Proyecto de PEF 2023: Gasto público sin perspectiva de género
Un cuarto público

Abogada y escritora de clóset. Dedica su vida a temas de género y feminismos. Fundadora de Gender Issues, organización dedicada a políticas públicas para la igualdad. Cuenta con un doctorado en Política Pública y una estancia postdoctoral en la Universidad de Edimburgo. Coordinó el Programa de Género de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey durante tres años y es profesora en temas de género. Actualmente es Directora de Género e Inclusión Social del proyecto SURGES en The Palladium Group.

X: @tatianarevilla

Proyecto de PEF 2023: Gasto público sin perspectiva de género
Foto: Tim Mossholder on Unsplash.

Uno de los mejores especialistas en finanzas públicas del país suele decir: “Dónde está el dinero, están las prioridades”. Y es cierto. Si pensamos no solo en el dinero público, sino en la distribución de nuestros gastos personales, también es así. El dinero lo gastamos según nuestras prioridades y necesidades. También el gobierno. Y para el año 2023, evidentemente, las prioridades no están con las demandas feministas. 

En el mes de septiembre, el gobierno entregó a la Cámara de Diputados el Proyecto de presupuesto de egresos para el ejercicio fiscal 2023 para su discusión y aprobación. En este documento, el gobierno establece el gasto que pretende ejercer para el siguiente año en Anexos, los cuales contienen erogaciones para ramos autónomos, administrativos y generales, así como capítulos específicos. 

Existe un anexo destinado al gasto para igualdad para mujeres y hombres. El famoso Anexo 13, el cual es todo menos un presupuesto para la igualdad entre mujeres y hombres. Este anexo tiene su historia. En el año 2013, por primera vez, se integró un capítulo denominado De la igualdad entre mujeres y hombres; pero es hasta el año 2008 cuando cambia de capítulo a un anexo específico nombrado Presupuesto para mujeres y la igualdad de género, y después, Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres (CEPAL, 2013). De acuerdo con Fundar, desde el año 2008 se ha mantenido un crecimiento constante, llegando al máximo de asignación en el año 2022 y, en caso de aprobarse, en el año 2023. 

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El objetivo de etiquetar presupuesto público en un anexo específico es que permita saber dos cosas: cuánto presupuesto se está destinando a los temas de igualdad de género y el impacto directo que tiene el gasto, a través de los programas y acciones para temas de igualdad de género. Dos cosas que no sabemos con certeza. 

¿Por qué no lo sabemos? Porque el gasto que establece no es para programas y acciones que inciden directamente en disminución de brechas de distintos rubros como salud, salud sexual y reproductiva, refugios para víctimas de violencia de género, cuidados, programas de prevención y atención de violencia, etc., sino que las mayores erogaciones se concentran en aquellos programas sociales de transferencias económicas, que, por el simple hecho de contar con mujeres beneficiarias, se presentan como un tema de igualdad entre mujeres y hombres, con la gravedad de que este gasto representa más del 85% del anexo. Es decir, que el presupuesto en este país etiquetado para la igualdad, que representa el 4.17% del total del presupuesto, se destina a estos programas más que a acciones sustantivas. ¿Qué grave, no? 

Los presupuestos públicos no son neutrales al género. La distribución de los recursos tiene implicaciones directas en las desigualdades. Los presupuestos con perspectiva de género pretenden etiquetar recursos en aquellos temas prioritarios de las demandas feministas, como lo son hoy programas para prevenir y atender la violencia de género y un Sistema Nacional de Cuidados (SNC), los cuales no cuentan con asignación o su aumento no es significativo. 

La falta de asignación presupuestal para los temas feministas en este presupuesto no fue una sorpresa. Las vallas que un 8M se levantaron en Palacio Nacional siguen allí, físicas y simbólicas. No, no hubiéramos obtenido un presupuesto con perspectiva de género. No este año, lo más seguro, es que no este sexenio. 

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