Cuando las mujeres toman la calle

Activista, luchadora social y promotora de los derechos humanos de las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas LGBTQ+. Presidenta de la Asociación Civil Rosa Mexicano. @catymonreal_

<strong>Cuando las mujeres toman la calle</strong>
De izquierda a derecha: Sepideh Rashno, Mahsa Amini y Nika Shakarami. Foto compuesta: Shutterstock

Irán lleva meses bajo los reflectores debido a las protestas que iniciaron las mujeres en todo el país. 

Las manifestaciones iniciaron tras la muerte de Mahsa Amini en septiembre de este año. La joven de 22 años que falleció en un hospital tres días después de ser detenida por la “policía de la moral”, y ser llevada a un “centro de reeducación” por no seguir las normas estatales sobre el hiyab

Para la población del país, estos controles se habían vuelto rutinarios. El hiyab es el velo islámico que cubre el cabello de las mujeres, y que es obligatorio en los regímenes islámicos más conservadores.

La “policía de la moral” es una fuerza integrada por agentes que vigilan que la población respete “la moral islámica”. Para esto pueden interpelar, multar o detener a quienes -principalmente mujeres- violen el código de vestimenta conservador, con el fin de “promover la virtud y prevenir el vicio”. 

Si bien el régimen religioso ha dicho que están ahí para cuidar que no exista acoso a las mujeres, en la práctica terminan por regular su vestimenta, a pesar de que aproximadamente el 80% de las mujeres declaran no usar adecuadamente el velo, por lo tanto, estas patrullas han sido una fuente de fricción constante con la población civil.

La muerte de Mahsa Amini terminó por ser la chispa necesaria para que los derechos de las mujeres se volvieron la cara de un movimiento social que pide un cambio de régimen. 

Las protestas empezaron por los derechos de las mujeres, pero también son el reclamo de la población hacia un régimen que ofrece opciones de desarrollo a los hombres ni a las mujeres.

Esta agenda progresista se reveló con el lema: “Mujeres, vida y libertad”. A inicios de diciembre y tras las protestas continuas, el Fiscal General manifestó que desmantelarían a la Policía de la Moral, y que revisaría la Ley que exige el uso del hiyab en público. 

Estas serían concesiones que muestran que la protesta organizada es una manera legítima de influir en las acciones de gobierno y en las políticas públicas. Además, demuestra que los movimientos por los derechos de las mujeres se han vuelto un contrapeso importante ante políticas retrógradas de gobierno.

El movimiento en Irán ha reflejado patrones que cada vez son más comunes en las protestas sociales, sin importar donde sucedan. Se organizan a través de redes sociales, con una generación que ha crecido con su uso y que demuestra habilidad para impulsar su mensaje más allá de la censura de los medios tradicionales u oficiales. 

Ha tenido un importante apoyo de las comunidades universitarias de todo el país, algo que no había sucedido con otras protestas similares. Ha sido una protesta que ha ganado la simpatía internacional, teniendo una cobertura y apoyo de gobiernos occidentales, quienes ven con buenos ojos la lucha por un mayor respeto a sus derechos humanos. Ejemplo de ello es que la revista TIME ha nombrado a las mujeres iraníes como heroínas del año 2022, en reconocimiento al movimiento que lideran. El gobierno estadounidense ha sido uno de los críticos más fuertes del régimen iraní por años, por lo que tiene sentido que los medios del país vean con beneplácito la lucha por la ampliación de sus derechos, entre ellos, la imposición de códigos de vestimenta.

Creo además que el movimiento ha resonado a nivel global por el mensaje que nos da: las voces del pueblo importan y la agenda por los derechos de las mujeres es una de las más relevantes. Es un mensaje que me llena de optimismo cuando veo el panorama de México.

La Endireh 2021 muestra que 7 de cada 10 mexicanas reconoce haber sufrido violencia por ser mujeres, un incremento respecto a la última vez que el INEGI midió la violencia de género en Méxio.  

Me llena igualmente de optimismo por mostrar que los cambios son posibles. Muchas veces se cree que las protestas no cambian las políticas públicas, y que terminan por ser símbolos vacíos. Irán nos da una lección y prueba que es posible hacer política pública desde la calle. 

Los gobiernos poco a poco se dan cuenta que los tiempos han cambiado y que buscar la igualdad entre mujeres y hombres, así como eliminar la discriminación de género son causas globales que tienen de apoyo local e internacional. 

En lo personal, es algo que me ha llevado a fundar Rosa Mexicano una asociación civil que busca empoderar a las mujeres. Desde Rosa Mexicano creemos en el empoderamiento de las mujeres y otros sectores vulnerables de la población, como un paso vital para la creación de políticas públicas a favor de la igualdad.

Para nuestra asociación civil es importante visibilizar y dar espacio a esas voces. Es por eso que estoy agradecida con la La-Lista por permitir este espacio donde semanalmente estaré poniendo los lentes púrpuras de la perspectiva de género a acontecimientos nacionales e internacionales con el fin de dar voz a estas experiencias.

Nos leemos la próxima semana.

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