El derrumbe en la vacunación
Diagnóstico Reservado

Médico cirujano con más de 30 años en el medio y estudios en Farmacología Clínica, Mercadotecnia y Dirección de Empresas. Es experto en comunicación y analista en políticas de salud, consultor, conferencista, columnista y fuente de salud de diferentes medios en México y el mundo. Es autor del libro La Tragedia del Desabasto.

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El derrumbe en la vacunación
Pulmón artificial y aparatos ortopédicos que se usaban en los pacientes con polio. Foto: Xavier Tello en Museum of Surgical Science (Chicago).

La organización NosotrXs dio a conocer l a semana pasada el Informe de Transparencia en Salud 2017-2021, del colectivo #CeroDesabasto. Si bien a estas alturas ya no hay sorpresas sobre el tema, el excelente trabajo de #CeroDesabasto pone en cifras claras todas aquellas sospechas que teníamos sobre las carencias en medicamentos e insumos para la salud en México.

En el capítulo ¿Cuál ha sido la cobertura del cuadro básico de vacunación nacional? se dan a conocer las cifras de la cobertura de las vacunas del esquema básico en el periodo 2017– 021 y, hay que decirlo, no pinta bien.

Además de documentarse que un 70% de las vacunas no estuvieron disponibles en 2021, se muestra un total de dos millones de dosis no aplicadas en ese año, con lo que se suman más de 6 millones no administradas en la primera mitad de esta administración.

A este punto ya es claro que el problema del desabasto de medicamentos e insumos para la salud no se está resolviendo y no tendrá una solución en corto tiempo. Sin embargo, hay que entender que la carencia de vacunas puede llegar a ocasionar un desastre en salud en un futuro mediato.

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De la vacuna Td, que protege contra el tétanos y la difteria, solamente se administraron poco más de 91 mil dosis, contra más de 4.4 millones en 2018. Aunque los casos de tétanos no son muy frecuentes, al no contar con una vacuna –sobre todo en las mujeres embarazadas– puede propiciar que se presenten casos de tétanos neonatal principalmente en las poblaciones de escasos recursos. Por otro lado, la difteria es una enfermedad prácticamente inexistente en México que pudiera volver a presentarse si las cifras de vacunación caen.

Entre las vacunas que más preocupan por su escasez se encuentra la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), de la cual solo se administraron 24 mil 484 dosis, contra más de 1.2 millones que se aplicaron en 2018. Actualmente, la vacuna contra el VPH es considerada, junto con la de la hepatitis B, como una protección contra una forma conocida de cáncer. En Escocia está documentado que la incidencia de cáncer cervicouterino ha bajado dramáticamente, salvando la vida de millones de mujeres y ahorrando enormes cantidades de dinero a la salud, gracias ya a dos décadas de vacunar a niñas y niños.

Solamente la vacunación constante puede desaparecer enfermedades. Se logró en 1980 con la erradicación de la viruela. La polio, la más temible de las infecciones virales por sus conocidas secuelas neurológicas capaces de causar parálisis, está a punto de ser erradicada del planeta, sin embargo, se teme que las estrategias de vacunación gubernamentales y privadas tengan éxito debido a políticas restrictivas en ciertos países, la guerra y la actual pandemia.

Durante muchos años, México fue reconocido por sus agresivas y eficientes políticas de vacunación. Como he mencionado en otros foros, las semanas nacionales de vacunación se convirtieron en un icono del sistema de salud mexicano, con el cual éramos capaces de proteger a una enorme cantidad de la población infantil. La eliminación de esta estrategia es seguramente uno de los errores más grandes que ha cometido esta administración en materia de salud.

Lo que estamos viendo es, sin duda, la combinación de un manejo incompetente en dos áreas de la salud: la completa falta de liderazgo en el manejo de las enfermedades prevenibles por vacunación y la desarticulación del sistema de adquisiciones que nos tiene en el peor desabasto de medicamentos e insumos para la salud de la historia.

La falta de un adecuado seguimiento estadístico y un rastreo epidemiológico en tiempo real pudiera mostrarnos efectos desastrosos en un futuro.

La disminución en las cifras de vacunación es un problema real ante el cual las asociaciones de médicos y la población en general deben comenzar a levantar la voz.

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