Machismo, impunidad y pacto patriarcal: la otra herencia de Vicente Fernández
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Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

Machismo, impunidad y pacto patriarcal: la otra herencia de Vicente Fernández
Te compartimos un listado con las mejores canciones de Vicente Fernández. Foto: Instagram

Vicente Fernández será recordado por llenar la Plaza México y por decenas de canciones que se entonan en cantinas y fiestas. Sin embargo, también hay que reconocer que representó un estereotipo machista y violento, tanto en su vida privada como en las películas en las que participó. Su herencia no solo fue musical, también de varios actos misóginos que habrá que contrarrestar con crítica y tiempo.

“Chente” representó al hombre enamorado y despreciado, pero que también desprecia. Alguien a quien no lo dejan, él es quien deja a su pareja. Quien nunca se raja. Así lo describió Gonzálo Camacho, etnomusicólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, el experto en música regional mexicana me explicó que Fernández ocupó el lugar que dejaron Pedro Infante, Jorge Negrete y José Alfredo Jiménez. Esa figura de charro y macho fue explotada en su momento por el cantante.

Además de hacer éxitos como De qué manera te olvido, Vicente Fernández se puso en medio de la polémica en febrero de este año por manosear a una joven mientras se tomaba una foto con él. Aunado a ello, en 2019 el artista declaró a la televisión que no aceptaría un trasplante de hígado si el órgano provenía de un homosexual o drogadicto.

Estas no fueron las únicas controversias en torno a la vida personal del “Charro de Huentitán”, durante años los programas de espectáculos apuntaron varias supuestas infidelidades con su esposa, Refugio Abarca.

¿La muerte de Vicente podría tener un impacto en las actitudes machistas de los mexicanos? La socióloga Carolina Pacheco Luna me respondió que no, me aclaró que el fallecimiento de un personaje no tiene esa capacidad y que, por el contrario, se le suele sacralizar a las personas cuando dejan el plano terrenal y solo se exalta lo bueno.

“No solo con cambiar los medios se cambia la sociedad. No solo con la muerte de un cantante se va a cambiar el mercado de comercialización de la misoginia. Tenemos que ser críticos con el mercado y los medios de comunicación que no están atendiendo a códigos de ética, leyes y normas que buscan acabar con los roles y estereotipos de género”, insistió la experta en derechos humanos y perspectiva de género.

A pesar de ello, aclaró que la solución no está en criminalizar a los géneros musicales, ya que la violencia está en las letras de varios ritmos musicales.

Coincidió en que otra herencia de Vicente Fernández fue el pacto patriarcal y la impunidad. El hecho de autoafirmarse como “el rey” es muestra de una construcción de poder: “como los hombres van creando estos grupos que se reconocen a través de la violencia. No importa lo que haga, sigo siendo el rey”.

El hecho de acosar a una mujer y quedar registro en una foto es muestra de una impunidad, ya que no hubo consecuencias por sus actos, reiteró la especialista. Esto representa un pacto patriarcal, cuando los hombres reconocen estos hechos y no los denuncian, por el contrario se solapan. Esa fue la figura a seguir que representó Fernández con este tipo de acciones.

¿Hay un relevo generacional o la figura del charro murió con Vicente? Le pregunté al etnomusicólogo Gonzalo Camacho. Me dijo que no visualiza a quién pudiera tomar su lugar, sin embargo insistió en que la figura charril evolucionó y se diversificó. Ahora ese papel lo podemos encontrar en quienes cantan narcocorridos y se autodeterminan como machos, mujeriegos, que tienen poder, dinero y no le temen a la muerte.

Aceptó que tal vez tengamos la sensación de que la figura del charro se está desvaneciendo, pero son los medios y la industria musical quienes construyen esas imágenes. A pesar de ello, apuntó que la música de Vicente se seguirá escuchando por muchos años más, sobre todo en zonas rurales, donde sigue siendo un ejemplo a seguir.

Por ello, instó voltear a ver la diversidad musical del país. Desde reconocer que hay mujeres en el ámbito ranchero con proyectos en punto de arranque, hasta intérpretes y autores de canciones populares que no tienen acceso a los medios masivos de comunicación, sobre todo en las pequeñas agrupaciones típicas del Bajío.

Durante más de cinco décadas los grupos feministas se han encargado de apuntar el sexismo y machismo en las letras de canciones. Tal vez el siguiente paso será dejar de crear ídolos, por más doloroso que sea. Eliminar roles y transformar actitudes, por más que esto vaya en contra de recuerdos ligados a las melodías. Tomar lo mejor de Vicente y que el resto descanse con él bajo tierra en el jardín central del rancho Los Tres Potrillos.

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