De dudas, ilusiones y verdades
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
De dudas, ilusiones y verdades
Crédito: Netflix Latinoamérica

“Todos somos mucho más que la peor cosa que hayamos hecho en nuestras vidas”. Bryan Stevenson

El documentalista y abogado Roberto Hernández, sí, el mismo que filmó Presunto culpable, volvió a poner el dedo en la llaga con Duda razonable, mini serie documental que estrenó el 23 de noviembre de 2021 en Netflix y que da cuenta del caso de Darwin Morales, Héctor Muñoz, Juan Luis López y Gonzalo García, personajes que tuvieron a mal estar en el lugar equivocado y por ello fueron detenidos y acusados de secuestro en 2015, en el municipio de Macuspana, Tabasco.

Dirán, bueno, ya pasaron unos meses, quizá ya vieron los cuatro capítulos y rechinaron los dientes del coraje. Déjenme contarles que pasaron muchas cosas, para empezar previo al año nuevo, en la conferencia matutina del primer mandatario se habló del tema: un reportero cuestionó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el caso de injusticia en su tierra, en ese momento contestó que estaba enterado de la investigación en la serie y que iban a intervenir en dicha injusticia.

Casi dos meses después, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo el caso para conocer el amparo directo 100/2020 del Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Circuito, con residencia en Villahermosa, Tabasco. El pleno advirtió que las tres personas que siguen en la cárcel y fueron condenadas a 50 años de prisión pudieron haber sufrido irregularidades y violaciones a sus derechos, vejaciones cometidas por autoridades locales encargadas de procurar justicia. Aún en proceso de dictamen, el análisis preliminar de la SCJN estimó que dicha resolución no solo beneficiaría a los tres acusados, sino que podría sentar criterios de interés y trascendencia sobre aspectos poco explorados en su jurisprudencia acerca del debido proceso y el sistema penal acusatorio, así como para profundizar y robustecer la doctrina jurisprudencial.

Al platicar con Roberto Hernández me contó que hablar con las personas en la cárcel es darse cuenta que un momento puede definir su vida entera, poco valdrá lo que hizo antes o su futuro. Es así como en Duda razonable descubrió que los inculpados no eran blancas palomas, pero tampoco eran culpables. Al revisar expedientes y hablar con ellos conoció sus puntos flacos, adicciones y cuestiones que dejaban en claro que no eran secuestradores, fueron víctimas del sistema.

El hecho que la Suprema Corte retomara el tema es, sin duda, un gran logro para el cine documental y para los acuciosos de las leyes, ya que la confianza en la división de poderes, en los pesos y contrapesos, es casi inexistente y cómo va a ser de otra manera, si los jueces no van a los juicios, los expedientes están plagados de mentiras, realmente no registran lo que pasa en las audiencias de juicio. Entonces no tenemos un sistema con rezago, lo que tenemos es un sistema mal administrado, mal gestionado y por más dinero que le metas a ese sistema, sin las herramientas adecuadas, el resultado resulta inaceptable.

Por el momento, la historia se mantiene en suspenso y un aire de añoranza de justicia es lo que nos provoca y motiva a escribir este #Archipiélago, a la espera de que les genere curiosidad por conocer Duda razonable y estar atentos, porque mientras el sistema no cambie, todos seguimos siendo presuntos culpables.

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