Para espectáculo, la realidad
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Para espectáculo, la realidad
Un año después de los hechos violentos que se vivieron en el Estadio Corregidora, ninguno de los implicados se encuentra en prisión. Foto: Adriana García/Cortesía para La-Lista.

En la actualidad, el estado de las cosas nos obliga a cuestionarnos la relevancia de informar sobre la oferta de entretenimiento, pero no solo eso, sino también sobre la relevancia de aquellos que, día con día, nos dedicamos a promover la cartelera cultural.

Frente a temas como la invasión a Ucrania, la violencia en los estadios de futbol o los intentos de represión contra las mujeres en las manifestaciones del 8M, una vez más, la realidad supera a la ficción. ¿Tiene caso entonces sentarnos a hablar del estreno de la semana, de la serie que todos comentan o del festival de cine que se realiza cada año por estas mismas fechas?

La respuesta es sí. Ofrecer alternativas ante la cruda realidad es, no solamente necesario para la salud mental, sino parte del compromiso que los periodistas culturales y de espectáculos adquirimos con el público. Nuestro trabajo, guste o no, es hacerles la vida más ligera. No se trata de evadir la realidad, sino de poner cada cosa en su justo sitio. Ni todo es pan y circo, ni todo es cortina de humo.

Con la llegada de internet, las redes sociales y ahora las plataformas de streaming, hoy se habla de una “cultura del escapismo”, pues nunca antes habían existido tantas opciones para distraernos de la realidad. Sin embargo, desde hace siglos, los filósofos y psicólogos ya hablaban del entretenimiento como esa forma de escapismo que sirve para no pensar en nuestra propia mortalidad.

Quizá la pregunta más apremiante para los tiempos que corren sea en qué momento convertimos la tragedia en espectáculo, y otra vez tendríamos que remontarnos a la antigüedad para descubrir que la respuesta es: desde siempre. Aristóteles ya consideraba el “espectáculo” como uno de los elementos de la tragedia griega, aunque cabe aclarar que no el más importante.

En 1910 llegaron los newsreels, la primera modalidad de noticieros en formato de cortometraje documental, que posteriormente se exhibieron en salas de cine de forma regular. Y para los años 40 se popularizaron los documentales sobre la guerra, que mostraban los horrores de vivir bajo el ataque de las fuerzas armadas, pero que al mismo tiempo ensalzaban el heroísmo del ejército como una forma de propaganda política.

La producción de este tipo de contenidos se aceleró con la llegada de la televisión, donde los primeros noticieros en Estados Unidos duraban tan solo 15 minutos, pero fueron extendiendo su duración con los años, dada la aceptación del público y el entusiasmo de los patrocinadores comerciales… porque la tragedia vende. Luego podemos dar un salto a 1948 con la aparición de Candid Camera, considerado como el primer reality show, el formato que hasta hoy se encarga de explotar el morbo como forma de entretenimiento.

En 2022, los noticieros se convirtieron otra vez en los programas con mayor rating durante el mes de febrero, debido a la invasión de Rusia a Ucrania y ante la inminente amenaza de una guerra que puso al mundo en estado de alerta. Parece que nada ha cambiado y que un siglo es apenas un suspiro. Según datos de Nielsen, cadenas de televisión estadounidenses como Fox News, CNN y MSNBC incrementaron dramáticamente su audiencia, alcanzando colectivamente los 6.4 millones de espectadores, una notable diferencia si la comparamos con los 4 millones que normalmente las siguen.

En México se replicó este fenómeno, pues aumentó la sintonía de noticieros nocturnos de empresas como Televisa y TV Azteca, donde el espacio de Denise Maerker alcanzó una audiencia de 6.6 millones de personas durante la última semana de febrero, convirtiéndose en el telediario más visto de acuerdo con información de El Universal.

Lamentablemente, la desinformación también alcanzó un pico en nuestro país el pasado 5 de marzo, cuando se desató una pelea entre las barras de aficionados que acudieron al estadio Corregidora de Querétaro y que dejó 26 heridos. Algunos medios de comunicación reportaron la muerte de 17 personas sin haber confirmado esta información y varios líderes de opinión le dieron eco a este dato en redes sociales. La sucesión de estos eventos quedó bien registrada en un texto del periodista Mauricio Cabrera.

Las razones detrás de la batalla campal en el partido de Querétaro vs. Atlas siguen sin transparentarse, pero este infortunio ha destapado una cloaca en el deporte que también manchó la reputación de varios comunicadores y que volvió a poner de manifiesto la relación tan tóxica que puede existir entre los medios de comunicación y el público que consume estos contenidos sin cuestionarlos. Todos compartimos la misma responsabilidad, pues como dicta el refrán: “¡Al público, lo que pida!”.

BREVES

Ni muy escapista, pero tampoco muy comprometida, llega Belfast a salas de cine. Una película que pretende retratar la época de los conflictos armados en Irlanda a través de la inocente mirada de un niño.

El estreno en México de la esperada película japonesa Drive My Car sucederá en el marco del FICUNAM este 11 de marzo, para después llegar a salas selectas y a la Cineteca el día 17, y finalmente aterrizar el 1 de abril en la plataforma de Mubi. Más información sobre FICUNAM aquí.

La cuarta y última temporada de Killing Eve, con las geniales Sandra Oh y Jodie Comer, ya se puede ver a través de la plataforma de Paramount Plus.

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