La autorización secreta de la vacuna para niños
Diagnóstico Reservado

Médico cirujano con más de 30 años en el medio y estudios en Farmacología Clínica, Mercadotecnia y Dirección de Empresas. Es experto en comunicación y analista en políticas de salud, consultor, conferencista, columnista y fuente de salud de diferentes medios en México y el mundo. Es autor del libro La Tragedia del Desabasto.

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La autorización secreta de la vacuna para niños
Segunda dosis para los 12 a 13 años en Texcoco y Chicoloapan: sede y fecha. Foto: EFE

No es una exageración decir que una de las noticias más indignantes de la semana pasada fue el descubrimiento (sií descubrimiento), de manera verdaderamente incidental, de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) había otorgado –desde el pasado 3 de marzo– la autorización para uso de emergencia en menores de cinco a 11 años a la vacuna de Pfizer-BioNtech.

El hecho tomó por sorpresa a todos, ya que esta autorización no fue publicada de manera oficial por la Secretaría de Salud, como lo ha venido realizando con cada uno de los biológicos, en particular, con las dosis para menores de 12 a 15 años de la misma vacuna. En esta ocasión fue hasta que se dio a conocer una respuesta a un juez, en medio de una querella judicial por vacunar a un niño, donde de manera aparentemente descuidada la encargada del área jurídica de la Cofepris mencionó que, desde principios de este mes, se contaba con “un memorándum”, que incluso indicaba las dosis a utilizarse en estos menores.

El que el memorándum no estuviera publicado en el Diario Oficial de la Federación o en alguna otra parte no hubiera pasado de ser un descuido idiota, de no ser porque de manera consuetudinaria se han venido negando las vacunas a los niños que las solicitan a través de un amparo, con el argumento de que no existía la autorización por parte del gobierno federal y que las autoridades sanitarias no habían establecido una dosis para estos menores.

Haber ocultado esta información no es un tema menor. Para fines prácticos, a partir del 3 de marzo a cada uno de estos niños que presentaron un amparo simplemente se les mintió. Para fines prácticos, al negar la vacuna con mentiras se está cometiendo desacato a la determinación de un juez.

El tema causó una verdadera conmoción en las redes sociales y, al día siguiente, ya eran varios los medios de comunicación que lo comentaban. Casi 48 horas después del hallazgo, la autorización de uso de emergencia, con la dosis específica para niños de cinco a 11 años, se encontraba publicada en el sitio oficial. Esto no evitó, sin embargo, que el pasado viernes, magistrados colegiados bastante molestos por haber sido engañados hablaran ya de sanciones hacia funcionarios de la Secretaría de Salud y que podrían llegar incluso hasta Hugo López Gatell.

¿Qué significa en términos prácticos esta publicación?

El contar con autorización de uso de emergencia para esta vacuna debería detonar, en condiciones normales, el que se iniciará la vacunación de manera inmediata para los niños de cinco a 11, como sucede ya en Estados Unidos, Canadá y varios países de Europa, así como Centro y Sudamérica. Sin embargo, esto es muy improbable que suceda en México, donde ni siquiera se están vacunando de manera rutinaria a los adolescentes de 12 a 15 años.

A este punto, ya no es un secreto el empecinamiento de López-Gatell por mantener la vacunación en el mínimo indispensable. Basta saber que, en este momento, no existe un plan para aplicar segundos refuerzos a los adultos mayores, como ya es la política de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Es sabido que Hugo López-Gatell no quiere vacunar a los niños y hará lo posible por prolongar al máximo el tiempo para iniciar una campaña formal. Sin embargo, el que la autorización para la utilización de esta vacuna se haya mantenido prácticamente en secreto hace pensar en una clara intención de ocultar información que podría empoderar a miles de padres de familia quienes buscan desesperadamente que sus hijos sean vacunados.

El asunto es simple: Cofepris otorgó la autorización porque tenía que hacerlo. Es el camino y la evolución normal de esta vacuna. De hecho, no tenía una sola razón para negarla; sin embargo, les era poco conveniente que la noticia se supiera por lo que alguien, a menos de que nos demuestren lo contrario, decidió ocultar esta información.

Al momento de escribir este texto, ni la Secretaría de Salud ni ninguna persona en el gobierno federal habían comentado o hecho alguna declaración formal sobre este absurdo y lo único que el presidente de la República alcanzó a mencionar es que López-Gatell hablaría al respecto hasta el martes 5 de abril: prácticamente a más de un mes de haberse otorgado la aprobación a la vacuna.

¿Qué podría argumentar mañana el subsecretario sobre la vacunación a los niños? En mi opinión, estos son los posibles escenarios.

Escenario uno: que quiera sacar provecho de la situación y haga el anuncio de que “ya se están analizando los mecanismos para comenzar la vacunación a los menores”. Aunque una noticia como esta sería el deleite de quienes piensan que la vacunación a los niños se está guardando para la época electoral, la realidad es que es muy poco probable que suceda. México simplemente carece del número suficiente de vacunas de Pfizer para inmunizar a los menores de edad. Los cálculos que algunos analistas hemos realizado nos dicen que se requieren aproximadamente 18 millones de dosis, tomando como base las que el secretario de la Defensa dijo que poseíamos en una “mañanera” el mes de noviembre pasado.

Es muy probable que hoy se requirieran alrededor de 20 millones y el problema es que, a decir del propio López-Gatell, México no ha renovado ni renovará el contrato con Pfizer. En el hipotético caso de que recularan en esta decisión ante la presión de la sociedad, hacerse de semejante volumen de vacunas tomaría varios meses. El fabricante simplemente no las tiene guardadas y listas para ser enviados a México; además, siempre existirá el pequeño detalle de negociar el precio y, por supuesto, pagarlas. México no lo hará, pero, honestamente, espero que me desmientan en esto y me demuestren lo contrario.

Escenario dos (el más probable): mañana, Hugo López-Gatell, de manera pedante, saldrá a argumentar cualquier cantidad de cosas, inventándonos una historia sobre el porqué no se dio a conocer la autorización. Dirá que no existe una obligación y nos hablará de los procedimientos internos de Cofepris, los comités, los expertos, etc.

Después, nos regalará alguna perorata en la cual nos querrá convencer sobre porqué más de mil 200 muertes de niños por covid no son importantes y porqué infectólogos, pediatras, inmunólogos, autoridades del CDC y los países europeos así como analistas independientes estamos equivocados, al igual que varios epidemiólogos que no trabajan en el gobierno o le reportan a él. Al final, nos recordará que él sigue las recomendaciones de un críptico y misterioso “grupo de expertos”, quienes, debemos entender, insisten en no vacunar a los niños y simplemente dejarlos a su suerte observando qué pasa con ellos y esperando que el número de contagios y muertes alcance el umbral de costo-beneficio como para, ahora sí, justificar el gasto.

Como lo mencioné en diferentes entrevistas la semana pasada, es verdaderamente incomprensible la decisión de Cofepris de no haber dado a conocer a tiempo la aprobación de uso de emergencia de la vacuna de Pfizer para menores de cinco a 11.

Hoy no existe duda alguna de que los niños requieren ser vacunados, pero, como nos han demostrado, ni hay una intención de vacunarlos ni existe un contrato para comprar más vacunas por parte del sector salud.

Lo único que queda por el momento es que sabiendo que la vacuna ya está autorizada y que existe una dosis establecida por las entidades regulatorias, los padres de familia sigan promoviendo amparos y que ahora los jueces presionen con seriedad a la Secretaría de Salud para lograr proteger a los niños.

Esperamos que la necedad de una persona no tenga, de nuevo, efectos catastróficos en la población en los próximos brotes o con el inminente surgimiento de nuevas variantes.

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