¿La violencia es parte innata de los mexicanos?
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

¿La violencia es parte innata de los mexicanos?
Foto: EFE

El 12 de mayo se publicó el estudio Tendencias de honestidad 2022, de la consultora de ética organizacional Amitai, la cual indicó que el 34% de los mexicanos justifican la violencia. De acuerdo con esta medición, nuestro país lidera la lista de 10 naciones que fueron consultadas. En su contraparte, Colombia ocupó el último lugar, cuyo número fue del 15%. ¿La violencia está en nuestras entrañas?

Dicha cifra llega en un contexto complicado. A inicio de este año, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, indicó que la violencia continúa con una tendencia a la baja: enero pasado tuvo la cifra más baja en incidencia delictiva en los últimos cinco años. La reducción que se estima es del 14% en comparación con el 2021; así como del 19% frente a 2020.

Sin embargo, esta semana Rodríguez reveló que seis estados concentran 49% de los delitos de homicidio doloso en todo el país: Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora. A todo esto se suman hasta 7 mil 354 homicidios en el primer trimestre de este año, aunado a los ocho periodistas muertos en lo que va de 2021.

Los mexicanos vivimos un contexto violento, pero ¿esto es parte de nuestro ser? Cuando viajamos en el transporte público y alguien nos golpea por accidente o cuando un vehículo se entromete en tu carril de manera precipitada hay un sentimiento de rabia que surge en algunas personas desde su centro. Al menos en el estudio de Amitai, tres de cada 10 nacionales justifican los actos violentos.

En 1934, Samuel Ramos trató de describir a los mexicanos en su ensayo El perfil del hombre y la cultura en México. En el texto propuso la figura del “pelado”, un arquetipo principalmente de las clases bajas que siempre se comporta a la defensiva por un complejo de inferioridad. Este sentimiento inunda a todos los habitantes de esta nación, según el filósofo, pero es en los sectores más marginales donde esto impera por la falta de cultura y educación.

“El pelado” responde con violencia ante cualquier eventualidad de su vida diaria que lo haga sentir intimidado. Esto es un símbolo de defensa que impera principalmente en los hombres cuando sienten vulnerada su masculinidad o queda en duda.

En 1950, Octavio Paz describió al mexicano en el Laberinto de la soledad. Su diagnóstico lo puso en el título de su obra: la soledad. En el ensayo ejemplificó a los pachucos, jóvenes chicanos que vivían en la frontera entre Estados Unidos y México. Los describió con una ausencia de identidad por no sentirme pertenecientes a ningún territorio, lo cual derivó en su comportamiento violento.

Paz también apuntó que la intención de “chingar” de los hombres mexicanos, así como su desprecio a “rajarse”, tiene un origen en la dominación de la mujer. Por ejemplo, mencionó que la razón del machismo en este país está en la mezcla entre razas. Según él, la vergüenza de ser hijo de una indígena violada por un español.

En diversas ocasiones en este espacio, la socióloga Ana Aldaba Guzmán nos comentó que la violencia proviene del contexto, el cual se alimenta a su vez de las personas que viven en él. Es un factor importante que no consideraron completamente autores como Paz y Ramos. Tal vez los mexicanos no tengamos una violencia innata por tema de nacimiento, pero sí vivimos en un medio repleto de agresiones y no somos los únicos en el mundo con una situación así.

La violencia está en cómo nos expresamos, en las calles y en nuestra vida diaria. Al menos un primer paso es tomar consciencia del mar de agresiones en el que estamos y de qué cosas no queremos ser parte. Un trabajo interno que tiene que ir escalando colectivamente.

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