El INE como decisión política fundamental
Perístasis

Jefe de la División de Educación Continua de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

El INE como decisión política fundamental
Foto: La-Lista

Actualmente existen diversas decisiones políticas fundamentales que, de manera paralela a encontrarse establecidas en nuestra Carta magna, son signos inequívocos de lo que la sociedad mexicana luego de contar con más de 200 años de vida independiente ha decidido establecer como los ejes rectores de su vida y convivencia cotidianas.

Entre algunas de estas decisiones, el Dr. Jorge Carpizo identificó algunas entre las que se encuentran los derechos humanos, la forma de Estado federal, la división de poderes y el sistema representativo. El desarrollo democrático y constitucional en el Estado mexicano ha producido que algunas otras decisiones que se han tomado en los años más recientes puedan ser también consideradas políticas fundamentales: indudablemente la autonomía constitucional lo es.

Desde hace algunas semanas se ha presentado un intenso debate relacionado con la reforma política-electoral propuesta por el titular del Poder Ejecutivo, misma que ha provocado una inédita (en este gobierno) salida a las calles de personas que se oponen a cualquier cambio que pueda generar una regresión en las conquistas democráticas de la sociedad mexicana.

De primera intención, se puede ver que algunas de las decisiones políticas fundamentales de las mencionadas por el Dr. Carpizo podrían ser trastocadas por algunas de las partes que se han criticado de la propuesta de reforma, al igual que otras decisiones políticas fundamentales que con posterioridad han sido tomadas.

Es por lo anterior que a nadie debe extrañar que un debate de esta profundidad cuente con detractores y promotores, sencillamente una parte elemental de la democracia es la deliberación y es la búsqueda del consenso un objetivo que cualquier autoridad debe buscar para lograr que en las decisiones participen todas las voces y que esto además de legitimarlas, generen un compromiso con su promoción y cumplimiento incondicional por parte de todas y de todos. 

Ha llamado la atención que sea el propio promotor de la propuesta quien en los últimos días señalara que de no contar con el número de votos suficiente en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores para lograr reformar la Constitución, buscará por medio de reformas a leyes secundarias cumplir con las finalidades perseguidas por la propuesta original: entre otras cosas, la reducción de curules y escaños en las Cámaras del Congreso de la Unión y el acceso a los cargos de consejeros y magistrados electorales por vía del voto popular.

Sin entrar a discutir las polémicas propuestas realizadas, se debe dejar claro que para lograr producir cambios que impacten en las decisiones políticas fundamentales hace falta más que la simple voluntad de un grupo, sea lo numeroso que sea, pues es a través de estas que se ha delineado la vida de la sociedad dentro del Estado.

En un sistema político conformado por personas que históricamente han demostrado su empeño por modificar las reglas de acceso a los cargos de elección popular, pero que también han dejado en un segundo término el perfeccionamiento de las reglas para ejercer el poder que se ejerce al acceder a ellos, es indispensable conminar a nuestras autoridades a que busquen resolver los verdaderos problemas que aquejan a nuestro país con un sentido de oportunidad y que, al realizar reformas, observen lo establecido en nuestra ley fundamental y de una vez por todas la respeten y hagan respetar combatiendo los muchos problemas que hoy enfrenta nuestro país.

En democracia, la defensa de los valores democráticos es irreductible y solamente son aceptables cambios que incrementen su calidad y, con ello, se mejore la vida de la sociedad.

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