Las denuncias penales contra el ‘Doctor Muerte’

La defensa ideológica del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell carece de elementos objetivos para exonerar a priori al llamado zar anticovid, quien colecciona contradicciones e irresponsabilidades durante el pésimo manejo de la pandemia que ha costado la vida a casi 310 mil personas en más de 700 días y que, con los datos oficiales de exceso de mortalidad, nos llevan a la escalofriante cifra de 600 mil fallecimientos. La tragedia humanitaria más grave de nuestra historia y que marcará a este sexenio de forma indeleble.

El artículo 109 de la Constitución determina con claridad en su artículo 109 fracción III que: “Los servidores públicos se encuentran obligados a desempeñar sus empleos, cargos o comisiones bajo los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficacia”. Es claro que bajo este principio, el subsecretario de Salud del gobierno federal ha faltado a la honradez por maquillar la verdad y ha exhibido su ineficacia con un vasto repertorio de errores en el ejercicio de su función.

Desde los primeros meses de 2020, López-Gatell se contradijo en las proyecciones, desinformó y subestimó las advertencias de diversas organizaciones científicas e, incluso, desafió los llamados de emergencia lanzados desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).     

Sistemáticamente se negó a hacer pruebas masivas para ponerlas a disposición de la población, cuidando en todo momento las repercusiones políticas por el desdén de López Obrador a dar ejemplo de la obligación de medidas tan elementales como el uso del cubrebocas para mitigar los contagios. 

Sus proyecciones y modelos para comunicar la intensidad de la pandemia fueron equivocados, hay evidencia contundente sobre las fallas en sus pronósticos y la obsesiva defensa del modelo centinela, que fue como una sombrilla para intentar esquivar el huracán que lo embistió. 

Los efectos y las consecuencias de este proceder generan argumentos sólidos para probar la presunta responsabilidad penal por omisión del funcionario preferido de López Obrador, aunque le eche porras para responder con trivialidades a la grave incapacidad del falso héroe de la Cuarta Transformación.

En enero, un juez federal ordenó a la Fiscalía General de la República (FGR) iniciar una investigación sobre la posible responsabilidad penal del subsecretario de Salud. Centenares de familias de víctimas fallecidas por Covid-19 han ratificado denuncias por el delito de homicidio por omisión, para ello es didáctico revisar el artículo 9 del Código Penal Federal que define la culpa y el dolo en los ilícitos.  

Técnicamente existe culpa y se produjeron resultados materiales (muertes) a través de una conducta que es atribuible a López-Gatell. De antemano sabemos que la FGR, que encabeza Alejandro Gertz, hará el trabajo sucio para que las denuncias no prosperen, porque su correa de mando viene de Palacio Nacional. Miles de muertes pudieron evitarse, los efectos devastadores están a la vista de todo el país, la sanción social será permanente y les acompañará el resto de sus vidas con el oprobio que merecen.

EDICTOS

La organización no gubernamental Save the Children ha informado que hasta el 16 de enero de 2022, en México se han registrado más de 87 mil casos confirmados de Covid-19 entre la población de 0 a 17 años de edad. Hugo López-Gatell también ha ignorado a los menores con alguna discapacidad para ser considerados en la estrategia de vacunación. Se requieren más de 18 millones de vacunas Pfizer para proteger a niñas y niños, pero en los cálculos de la perversidad no representan votos y por eso no son rentables ante los ojos del “Doctor Muerte”.