¿Cómo leer lo que pasó el domingo?
Tácticas Parlamentarias

Analista y consultor político. Licenciado en Ciencia Política por el ITAM y maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull en Reino Unido. Es coordinador del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa en el ITAM. Twitter: @FernandoDworak

¿Cómo leer lo que pasó el domingo?
17 de abril de 2022. Salón del pleno de la Cámara de Diputados para discutir y votar la reforma eléctrica. Foto: Alexis Ortiz / La-Lista

En un entorno donde dominan las pasiones, como el nuestro, es muy fácil perder de vista lo relevante de la agenda pública, ahogándonos en discusiones interminables de hinchas políticos. Por eso, nunca hay que olvidar que este juego requiere inteligencia, táctica y, sobre todo, la cabeza fría. Con lo anterior, veamos algunas cosas que sucedieron el domingo pasado durante la votación sobre la reforma energética.

¿Fue un hito de valentía opositora? Cada lado va a hablar sobre su versión, y se espera que la adorne como le venga en gana: a final de cuentas, no hay política sin teatralidad o espectáculo. Sin embargo, a lo máximo que podía esperar la oposición unida es a bloquear una reforma constitucional, pues así era el voto que ganaron en 2021. Todavía más, si no actuaban como lo hicieron hace unos días, no llegarían a tener credibilidad alguna rumbo a 2024.

¿Qué tan importante era la reforma para el presidente? Uno de los argumentos más comunes que se escucha del bando opositor es que Andrés Manuel López Obrador perdió en uno de sus temas insignia. Sin embargo, durante todo este sexenio solo ha activado a sus legisladores en ese tipo de asuntos, como la democracia participativa, la Guardia Nacional, tirar la reforma educativa, controlar verticalmente el presupuesto y capturar las instituciones a través de designaciones.

Fuera de eso se ha perdido mucho tiempo en especular cuál es la agenda de Morena, a través de cuanto proponen un puñado de personas legisladoras, como Ricardo Monreal. Quizá el presidente ni siquiera entienda cómo funciona el Congreso, como cualquier otro líder populista. Pero sí sabe cuáles temas son relevantes y lleva más de la mitad del sexenio impulsándolos.

Ahora bien, fue un acto casi temerario que pensase que esa racha seguiría después de 2021, pero esa es otra historia. ¿Se trató de un fracaso? Piensen que López Obrador logró hacer una carrera política que lo llevó hasta donde está a través de una táctica: lucrar políticamente de sus derrotas, haciéndose pasar por una víctima bienintencionada.

¿Dejará el presidente de presentar iniciativas escandalosas? Seguramente no, aunque se cuidará que casi todas requieran mayoría simple. ¿Habrá iniciativas de reforma constitucional? Si se avienta a eso, lo hará sabiendo que perderá de antemano. Por ello, puede hacerlo más emocionante tomando al Senado como Cámara de origen y ganando algunos meses para colonizar la discusión como ha venido haciendo.

¿Qué pendientes deja esta discusión? Hay dos cosas que deberían discutirse ya, a partir del espectáculo del domingo. El primero, fortalecer a la Mesa Directiva, generando controles para que quien quiera acceder a las vicepresidencias al menos sean bien vistos y cuenten con la confianza del pleno.

El segundo: los dimes y diretes en torno a si Margarita Zavala debería o no votar habla de cuánto se ha evitado discutir sobre estándares éticos y transparencia de intereses para las personas legisladoras.

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