El día “D” para la reforma eléctrica
Tácticas Parlamentarias

Analista y consultor político. Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull en Reino Unido. Es coordinador del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa en el ITAM. Twitter: @FernandoDworak

El día “D” para la reforma eléctrica
Foto: Cámara de Diputados.

Como diría el refrán, no hay plazo que no se cumpla y el domingo se votará en la Cámara de Diputados la reforma constitucional en materia eléctrica del presidente. Van algunos elementos para disfrutarla, sin ahogarse en vasos con agua:

El factor de la revocación. En política no hay casualidades, y de hecho el domingo pasado se votó la revocación del mandato. Como apreciamos durante semanas, no solo hubo numerosas trampas, sino también se le quiso hacer pasar como una ratificación. ¿Por qué colocar juntos a ambos eventos? Porque se busca que el ambiente emocional sirva para fortalecer la popularidad del presidente y así avasallar al Congreso. ¿Lo va a lograr? La respuesta es: hay una posibilidad.

¿Cuántos votos se necesitan? Casi todos los cálculos sobre la votación y su desenlace parten de las 500 diputadas y diputados, aunque podríamos estar haciendo cuentas alegres con ese dato. En realidad, la Constitución deja claro que se requieren las dos terceras partes de los miembros presentes, y por lo general asisten a las sesiones entre 400 y 450 personas, requiriéndose de 251 para tener quórum. Esto es, el peso de cada grupo parlamentario podría variar según la cantidad de integrantes que tenga o no en un momento determinado. Así que pueden pasar muchas cosas.

¿Qué tan cohesiva será la oposición? De la misma forma, la opinión pública está asumiendo que todos los partidos de oposición votarán en bloque. Sin embargo, para que se pueda instrumentar eso, es necesario que todos los integrantes de una bancada tengan claro que tienen un futuro dentro de su partido, y la salida significaría el final de sus carreras. 

Ahora bien, podría suceder que varias personas ya tengan pleito casado con sus coordinadores parlamentarios, y saben que no serán reseleccionadas. En ese escenario, podrían dar el “chapulineo” si los ánimos están caldeados a favor de Morena: con eso quizás tengan asegurada la continuidad de sus carreras y, además, estarían haciendo lo correcto según la moralidad popular. Por eso el presidente insiste tanto en las traiciones. Y no dejemos a un lado la posibilidad que varias personas salgan “al baño” en votaciones relevantes.

¿Impedirá Morena que sesione la Cámara de Diputados? En realidad, es una noticia bastante exagerada. El fin de semana, grupos del partido guinda anunciaron que harían un cerco a San Lázaro, para exigir a las personas legisladoras a no traicionar a la patria. La marcha se convocó que inicie a las 9:30, y las diputadas y diputados estarán concentrados en el Palacio Legislativo desde las 8:00. Además, sería una locura que el partido en el poder busque boicotear una sesión. 

En estos escenarios, es atribución de la Mesa Directiva llamar a la fuerza pública a guardar el orden, y eso ha incluido en otras ocasiones el instalar vallas de granaderos, o como se les llame desde 2018, para custodiar al recinto. Si no confían en el presidente, presionen a las vicepresidentas sobre el ejercicio de tal atribución si llegase a ser necesaria.

¿Qué pasaría si Morena bloquea la Cámara? Otra vez, se ha exagerado el temor. Aún en el remoto caso que, en efecto, no dejaran entrar a alguna persona legisladora, la Mesa Directiva puede convocar a que se reinstale la sesión en una sede alterna. Eso ha pasó varias veces, como en algunas votaciones del Pacto por México durante el Sexenio de Peña Nieto, donde se usó el Centro Banamex. Otra sede alterna ha sido del Centro Médico Siglo XXI.

Dicho lo anterior, disfruten la sesión maratónica y no olviden de pensar tácticamente al Congreso.

Al momento de escribirse el presente texto, estaba firme la sesión el martes 12. Sin embargo, al enviarse a edición, la Junta de Coordinación Política movió la sesión al domingo 17. Los supuestos básicos del texto se mantienen: solo podría jugar el tiempo y el desgaste para abrir un espacio de negociación más amplio entre Morena y los grupos parlamentarios, el cual podría llevar a una reforma más consensuada, al desgaste de la capacidad de movilización del gobierno, o al incremento de presiones a la oposición, para forzar “traiciones”. En todo caso, volveremos al tema el martes 19.

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