El muro de la misoginia, vergüenza histórica

A propósito del Día Internacional de la Mujer, es importante hablar de cómo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador le ha fallado a las mexicanas.

En materia de seguridad, cada día la situación está peor. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que llevamos de esta administración, más de 12 mil mujeres han sido asesinadas. En promedio, 11 mujeres mueren al día en nuestro país, como víctimas de feminicidio o de homicidio doloso.

La violencia de género y la violencia familiar son dos delitos que han alcanzado sus máximos históricos desde que se tienen registro. Durante la administración de Morena se han presentado cerca de 12 mil denuncias por violencia de género, lo que genera un incremento de más del 30% entre las iniciadas en 2019 y las iniciadas en 2021. La situación que nos presentan las llamadas de emergencia al 911 es aún peor. En estos tres años se han recibido más de 786 mil llamadas relacionadas con delitos de violencia contra la mujer, un promedio diario de 680 llamadas.

En cuanto al contexto económico, es igual de desalentador. Datos del Coneval revelan que 29.1 millones de mujeres se encuentran en situación de pobreza, es decir, entre 2018 y 2020 ha habido un incremento de más del 7%. Por si fuera poco, persiste una feminización de la pobreza, ya que la brecha salarial es del 13%, es decir, por cada 100 pesos que le pagan a un hombre, una mujer recibe 87 pesos. Además, invierten 2.6 veces más tiempo en trabajo no remunerado y el 55% de la economía informal está compuesta por mujeres.

En cuanto al panorama de salud, las mujeres han sido abandonadas por este gobierno. Unas 17 millones no tienen acceso a servicios de salud, este número casi se ha duplicado en comparación con el último registro del Coneval. Aunado a lo anterior, 33 millones no tienen seguridad social.

Más de 20 programas dirigidos a mujeres han sufrido recortes presupuestales, tal es el caso de los refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica. Además se han eliminado las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo, lo que generan un impacto desproporcionado en las mujeres madres de familia que trabajan y que desafortunadamente ya no tienen estos espacios para que sus hijas e hijos reciban educación de calidad, una alimentación sana y estén a salvo de la inseguridad que inunda las calles de nuestro país.

No hay presupuestos para combatir la inseguridad y la violencia. No hay dinero para tratamientos y medicinas. No hay recursos para empoderar a las mujeres, pero sí hay recursos para el beisbol que a todas luces es el deporte favorito del presidente.

Claramente estamos viviendo en un Estado fallido. Y la respuesta que ha dado el gobierno federal es levantar un muro, como muestra de que las instituciones le seguirán fallando a las mexicanas y seguirán vulnerando sus derechos.

La violencia contra las mujeres en México va en incremento y el presidente de la República ha decidido no escuchar y no atender a las miles de mujeres que exigen vivir en paz. Decidió esconderse en un palacio para no ver las consecuencias de sus malas decisiones. Una actitud que es una vergüenza histórica.