparar un dispositivo electrónico e incentivar una compra informada.

Este tipo de acciones aún son incipientes, pero de suma importancia si se busca, por un lado, maximizar los derechos de los consumidores, y por otro, generar un cambio hacia la producción sustentable. Esto no es menor en México ya que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México es uno de los mayores generadores de basura electrónica, con una generación anual promedio de 3.2 kilogramos por habitante.

Estas acciones a nivel internacional deben ser tomadas en cuenta por legisladores, empresas y consumidores para tomar decisiones y actuar a favor del medio ambiente, o por lo menos no permitir que prosperen reformas a la Ley Federal de Derecho de Autor que criminalicen la reparación de nuestros equipos.

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