Ensanchar el legado
Alioli

Es periodista y analista de datos. Ha colaborado en medios como Reforma, Chilango y Tec Review. Fue coautor del libro Ayotzinapa, la travesía de las tortugas, publicado por la editorial Proceso. También es hincha incondicional de los Leones Negros. Twitter: @ridderstrom

Ensanchar el legado
Foto: fcbarcelona.es

Hubo que esperar dos semanas, pero Robert Lewandowski por fin pudo ser presentado frente a la afición del Barcelona, en la cancha del Spotify Camp Nou. Cuando saltó al campo, lo hizo con el 9 a la espalda, una de sus exigencias contractuales y que le pone más leña a la hoguera que está viviendo Memphis Depay, anterior portador de ese dorsal. 

La presentación se demoró porque Lewandoski apretó cuanto pudo al Bayern Munich, y tras cerrar su fichaje, se unió al equipo mientras estaba de gira por Estados Unidos. El polaco puso todo de su parte en cuanto supo del interés culé, incluso manifestando en público su deseo de abandonar el club muniqués. Lo dijo Cruyff en su etapa como entrenador blaugrana: “Quien dude de venir al Barça, ya no nos sirve”. Y apegados a ese apotegma, el polaco es tremendamente valioso, tanto, que al término de su primer partido como azulgrana en el Clásico entre Barcelona y Real Madrid en La Vegas, declaró: “Me siento como si llevara meses aquí”. Porque los fuera de serie se adaptan y conectan de inmediato con los de su especie.

En Alemania se especula con que Lewandowski sobraba y que su venta supuso un golazo al Barça por parte de la entidad bávara, porque recibieron 50 millones de euros por un jugador descartado. De acuerdo con información del diario El País, Julian Nagelsmann avisó al área técnica que Lewandowski era más una traba que una ayuda en la delantera. Sus cualidades como 9 rematador no calzaban con el futbol moderno que Nagelsmann quería desplegar, donde el 9 tiene que tener más movilidad y poder crear sus propias oportunidades de gol cuando no está en el área. Así que si el Bayern se deshacía de él, podrían incluso hacer brillar al resto de los delanteros, que sí tienen las capacidades que el entrenador cree idóneas para su idea futbolística.

¿Pero de verdad Lewandowski, un jugador que hace dos años marcó 41 goles en la Bundesliga, no tiene cabida en el futbol actual? Aún falta por ver su adaptación a La Liga, pero históricamente, el Barcelona ha tenido a los mejores 9 de su tiempo. El paradigma cambió con Ronaldo Nazario, que terminó de explotar en la élite con su paso por el Camp Nou en la temporada 96-97. La generación siguiente, que ahora está en su ocaso, estuvo claramente influenciada por el brasileño y dejó grandes goleadores entre los que están el propio Lewandowski, Ibrahimovic, Suárez y Benzema (todos, excepto el francés, han vestido de azulgrana). 

El futbol no cambia conceptualmente de la noche a la mañana. El Barcelona, que siempre intenta ir a la vanguardia, sabe que tendrá que buscar pronto a un 9 joven y con conceptos más modernos; pero alguien como Lewandowski, más allá de sus casi 34 años, con todo su bagaje, jamás sobrará en un equipo bien estructurado. En cuanto a entrenadores, no hay color entre las escuelas futbolísticas de una leyenda del futbol mundial como Xavi, criado en el futbol de toque y asociación, y la del jovencísimo entrenador Nagelsmann (que tiene muy firmes los conceptos del futbol moderno, pero poco demostró en el campo durante su breve trayectoria como profesional).

Y mientras los demás discuten su valía en el futbol actual, lo que más le importa a Lewandowski es que comience la temporada para hincharse de goles. Él a lo suyo, y que los demás sigan hablando.

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