Así fue como el contratista favorito de EPN se convirtió también en el de AMLO

Estudió filosofía en Friburgo. Su ocupación principal es ser ghost writer de políticos y otra gente sin oficio ni beneficio.

Así fue como el contratista favorito de EPN se convirtió también en el de AMLO
Foto: Twitter José Miguel Bejos

Uno de los empresarios más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de los más favorecidos contratistas, es José Miguel Bejos, conocido por ser gran amigo de Enrique Peña Nieto y su fiel compañero de golf. Eso y de los montos de sus contratos ya se sabe bastante, pero la historia de cómo lo logró es la siguiente:

A diferencia de la desconfianza enfermiza que tiene AMLO para sus compañeros de gabinete, esa que hizo que solo pudiera confiar la Secretaría de Educación Pública (SEP) a una de sus más leales colaboradoras, aunque estuviera ajena al tema educativo durante muchos años, o la que lo llevó a nombrar a Alejandro Encinas Jr. en una posición para la cual no está capacitado; en el tema de los negocios del gobierno, López Obrador es un hombre de corazonadas y que entrega su confianza plenamente cuando encuentra pequeñas coincidencias.

Esto lo supo Martha Mejía, directora de la consultora Zimat (quien no pagó un quinto a Manuel Olid Uranga ni a sus informantes para aparecer en esta columna, hasta donde he podido saber), a quien José Miguel Bejos acudió para que le ofreciera una solución que le permitiera mantener e incrementar sus negocios con el gobierno mexicano y quitarse de encima el posible estigma al finalizar el sexenio de Peña Nieto.

La solución de Martha, especializada en relaciones públicas, fue sencilla: compra un equipo de béisbol y hazte experto. Dedícate a eso. Y así lo hizo. José Miguel Bejos compró en 2019, apenas comenzado el sexenio, a los Pericos de Puebla y asumió el control de su directiva, buscó relación con los hijos de López Obrador e, institucionalmente, se relacionó con la Oficina de la Presidencia para el desarrollo del béisbol. El mismo camino siguieron otros empresarios, como Francisco González, el dueño de Multimedios. Lo que antes se hacía en los juegos de golf, en las plazas de toros y en algunos palcos de futbol, se hace ahora en el mundo del béisbol pero el tráfico de influencias sigue siendo el mismo.

El resultado, comenta José Miguel Bejos, fue la consultoría más barata de su vida. Logró colarse al corazón del presidente y, a cambio, lo que ya es de sobra conocido, obtuvo varios tramos del Tren Maya, el segundo mayor contrato del sexenio en Pemex, Asociaciones Público-Privadas con Banobras, enormes tramos carreteros, ampliaciones para otros contratos de obra pública y una magnífica relación de negocios con un par de generales del ejército, que le prodigan deferencias porque dicen que es “el prestanombres del hijo del presidente”.

El contratista predilecto de Peña Nieto se transformó en el de AMLO para dar continuidad al matrimonio del poder político y el poder económico. ¡Vivan los socios “Andy” y José Miguel Bejos! Apadrinando las bodas, ahora el rey de todos los deportes y decenas de miles de millones de pesos en contratos garantizados con presupuesto federal.

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