El apagón que no va a llegar
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Economista mexicano por parte del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), con diplomados en Regulación (CIDE) y Comercio Exterior (ITAM). Actualmente funge como asesor y consultor en materias energética, económica y comercial con énfasis en América Latina, para empresas y organismos internacionales. Ha trabajado en diferentes ámbitos de la administración pública en todos sus niveles.

Twitter: @robenedith

El apagón que no va a llegar
La ley eléctrica, . Foto: Especial

Muchos de los que se oponen a la reforma eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, han buscado implantar la idea de que, en caso de aprobarse, el país podría enfrentar diversos apagones.

Tal es el caso de los rumores difundidos sobre un apagón que supuestamente ocurrirá el próximo 1 de febrero en Nuevo León, al no renovar el permiso de Iberdrola para operar la planta Dulces Nombres, en el municipio de Pesquería, luego de que este venza el próximo 31 de enero.

Dichas aseveraciones fatalistas, en realidad, volverán a dejar en ridículo a la oposición, a los cabilderos neoliberales y, evidentemente, a los medios que hicieron eco de esa noticia falsa, empezando por el diario Reforma, que fue el primero en anunciarlo.

Por el contrario, se abre una gran oportunidad para demostrar que la nueva reforma eléctrica es viable, pues quedará confirmada la capacidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para cubrir la generación eléctrica no solo de esa entidad, sino de toda la región noreste.

La planta Dulces Nombres, de Iberdrola, tiene capacidad para generar cerca de 1,000 MW, de los cuales solo 450 MW se le vendían a la CFE, mientras que los otros 550 MW iban directamente a empresas privadas.

Además, justo enfrente se ubica la Central Ciclo Combinado Huinalá de la CFE, con una capacidad prácticamente igual, sin olvidar que también hay plantas en Coahuila, Tamaulipas, Durango y Chihuahua para poder atender un crecimiento en la demanda eléctrica, incluso durante verano, sin problemas.

De esta forma, volverá a quedar en evidencia que, a final de cuentas, lo que defienden es un régimen de privilegios a costa de la soberanía energética del país, del patrimonio nacional y de las y los consumidores.

Un claro ejemplo de esto son los abusos que ha develado toda la discusión sobre el tema, especialmente al analizar los resultados de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que fue aprobada en 2013.

Uno de los nuevos datos que se ha dado a conocer es que Iberdrola recibió subsidios de la CFE hasta por 56 mil 175 millones de pesos, al amparo de la reforma peñista, cifra que equivale al 37% de los 150 mil millones de pesos que la empresa española ha invertido en México hasta 2020.

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